La presidencia de Brasil formalizó hoy el alejamiento del ministro de Comunicaciones, Luiz Carlos Mendonça de Barros, y dos otros dos funcionarios, como resultado del escándalo de tráfico de influencias en la privatización de las telecomunicaciones.
André Lara Resende, que presidía el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), y José Roberto Mendonça de Barros, hermano del ministro y secretario de la Cámara de Comercio Exterior (CAMEX), son los dos altos funcionarios que también dejan el gobierno.
Los tres presentaron su renuncia al presidente Fernando Henrique Cardoso en la noche del domingo, ante las fuertes presiones políticas a que dio lugar el tráfico de influencias descubierto en escuchas telefónicas.
El secretario de la CAMEX dijo que tomó tal decisión "en solidaridad" con su hermano, el ministro de Comunicaciones. La voz de José Roberto Mendonça de Barros aparece en la algunas llamadas telefónicas grabadas, pero sin ninguna declaración comprometedora.
La escucha telefónica se hizo conocida hace dos semanas y desde entonces, algunos diálogos han sido publicados en la prensa, dejando el ministro y a Lara Resende en mala situación.
Los dos intentaron favorecer a algunos consorcios en la privatización de las telecomunicaciones, realizada en subasta el 29 de julio.
Convocado a aclarar ante el Senado sus conversaciones telefónicas, el ministro Mendonça de Barros confirmó el jueves su intervención para facilitar la formación de algunos consorcios que participaron en la licitación de las empresas telefónicas.
Mendonça de Barros ofreció a esos consorcios créditos de bancos del Estado y de fondos de pensión.
En la privatización de Tele Norte Leste, un "holding" de 16 telefónicas provinciales, el ministro manifestó su preferencia personal por un grupo derrotado y calificó negativamente al consorcio vencedor.
La Fiscalía Pública Federal pretende iniciar un proceso judicial para la anulación de esa subasta, dado que fue favorecido uno de los participantes, aunque fuera finalmente derrotado.
Tele Norte Leste fue el único "holding" de telefonía fija adquirido por empresas nacionales, que pagaron un precio de uno por ciento por encima del valor inicial, el menor sobreprecio de todo el proceso de privatización de las telecomunicaciones.
Senadores opositores e incluso oficialistas consideraron que la conducta del ministro no se ajustó a la "imparcialidad" exigida a todo funcionario en la competencia entre intereses privados.
Mendonça de Barros explicó que su propósito fue obtener mejores precios en la venta del patrimonio público.
El autor de la escucha ilegal es an desconocido, pero se sabe que el blanco fueron los teléfonos de la presidencia del BNDES, el banco estatal de fomento que ejecuta el Programa Nacional de Desestatización, en marcha desde 1991.
La privatización del sistema de telecomunicaciones (Telebrás) fu el más importante del programa y redundó en ingresos por 18.900 millones de dólares.
Los diálogos telefónicos de los principales responsables de la venta de las telecomunicaciones ponen en duda todo el proceso de privatización, observó el diputado Delfim Netto, ex ministro de Hacienda y de Planificación. Esa opinión fortaleció el movimiento opositor por la revisión de esta y de otras ventas de empresas públicas.
El vicepresidente del BNDES, Pío Borges, encargado directo de promover las subastas de privatización, tambin renunció este lunes, acompañando a Lara Resende.
Mendonça de Barros era señalado como candidato al Ministerio de la Producción, que el presidente Cardoso se propone crear a principios de 1999 sobre la base de la fusión de varios ministeriores y bancos estatales, como el Banco do Brasil y el BNDES, para coordinar e impulsar el sector productivo.
El Ministerio de Comunicaciones será suprimido, al privatizarse el sector y alcanzar pleno desarrollo la Agencia Nacional de Telecomunicaciones, órgano regulador de la actividad. Pero el escándalo estallado puede abortar el nuevo superministerio, según analistas políticos.
El desenlace concreta el propósito de los autores del delito de escucha telefónica, "como si el crimen pagara", se lamentó el ministro de Salud, José Serra.
Las renuncias, en todo caso, permitirán ahora al Congreso Nacional reanudar la votación de medidas importantes para el ajuste fiscal acordado por el gobierno con el Fondo Monetario Internacional, indicó Geddel Vieira Lima, lider del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) en la Cámara de Diputados.
El escndalo de la escucha telefónica acaparó la atención parlamentaria en las dos últimas semanas, demorando la aprobación de las medidas fiscales. El PMDB, uno de los tres mayores partidos nacionales, participa en el gobierno, pero tenía interés en impedir el ascenso de Mendonça de Barros al Ministerio de la Producción.
El retiro de Lara Resende y de José Roberto Mendonça de Barros representa pérdidas importantes para el gobierno, por tratarse de dos formuladores de polóticas. El primero trazó los lineamientos para una futura reforma total del sistema de previsión social. (FIN/IPS/mo/ff/ip/98