Brasil celebra la concesión del premio Nobel de Literatura al novelista portugués José Saramago como una victoria propia y un reconocimiento a la lengua portuguesa de parte de la Academia Sueca, mientras el Vaticano condena el galardón.
El prolífico escritor bahiano Jorge Amado, varias veces postulado al premio, comentó que "al premiar a la literatura portuguesa a través de José Saramago, uno de los escritores más expresivos del mundo contemporáneo, el Nobel finalmente hace justicia con la lengua portuguesa".
Idéntico regocijo expresó el cantautor y novelista Chico Buarque, amigo personal del escritor lusitano, que expresó que "la lengua portuguesa, feliz por haber sido recordada, exulta por Saramago, que siempre la trató tan bien".
Primer premio Nobel de Literatura de lengua portuguesa, Saramago es un viejo conocido de los brasileños, no sólo por su obra, por la fidelidad a sus ideas políticas y por su apoyo a las luchas sociales de Brasil, en particular la reforma agraria.
La figura del Escritor también es célebre en persona, como el hombre alto y delgado que con frecuencia es visto por las calles de Rio de Janeiro o de Sao Paulo.
El escritor portugués también es una figura familiar en los callejones coloniales de la tropical Salvador de Bahia, donde suele visitar a su amigo Jorge Amado.
Otra amiga personal de Saramago, la escritora brasileña Lygia Fagundes Teles recordó las palabras del poeta portugués Fernando Pessoa: "Mi patria es la lengua portuguesa". La escritora agregó que con este premio también los brasileños han sido "automáticamente galardonados".
El matutino carioca Jornal do Brasil citó también al escritor uruguayo Eduardo Galeano, quien comentó que "Saramago es uno de los mejores escritores de nuestro tiempo, un protagonista vivo y valiente de este fin de siglo".
Mientras tanto, el diario L'Osservatore Romano, órgano del Vaticano, sostuvo que Saramago es un comunista "recalcitrante" y recordó que el ganador del premio Nobel el año pasado fue también un comunista, el italiano Dario Fo.
"Otra vez el Nobel ha sido dado según una orientación ideológica precisa. Saramago sigue siendo ideológicamente un comunista cuya visión del mundo es netamente antirreligiosa", sostuvo el diario católico.
La alegría por la distinción concedida al autor lusitano no se limitó en Brasil a los cenáculos literarios y a los medios literarios.
El dirigente del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) Joao Pedro Stédile también festejó como propio el galardón obtenido por Saramago, una de las personalidades extranjeras que apoyan la lucha por la reforma agraria en Brasil.
Stédile, coordinador nacional de los campesinos, expresó que estaba "exultante" ante la noticia. "Nos sentimos premiados junto con él, pues Saramago defiende la reforma agraria en Brasil y en el mundo entero", dijo.
"Siempre seré comunista", suele repetir invariablemente cada vez que se le pregunta sobre su opción ideológica.
Saramago escribió el prefacio de un libro del famoso fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado titulado "La Tierra" cuyo recaudación se destinó a financiar la lucha del MST por la reforma agraria, un proyecto que también contó con el apoyo de Chico Buarque. (FIN/IPS/rs/mj/cr/98