AMERICA CENTRAL: Desastres naturales afectan más a los pobres

La devastación que el huracán Mitch causó en América Central demuestra las desastrosas consecuencias de la combinación entre pobreza y fenómenos climáticos extremos provocados por el aumento de la temperatura del planeta, advirtió el PNUD.

"Los fenómenos naturales extremos como los huracanes, los tifones y la corriente de El Niño demuestran la vulnerabilidad del mundo en desarrollo" frente al cambio climático, sostuvo el administrador del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), James Gustave Speth.

El cambio climático afectará "las perspectivas de desarrollo y la seguridad de todos los países, ricos y pobres", dijo Speth, que participa en la IV Conferencia de las Partes de las Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 4), que sesiona en la capital argentina.

La Convención reconoce, como la mayoría de los científicos, que entre las principales causas del recalentamiento del planeta figuran las emisiones de dióxido de carbono y otros gases, liberados por la quema de combustibles fósiles y por otras actividades humanas.

El Norte industrial es el responsable de 75 por ciento de las emisiones de esos gases generadas por las actividades productivas. De continuar la tendencia actual, la temperatura global podría elevarse entre uno y 3,5 grados hacia el 2100.

Las consecuencias del calentamiento del planeta son las tormentas y huracanes cada vez más violentos, las sequías, las inundaciones, el descongelamiento de los hielos polares y el consiguiente aumento del nivel del mar, que amenaza con sumergir islas y zonas costeras bajas.

El Protocolo de Kyoto fue firmado por 159 países en diciembre de 1997 en esa ciudad de Japón, pero hasta ahora sólo ha sido ratificado por las islas Fiji y Antigua y Barbuda.

En Kyoto se acordó que, entre el 2008 y el 2012, los países industrializados deberán reducir sus emisiones de gases invernadero 5,2 por ciento por debajo del nivel de 1990.

Speth urgió a los países que son parte de la Convención a ratificar el Protocolo de Kyoto, porque, dijo, "no existen motivos para costosas demoras".

La pobreza y la falta de energía eléctrica llevan a más de 2.000 millones de personas a utilizar combustibles fósiles o maderos para cocinar sus alimentos, explicó.

Los gases liberados a la atmósfera por esos combustibles y la constante tala de árboles para obtener leña se han convertido en verdaderos símbolos de la pobreza.

"Más de 1.500 millones de personas no tienen energía eléctrica", destacó Speth, quien consideró que "los países pobres necesitan con urgencia servicios energéticos modernos".

"Mientras las comunidades pobres carezcan de acceso a esos servicios, el desarrollo se resentirá y la pobreza se perpetuará", advirtió.

"Aunque el Sur tardaría 100 años en igualar las emisiones de dióxido de carbono que en la actualidad produce el Norte industrializado, las consecuencias del cambio climático afectan antes y de manera más violenta a los países en desarrollo", aseguró Speth.

El funcionario del PNUD señaló que "los pobres tienen derecho a desarrollarse". "Un derecho humano fundamental es librarse de la pobreza", agregó. Para Speth, "el cambio climático y la erradicación de la pobreza pueden y deben ser enfrentados conjuntamente".

El uso de energías renovables, el manejo racional de las tradicionales, el desarrollo de tecnologías limpias y la introducción de mejoras en la utilización de la tierra y los bosques "son indispensables para cumplir con el objetivo de un crecimiento sustentable y mitigar el cambio climático", sostuvo.

"El PNUD está decidido a respaldar los esfuerzos de los países en desarrollo para crecer cumpliendo con los postulados de la Convención sobre Cambio Climático", indicó.

En ese sentido, consideró que "el diseño del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) es fundamental para el éxito de ese objetivo".

El MDL, la Implementación Conjunta (IC) y el Comercio de Emisiones son tres mecanismos contemplados por el Protocolo de Kyoto.

El MDL fue propuesto por los 132 países que integran el Grupo de los 77 (G-77) y por China con dos objetivos básicos: ayudar a las naciones industrializadas a cumplir con las metas acordadas en Kyoto y, al mismo tiempo, favorecer el desarrollo sustentable de los países en crecimiento.

"Como una parte del sector privado ha comprendido, responder al desafío que plantea el cambio climático puede implicar también un impulso para el crecimiento", indicó Speth.

"Puede derivar en la creación de nuevos empleos y nuevas industrias y potenciar la competitividad. Tenemos la oportunidad de revertir esta situación, pero lo que necesitamos es decisión y voluntad política para actuar juntos y con sentido de urgencia", agregó.

Speth destacó que "los costos del fracaso son altos, pero lo que está en juego para las futuras generaciones no podría ser más importante". (FIN/IPS/va/mj/en dv/98

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