La dependencia respecto de Estados Unidos en materia de insumos industriales es la mayor dificultad que enfrenta la Comunidad Andina para acordar el libre comercio con el Mercosur, según un experto argentino.
Juan José Tacconi, director del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL), de Buenos Aires, apunta el régimen de origen como el principal obstáculo que traba el avance de las negociaciones entre los dos bloques sudamericanos.
La industria de la Comunidad Andina, integrada por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, produce entre 70 y 80 por ciento de componentes importados de Estados Unidos, según Tacconi.
Sería condenarla prácticamente a muerte exigirle el índice de nacionalización de 60 por ciento establecido en el Mercosur, explicó Tacconi.
Además, Argentina y Brasil, socios en el Mercosur (Mercado Común del Sur) de Paraguay y Uruguay, son exportadores de materias primas, como los petroquímicos, que los países andinos importan de México y, sobre todo, de Estados Unidos, por acuerdos preferenciales.
Un acuerdo de libre comercio podría incrementar gradualmente las importaciones de tales insumos del Mercosur, pero enfrenta "un problema institucional". Es que gran parte del comercio de los países andinos con Estados Unidos se basa en la política de combate al narcotráfico, explicó Tacconi.
Washington concede amplias preferencias comerciales a los países productores de drogas, en especial de cocaína, en procura de generar empleo y reducir así la participación de la población andina en el narcotráfico.
Ese cuadro hace prever que solo una negociación más amplia, que incluya a Estados Unidos, permitirá superar defintivamente los obstáculos. El Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) aparece, por lo tanto, en el camino.
Pero "no habrá nada de ALCA antes del 2010 o el 2015", sentenció Luis Eulalio Bueno Vidigal, vicepresidente de la brasileña Confederación Nacional de la Industria.
Esta organización se queja de la lentitud de las negociaciones oficiales Comunidad Andina-Mercosur y trata de desbloquearlas con sugerencias y mediante el diálogo con sus pares de los restantes países.
Es importante para Brasil un mayor acceso al mercado andino, que puede ampliar las exportaciones industriales del país, señaló el empresario.
Las trabas a una integración sudamericana fueron los asuntos centrales del Encuentro Empresarial Comunidad Andina-Mercosur, que se realizó el jueves y este viernes en la sede de la Federación de Industrias de Sao Paulo.
Como factor favorable, Tacconi apuntó la disposición política, manifestada por todos los gobiernos involucrados, de buscar un acuerdo de libre comercio entre los dos bloques sudamericanos.
Eso permite soluciones alternativas en la negociación arancelaria, como una mayor flexibilidad en la desgravación, alargando plazos para productos sensibles, observó el experto.
Discrepancias internas dentro del Mercosur, como las disputas entre Argentina y Brasil sobre azúcar, lácteos y el régimen automotor, constituyen otras trabas al avance de la integración con los andinos.
Pero esos son problemas naturales entre economías en procesos de estabilización distintos y ante efectos de las turbulencias internacionales, matizó Tacconi. La Comunidad Andina también los enfrenta, en especial entre Colombia y Venezuela, agravadas por la crisis asiática y la caída de precios del petróleo.
Una mayor integración regional contribuye a ablandar las consecuencias de la crisis internacional, que incluyen una intensificación del proteccionismo en los mercados más ricos, observó el director de INTAL.
Por detrás de la demora en las negociaciones están las "asimetrías en el desarrollo económico, tecnológico y productivo" entre la Comunidad Andina y el Mercosur, en la evaluación de Luis Jorge Garay, colombiano y consultor del Banco Interamericano de Desarrollo.
Para los andinos, el libre comercio representaría abrir sus mercados sin una contrapartida, ya que tendrían poco que exportar al Cono Sur, especialmente en bienes de mayor valor agregado.
Actualmente los productos primarios responden por 80 por ciento de sus exportaciones al Mercosur. El flujo inverso se constituye de manufacturados en 60 a 70 por ciento, y casi 90 por ciento en el caso de Brasil, según Garay.
Pero el comercio entre los dos bloques crece menos de lo posible a causa del transporte, añadió Javier Díaz Molina, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores, de Colombia.
Las relaciones comerciales con el Cono Sur son restringidas por un transporte muy caro. Sin solucionar eso, no habrá acercamiento y el intercambio seguirá concentrado en Estados Unidos. Eso exige discusiones paralelas a la negociación del acuerdo de libre comercio, recomendó el empresario. (FIN/IPS/mo/mj/if/98