Singapur no deja pasar ocasión de lucrar por medio de Internet, pero a juzgar por la respuesta del público a una obra de teatro, muchos residentes de este estado insular no ignoran el lado malo de las "cibercompras".
La obra "Novias por correo y otros productos orientales para llevar" sugiere que la World Wide Web o "telaraña mundial" de Internet sirve para vender otras cosas aparte de libros, discos compactos o ingredientes de cocina.
También se ofrecen novias, disponibles para potenciales esposos.
La pieza fue escrita y dirigida por una locutora de noticias de la televisión por cable, Pek Siok Lian, quien inicialmente programó dos semanas de presentaciones pero debió alargar la temporada ante la demanda del público.
El montaje también fue estrenado en Nueva York en agosto, en el marco del International Fringe Festival, donde recibió alabanzas de los críticos.
"Los organizadores del Festival nos dijeron que fue una de las obras más exitosas. Casi siempre terminamos con los espectadores aplaudiendo de pie", comentó el productor y director artístico Ekachai Uekrongtam.
La obra fue el resultado del interés de Pek y Ekachai por montar algo relacionado con "el romance aparentemente imposible" entre una de las copetineras de los bares de la zona roja de Patpong en Bangkok y uno de sus clientes caucásicos.
"Pronto nos dimos cuenta que las chicas de Patpong no son las únicas. En toda Asia hay millones de mujeres que sueñan con ser rescatadas de la pobreza o de estilos de vida muy tradicionales por hombres de países desarrollados", dijo Ekachai.
Cuando investigaban el tema decidieron buscar en Internet con la frase "novias por correo". Uno de los motores de búsqueda produjo enlaces hacia un centenar de sitios relacionados con ese tema, mientras otro aseguró haber detectado 160.000 que coincidían con el patrón de búsqueda.
"Se ofrecen como si fuera el producto exótico de un país en desarrollo, mujeres asiáticas atractivas, jóvenes y además de eso sumisas", dijo Pek. "¿Se trata de una nueva forma de hegemonía occidental, o es un simple comercio de carne?, se preguntó".
El programa de la obra advierte que en 1986 los matrimonios por encargo entre asiáticas y occidentales sumaron unos 2.000. En 1994, sólo en el caso de las filipinas, se registraron 19.000 casos.
Casi todas las mujeres que colocan anuncios desde Hong Kong, Singapur y Malasia son filipinas que trabajan como empleadas de servicio doméstico. Pero también aumenta el número de hombres de Singapur interesados en mujeres chinas, lo cual dio origen a mil matrimonios durante el año pasado.
Uno de los personajes de la obra es una de estas chinas, mientras que las otras "esposas por correo" son una empleada filipina, una prostituta tailandesa y una "chica de fiestas en sarong" de Singapur, como se denomina a aquellas que van a la caza de los expatriados occidentales.
Todas ellas se inscriben en el sitio web con la esperanza de que un hombre de Occidente cambie sus vidas. En la segunda mitad de la obra, al menos tres de ellas lamentan el momento en que se les ocurrió buscar marido en el ciberespacio.
La empleada filipina fue violada por un soldado estadounidense, la china está presa tras apuñalar a su marido de Singapur cuando trataba de violentarla, y la prostituta tailandesa se contagió de sida.
Cuando se estrenó la obra, la crítica teatral del "Strait Times" Clarissa Oon arremetió contra la pieza acusándola de insistir en "los peores estereotipos sobre las mujeres asiáticas, los hombres de Singapur y los occidentales".
Pero Pek no se inmuta cuando le hablan de estereotipos. "Estas cosas suceden todos los días ante nuestras narices", dijo.
La directora de la Asociación de Mujeres de Singapur (AWARE), Phyllis Chew, defiende la obra por considerarla "una declaración feminista sobre la discriminación y la explotación de que son objeto millones de mujeres asiáticas cuando tratan de mejorar sus vidas".
Pek ahora está interesada en presentar la obra ante audiencias más masivas de países industrializados, justamente donde viven los hombres que alimentan el negocio y las empresas que usan Internet para hacer posible este tipo de transacciones. Y existe la posibilidad de hacer una producción especial para Estados Unidos.
"Si todo sale bien, podríamos asociarnos con una compañía de ese país para hacer una gira", dijo Ekachai, quien también aspira a presentar la obra en Gran Bretaña y Canadá. (FIN/IPS/tra- en/ks/cb/mk/lc-ml/cr/98