R.D. CONGO: Ingreso de Chad extiende el conflicto

El conflicto de la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire) se extendió con el envío de tropas de Chad a ese país para ayudar al régimen de Laurent Kabila en su lucha contra los rebeldes.

Un comunicado oficial difundido el martes en Ndjamena, capital de Chad, informó que el gobierno apoyaría incondicionalmente al presidente de la RDC, poniendo un contingente militar a su disposición.

El ministro de Información, Seki Mbaye Bessane, dijo que la decisión de apoyar a Kabila se tomó en conjunto con otros gobiernos de Africa Central en una cumbre realizada el 24 de septiembre en Libreville, Gabón.

El objetivo de la cumbre consistió en clarificar la posición de las naciones francófonas del área respecto a la crisis en ex Zaire.

"Pertencemos a esta región, y si un país vecino es desestabilizado, nuestro turno puede estar cerca", afirmó el ministro en una entrevista en Radio France Internationale.

Mbaye, portavoz oficial del gobierno, no dijo cuántos soldados se enviarían, pero en Kinshasa, capital de la RDC, trascendió que unos 1.000 militares de Chad ya estaban allí.

En la reunión de Libreville, a la que no se invitó a Ruanda y no concurrió el presidente de Burundi, los dirigentes de las naciones francófonas de Africa Central condenaron explícitamente la rebelión en la RDC.

La insurgencia comenzó el 2 de agosto, lanzada por milicias de la etnia tutsi después que Kabila ordenó el retiro de las tropas ruandesas que lo ayudaron a llegar al poder en mayo de 1997.

Los rebeldes del Movimiento Democrático Congoleño (MDC), a los que se unieron otras fuerzas opuestas al presidente, son apoyados por Ruanda y Uganda.

Cuando estos grupos amenazaron Kinshasa, la RDC pidió ayuda a la Comunidad de Desarrollo de Africa Austral (SACD), el grupo de integración regional al que el país se incorporó después que Kabila desplazó al dictador Mobutu Sese Seko.

Zimbabwe, Namibia y Angola fueron los primeros en enviar tropas para ayudar al gobierno congoleño.

La cumbre de Libreville reunió a los presidentes de Gabón, Chad, Congo-Brazzaville y Guinea Ecuatorial, el primer ministro de Camerún y el canciller de Angola. El presidente de Namibia, Sam Nujoma, acudió en representación de la SADC.

Según Mbaye, muchos de los países representados en la cumbre se comprometieron a ayudar a la RDC, en especial Gabón, cuyo presidente, Omar Bongo, apoyó con entusiasmo la participación de las tropas de Chad.

Los dirigentes de Africa Central propusieron la creación de un ejército para el mantenimiento de la paz en esa región.

De acuerdo con analistas, esos países francófonos optaron por enviar tropas de Chad a la RDC porque sus soldados, entrenados por Francia, son temidos en el área por su experiencia en la lucha contra rebeldes.

Este ejército participó en un enfrentamiento en la República Centroafricana en 1997, cuando un sector militar se amotinó, y también en la guerra civil de junio a octubre de ese año en Congo- Brazzaville, ayudando al líder rebelde Denis Sassou Nguesso a proclamarse presidente.

En 1994, tropas de Chad asistieron al régimen de Ruanda durante la guerra civil y el genocidio en ese país.

En opinión de algunos analistas, la intervención de Chad en la RDC está dictada por los intereses que el movimiento francófono, especialmente Francia, tiene en ese país, el más grande de la región central.

La RDC, como casi todas las ex colonias de Bélgica, integra la familia francófona, un grupo de países liderados por Francia en los que el francés es el idioma oficial, o uno de los idiomas oficiales. Guinea Ecuatorial también forma parte de esa familia, aunque allí se habla español.

Los francófonos perdieron terreno en los últimos cuatro años. En 1994, rebeldes ruandeses criados en la angloparlante Uganda derrocaron al régimen de su país, que era apoyado por Francia. Eso llevó a Kigali a alejarse de la familia francófona.

El propio Kabila, después de derrocar a Mobutu con ayuda de Ruanda, le dio la espalda a los vecinos francófonos que habían apoyado al dictador. Luego se unió a la SADC, de mayoría angloparlante, y acusó a Francia de intentar desestabilizar su régimen.

Pero la guerra contra los insurgentes llevó al mandatario a buscar asistencia del bloque francófono, posiblemente porque la ayuda recibida de Angola, Namibia y Zimbabwe no es suficiente para dominar a los rebeldes.

También la participación de esos tres países de la SADC responde a la intención de salvaguardar sus intereses en la RDC, señalan observadores.

Zimbabwe, por ejemplo, habría invertido 240 millones de dólares en ese país, en préstamos al gobierno para la fabricación de armas; y altos dirigentes militares de ambas naciones tendrían una explotación conjunta de diamantes en la RDC.

Trascendió además que los partidos gobernantes de Angola, Namibia y Zimbabwe son propietarios de un banco comercial en Kinshasa.

Así mismo, indicaron analistas, el motivo de Angola para entrar en el conflicto es combatir a los rebeldes de la opositora Unión Nacional para la Independencia Total de Angola, que tiene bases del lado congoleño de la frontera entre ambos países.

Ruanda y Uganda, a su vez, apoyaron a los rebeldes congoleños a fin de proteger sus territorios de los insurgentes, que lanzaron ataques sangrientos contra esos países usando a la RDC como plataforma. (FIN/IPS/tra-en/nrn/di-ml/ip/98

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