La abstención en las elecciones del País Vasco el día 25, cuya campaña comenzó hoy, será un dato clave para el proceso de pacificación, pues, según las encuestas, una mayor asistencia a las urnas disminuirá la diferencia entre los partidos nacionalistas y los que tienen presencia en toda España.
Los ciudadanos vascos renovarán el 25 su parlamento autónomo, que, a su vez, designará al presidente del gobierno, que reemplazará al actual, José Antonio Ardanza, del moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV).
Una de las primeras tareas del parlamento y el Poder Ejecutivo resultantes será la definición del proceso de pacificación, basándose en el cese de la violencia unilateral, incondicional y por tiempo indefinido resuelto por la organización ilegal ETA desde el 18 de septiembre.
Fuentes del Ministerio del Interior dijeron este viernes a IPS que el gobierno presidido por el centroderechista José María Aznar está dispuesto a negociar directamente con la coalición Herri Batasuna (HB, próxima a ETA), si ésta deja de apoyar la violencia y acepta la vía política.
Por lo tanto, HB deberá reconocer la representatividad del parlamento autónomo vasco, agregaron. Pero ese diálogo dependerá, en gran medida, de la representación parlamentaria que obtengan los partidos nacionalistas y no nacionalistas.
Todas las encuestas indican que si la abstención es igual o superior al 40 por ciento registrado en las anteriores elecciones autonómicas (1994), los nacionalistas podrían sumar 42 escaños, contra 33 de los no nacionalistas.
Pero si la participación fuese del 70 por ciento o más, la diferencia entre ambos sectores disminuiría, aunque siempre con primacía nacionalista, según los mismos sondeos.
El mayor abstencionismo en las elecciones autonómicas que en las generales, en las que se registra hasta 70 por ciento de participación en el País Vasco, se atribuye al desinterés de los simpatizantes del PP, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) e Izquierda Unida (IU) por el autonomismo.
La decisión etarra de suspender los atentados y "delegar" en los partidos nacionalistas la responsabilidad de negociar con el gobierno español abrió esperanzas de que la paz llegue al País Vasco.
Esas esperanzas son mayores en los partidos nacionalistas e IU y menores en el PP y el PSOE.
De hecho, todas las campañas electorales iniciadas este viernes tienen como punto central la pacificación y la actitud a adoptar frente a ETA (Euskadi Ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en lengua euskera).
La coalición Eusko Herretariak (EH, a la que está integrada HB) apoya una negociación en la que participe ETA. El PNV y su escisión, Eusko Alkartasuna (EA), proponen que el asunto se debata en el parlamento autónomo, posición que apoyo IU, alianza que encabeza el Partido Comunista y con presencia en toda España.
El PP y el PSOE sostienen que el debate se debe mantener en los acuerdos denominados Mesa de Ajuria Enea (sede del gobierno vasco) y en la Mesa de Madrid. En ninguno de las dos participa HB, sino los demás partidos con representación parlamentaria.
La novedad consiste en que el gobierno del PP dice ahora que aceptaría dialogar con HB o EH si se consolida el proceso de pacificación, para lo cual ETA debería ratificar su tregua.
En el campo electoral, el gobierno vasco difundió la noche del jueves su último sondeo electoral, según el cual la única novedad sería un aumento de escaños de EH-HB.
Otros dos sondeos, del PP y el PSOE, prevén que la representación del PNV aumente un escaño, de 24 a 25. El PP y el PSOE compartirían el segundo y tercer puestos, con 14 diputados cada uno, y en cuarto lugar se ubicaría EH-HB, como en la actualidad, con once representantes.
El resto se repartiría entre IU, EA y Unidad Alavesa.
El día 25, 1.821.456 personas tendrán la oportunidad de decidir con su voto su posición sobre el futuro del País Vasco. Las miradas de toda España estarán puestas en los resultados de esas elecciones, que se conocerán en la noche de esa misma jornada. (FIN/IPS/td/mj/ip/98