El parlamento de Perú desconoció advertencias de una eventual conclusión desfavorable a los intereses nacionales y concedió carta blanca a cuatro países de América para resolver el litigio limítrofe con Ecuador.
La decisión parlamentaria, por 87 votos a favor y 26 en contra, posibilitará una rápida solución al conflicto fronterizo que provocó las guerras de 1981 y 1995.
Ecuador y Perú lucharon entonces por la posesión de una deshabitada y pantanosa zona selvática situada en el flanco sur de la Cordillera del Cóndor. El último conflicto bélico concluyó por la intervención de los cuatro países garantes del tratado fronterizo de 1942 (Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos).
Según la resolución aprobada el viernes a las 02.13 hora local (07.13 GMT) tras más de dos días de debate, el arbitraje se circunscribirá a las discrepancias en la demarcación de los límites establecidos por el Protocolo de Río de Janeiro, tratado limítrofe firmado en 1942.
El tratado fue impugnado por Perú desde 1950 hasta hace dos años.
Con este triunfo bajo el brazo, el presidente Alberto Fujimori se encontrará este sábado en la VIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y Gobierno en Oporto, Portugal, con su par de Ecuador, Jamil Mahuad, quien también obtuvo respaldo parlamentario para la propuesta arbitral.
Quienes impugnaban el arbitraje en el congreso legislativo de Perú aludieron al riesgo de un presunto fallo adverso de los países que en 1942 firmaron como garantes el Protocolo de Río de Janeiro y que, en 1995, detuvieron la guerra y promovieron las negociaciones de paz.
Ese temor existió también en el parlamento de Ecuador, donde algunos legisladores previeron que el arbitraje de los garantes coincidirá con el fallo jurídico-técnico emitido por ellos mismos en mayo, que fijaba la frontera por las cumbres de la cordillera del Cóndor, una tesis favorable a Perú.
La discusión en Lima fue intensa y quebró la homogeneidad de los sectores oficialistas y opositores, pues en ambos bandos se produjeron votos a favor y en contra.
La atmósfera política en Perú fue enrarecida el pasado fin de semana, cuando renunció sin dar explicaciones el ex canciller Eduardo Ferrero, quien había asistido a Fujimori desde diciembre de 1995 en las negociaciones diplomáticas con Ecuador.
El silencio de Ferrero fue explicado oficialmente como una reacción personal a la excesiva intervención personal de Fujimori en las negociaciones, pero fuentes de su entorno sugirieron que escondía graves discrepancias de fondo y una presunta denuncia contra presiones de Washington en favor de Ecuador.
El legislador oficialista Carlos Ferrero, hermano del ex canciller, votó contra la atribución de facultades arbitrales a los garantes y trató de que la votación en el congreso se postergara hasta que el ex jefe de la diplomacia peruana expusiera las razones de su dimisión.
También votaron en contra los parlamentarios Enrique Chirinos Soto y Alfonso Baella, independientes que regularmente se alinean con las posiciones del gobierno.
Entre los opositores que votaron a favor de la propuesta de Fujimori se destacan el ex ministro del Interior Agustin Mantilla, Lastenio Morales y Alejandro Santa María, los tres del socialdemócrata Partido Aprista.
También votaron a favor Daniel Estrada, Alfonso Grados y Graciela Fernández, del ala izquierdista del partido Unión Por el Perú, organización liderada por el ex secretario general de la Organizaciókn de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, quien hizo conocer anticipadamente sus reservas a la propuesta.
Lourdes Flores, líder del opositor Partido Popular Cristiano, anunció que votaba a favor "por la importancia de la paz y por el respeto y confianza que me inspiran los gobiernos de los países garantes, aunque sé que si me equivoco estaré políticamente liquidada para siempre".
En las diferentes entidades representativas de los sectores civiles se manifestaron discrepancias internas semejantes, con evidente mayoría de quienes respaldan la propuesta arbitral como una adecuada forma de poner fin a un litigio fronterizo que en los últimos 56 años provocó tres guerras.
La Confederación de Entidades Empresariales, la Asociación de Exportadores y la Sociedad Nacional de Industrias emitieron pronunciamientos a favor del acuerdo, expresando que una paz definitiva con Ecuador mejorará las condiciones económicas de ambos países.
La Federación de Estudiantes Universitarios fracasó en su convocatoria de un mítin en la Plaza de la Inquisición, situada frente al Congreso de la República, pues solo congregó a unos 150 jóvenes que coreaban lemas contra el arbitraje.
Pero en la ciudad de Iquitos, capital de la Amazonia peruana y donde siempre existió fuerte resistencia contra las expectativas de Ecuador de acceder a dicho territorio, se produjo el jueves un desfile hostil al acuerdo y este viernes un "plantón" contra los parlamentarios que lo votaron.
El Frente Patriótico de Loreto, con sede en Iquitos, emitió este viernes un comunicado para rechazar la intención de los países garantes de pedir al papa Juan Pablo II que bendiga el fallo arbitral cuando éste se haga conocer.
"Pedir que se insmicuya el Papa para bendecir una posición contraria al derecho y los intereses del Perú es hacer demagogia con el espíritu cristiano del pueblo peruano", sostuvo este viernes Leopoldo Morey, uno de los dirigentes del Frente.
Por su parte, el Defensor del Pueblo, Jorge Santistevan, funcionario a cargo de proteger los derechos civiles de los abusos oficiales, se pronunció este viernes a favor del acuerdo legislativo, aunque deploró el "personalismo" de Fujimori para conducir las negociaciones
El parlamentario izquierdista Henry Pease votó en contra y propuso que, en todo caso, la propuesta de los garantes sea sometida al veredicto popular en un referendo.
"Formulo esta propuesta, aunque estoy seguro de que será desoída por el autoritario régimen de Fujimori, que utiliza su mayoría parlamentaria para imponer sus decisiones", dijo Pease. (FIN/IPS/al/mj/ip/98