Mil banqueros de América Latina y el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdessus, pidieron mayores controles sobre el sistema financiero mundial con el fin de evitar la repetición de la actual crisis.
Supervisión, disciplina, control, transparencia, información y no intervención de los gobiernos en el sistema bancario y financiero fueron las sugerencias planteadas de Camdessus y representantes de la banca para superar la crisis financiera internacional.
Unos 1.000 banqueros agrupados en la Asociación Latinoamericana de Bancos (Felaban) están reunidos desde la noche del miércoles en la capital de Panamá con la intención de debatir medidas para superar la crisis, hacer negocios y atender asuntos institucionales de esa organización.
Camdessus señaló al participar en la inauguración de la reunión que la actual crisis financiera tuvo sus orígenes "en las relaciones incestuosas" entre los gobiernos y los bancos de varios países de Asia, entre ellos Japón, y Rusia.
La situación creada por la crisis, sobre todo en los llamados mercados emergentes, puso en entredicho la cuestión de los movimientos de capital y la fragilidad de las instituciones bancarias y financieras que carecían de una adecuada supervisión, añadió el funcionario.
Pero en el ámbito económico "es todavía más serio porque han sido muy pocos los países que se han beneficiado con la globalización".
Ambas cosas han creado un problema de insostenibilidad de las economías, de lo cual "son siempre los más pobres los que sufren las consecuencias", señaló el director del FMI.
En el caso de América Latina, Camdessus afirmó que las "medidas acertadas" de control del déficit fiscal tomadas este mes por el presidente de Brasil, Fernando Enrique Cardozo, "son un buen augurio" para comenzar una recuperación.
Tras recordar que el FMI puso 41.000 millones de dólares a disposición de Brasil para ayudarle a solventar su crisis financiera, Camdessus afirmó que con ello "las perspectivas de la región se tornan más alagüeñas".
No obstante, insistió en la necesidad de separar las políticas públicas de las del sistema bancario y financiero.
Tras recomendar a los gobiernos evitar que en el futuro se dé ayuda a los bancos en dificultades, Camdessus puntualizó que los problemas del sistema bancario deben encontrar solución en el mercado y que los accionistas de las instituciones deben asumir la responsabilidad por las pérdidas.
Camdessus advirtió a los banqueros y los gobiernos que en el futuro "van a ver un FMI más curioso e inquisitivo con los controles, la supervisión y la disciplina" cuando sus funcionarios viajen a América Latina para revisar las políticas que se desarrollan.
Mientras, el brasileño Sebastiao Cunha, presidente de Felaban, exhortó al FMI, a los banqueros y a los gobiernos de la región a que de la actual crisis "se saque experiencia para el futuro".
Aunque alabó las medidas tomadas por Brasil y el programa de ayuda del FMI, Cunha opinó que ese país debe reducir aun más su déficit fiscal, ejercer mayor control de cambio y "dejar de depender tanto del capital externo para su desarrollo".
También recomendó constituir en Brasil y en los demás países de la región "comités de ciudadanos" para que, sobre la base de la discusión y el intercambio de opiniones, los ajustes se puedan hacer con mayor eficiencia que en la actualidad.
Asimismo, reclamó "una responsabilidad compartida entre los países ricos y pobres para evitar los sobresaltos que producen los ajustes y las crisis actuales".
Este planteamiento de Cunha fue respaldado por el presidente de la Asociación Bancaria Panameña, Juan Antonio Niño, cuando afirmó que, pese a la gravedad de la actual crisis, "los países industrializados continúan manteniéndose indecisos en la adopción de compromisos concretos en sus sistemas internos".
En alusión a los mecanismos de supervisión y control sugeridos por Camdessus, Niño afirmó que los banqueros no niegan "que se requiere cada día mayor supervisión de las instituciones financieras".
"Pero me pregunto si en realidad todos los participantes en los mercados financieros están bajo algún control", agregó.
"Es por eso que encontramos muy interesante y digna de ser considerada seriamente la propuesta del presidente de Francia, Jacques Chirac, de establecer un mecanismo que permita desincentivar la especulación de ciertos capitales de corto plazo, favoreciendo más bien el flujo a largo plazo", afirmó.
Estos últimos, según Niño, "realmente van a contribuir a promover el desarrollo en los países en vías de desarrollo".
Mientras, el ministro de Planificación y Política Económica de Panamá, Guillermo Chapman, estimó que la actual crisis financiera "no parece tener una solución fácil y rápida".
Además de coincidir con Camdessus, Cunha y Niño en que se adopten normas "sobre el estado de salud de los sistemas financieros", el funcionario reclamó "una línea de ayuda rápida, como ocurrió en el caso de Brasil, para evitar que la crisis afecte a los demás países" de América Latina. (FIN/IPS/sh/mj/if/98