CUBA: Energía sustentable con ayuda exterior

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el gobierno de Cuba acordaron impulsar en conjunto planes encaminados a mejorar los servicios de energía en la isla, con menor perjuicio ambiental.

Un documento de apoyo al programa nacional cubano de energía firmado el jueves en La Habana estipula la asistencia del PNUD a dos subprogramas energéticos, para lo cual aportará medio millón de dólares en un período de tres años.

A su vez, Cuba invertirá unos 10 millones de pesos (igual cantidad en dólares al cambio oficial), según el acuerdo suscrito por el representante residente del PNUD, Ariel Francais, y el viceministro de Inversión Extranjera y Colaboración Económica, Raúl Taladrid.

El PNUD brindará asistencia en materia de electricidad solar, generada mediante celdas fotovoltaicas (bajo la acción de un flujo luminoso) y apoyará la inspección energética estatal, encargada del uso racional de los servicios.

Fuentes del PNUD señalaron que también está prevista la movilización de recursos adicionales tanto mediante otros donantes del propio sistema de las Naciones Unidas, como bilaterales.

La asistencia se suma a otras iniciativas del PNUD en apoyo al sector energético cubano, que incluyen el respaldo a la producción de electricidad mediante la biomasa azucarera y la promoción del uso de pequeñas centrales hidroeléctricas en zonas apartadas del país.

Cuba incrementó la búsqueda y desarrollo de fuentes alternativas de energía a raíz de la crisis económica que se produjo luego del derrumbe del campo socialista y el endurecimiento del bloqueo estadounidense vigente desde los años 60.

El sector energético depende fundamentalmente de las importaciones de petróleo, cuya demanda nacional supera los 10 millones de toneladas anuales.

Fuentes oficiales señalan que el país dedica aproximadamente la mitad de sus fondos en divisas convertibles, unos 1.200 millones de dólares, a la compra de portadores energéticos.

Solamente la generación de electricidad exige la inversión diaria de un millón de dólares en la compra del crudo que consumen las plantas termoeléctricas de la Isla, admitieron esos medios.

El principal suministrador petrolero de Cuba continuá siendo Rusia, heredera de los compromisos con la isla de la extinta Unión Soviética.

Según un acuerdo contenido en el protocolo comercial ratificado por ambos países a inicios de este año, el suministro se lleva a cabo mediante el intercambio de tres toneladas de crudo ruso por una de azúcar cubano.

El petróleo ruso no satisface la demanda de la isla, cuya producción alcanzó 1,48 millones de toneladas en 1997 que, según las previsiones, se mantendrá este año.

La generación eléctrica tuvo un crecimiento de ocho por ciento en 1997, en tanto el producto interno bruto creció sólo 2,5 por ciento.

Dentro de los esfuerzos por reducir esa correlación negativa, el gobierno puso en vigor, en enero, un programa nacional de ahorro de electricidad dirigido a que entidades estatales y privadas, además de las familias, adopten medidas para disminuir el consumo.

Dentro de la estrategia de ahorro continúa vigente, además, un plan de apagones programados por sector, asi como una insistente campaña a través de la prensa estatal con exhortaciones al uso racional de la energía eléctrica. (FIN/IPS/pg/mj/en if/98

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