El representante del Vaticano en Honduras, Luigi Conti, pidió hoy al gobierno respuestas a los indígenas, que piden tierras y servicios de salud y el castigo de los responsables de la muerte de dirigentes de las etnias.
Un grupo de indígenas lencas decidieron pernoctar en los bajos de la sede de la Nunciatura Apostólica (embajada del Vaticano) en Tegucigalpa, como estrategia para llamar la atención y forzar al gobierno a atender sus peticiones y reclamos.
Los lencas y miembros de otras etnias cumplieron este martes una semana de protestas y cuatro de ellos están en huelga de hambre, en apoyo de sus reivindicaciones.
El nuncio Conti exhortó al gobierno a "finiquitar en el corto tiempo" el problema de los indígenas, cuyos reclamos se sumaron a la movilización de los profesores de enseñanza media.
Los profesores también empezaron este martes una huelga de hambre en los bajos del Palacio Legislativo, en procura de disuadir al gobierno de su proyecto de congelarles el salario.
Conti advirtió que la protesta de indígenas y profesores complica el panorama social hondureño, y por eso, pidió a las autoridades que atiendan "la cuestión de las etnias, para evitar brotes de violencia que en nada abonan a la democracia".
"Con esto no tomo partido por las peticiones indígenas, pero creo que los problemas no deben ser postergados", explicó.
También anunció que atenderá a los cuatro indígenas que permanecen en huelga de hambre en las afueras de la Nunciatura Apostólica, por razones "humanitarias y de solidaridad, como demandan las sagradas escrituras".
Agregó que ha exhortado a los lencas "a mantener el diálogo y la calma para no generar acciones de violencia. Les pedí que suspendieran la huelga de hambre, pero la verdad es que el gobierno debe resolver esto ya".
Trescientos indígenas congregados en el Comité de Pueblos Indígenas de Occidente (Copin) iniciaron el día 12 una serie de movilizaciones para exigir el cumplimiento de compromisos firmados hace tres años por el gobierno de entonces, encabezado por Carlos Reina.
Los acuerdos suscriptos contemplan el sometimiento a la justicia de los responsables del asesinato de líderes indígenas y soluciones para los problemas de tierra, salud y educación de los pueblos aborígenes.
Salvador Zúniga, líder del Copin, señaló que el actual presidente, Carlos Flores, avaló los compromisos firmados por Reina.
Flores "nombró una comisión que juega con nosotros y estamos cansados de esa estrategia dilatoria. No nos iremos de aquí, mientras los compromisos no sean palpables y concretos", dijo Zúñiga.
Unos 1.000 indígenas lencas y chortís del occidente del país tomaron la carretera que conduce a las Ruinas de Copán, el principal centro turístico maya del país, situado en el departamento de Copán, impidiendo el acceso.
Los manifestantes exigen tierras para los chortís, descendientes directos de los mayas, y un porcentaje para sus organizaciones de los impuestos recaudados en concepto de turismo por la municipalidad de Copán.
El ministro del Interior, Delmer Urbizo, afirmó que el gobierno no aceptará negociar bajo presión, e instó a los indígenas a desalojar la carretera hacia las Ruinas de Copán.
Urbizo designó una comisión para resolver el problema de las tierras y dotar de al menos 500 hectáreas a los chortís.
"El gobierno está anuente al diálogo y vamos a cumplir lo que podamos dentro de los compromisos, pero no permitiremos tomas de carreteras ni protestas que obstruyan el desarrollo y la inversión, porque sus gestores serán desalojados sin contemplación alguna", advirtió el ministro.
Siete grupos étnicos que agluitinan a unas 500.000 personas se cuentan en Honduras. Los indígenas comenzaron hace tres años marchas pacíficas a la capital para presentar sus demandas, las que hasta ahora han sido resueltas en forma parcial, pese a los compromisos suscritos.
Funcionarios del gobierno respondieron a los profesores movilizados que no hay recursos para satisfacer sus demandas salariales. En el caso de los indígenas, las negociaciones prosiguen. (FIN/IPS/tm/ff/pr/98