La integración de América Central ha sido incapaz de resolver los problemas sociales de la región, según un exámen a que fue sometido el proceso en la capital de Costa Rica.
La revisión se hizo en el marco de la reunión "Centroamérica mirando al Sur", realizada del 23 al 25 de septiembre, para analizar procesos similares en el resto del continente y promover la creación de la Comunidad Latinoamericana de Naciones.
El secretario ejecutivo de la Confederación Centroamericana de Trabajadores (CCT), Carlos Molina, dijo a IPS que del debate se extrajeron dos conclusiones básicas del debate. La primera es que la globalización constituye una amenaza real debido a su impacto negativo en el empleo y la precariedad de los puestos de trabajo.
La segunda conclusión, referida a América Central, subraya que el proceso de integración no contempla el aspecto social, aunque existen mecanismos como la Alianza para el Desarrollo Sostenible (Alides), suscrita por los gobiernos centroamericanos en 1994 y basada en los ejes ambiental, social, económico y político.
Pero ésta instancia "se queda en letra muerta, según nos muestra la radiografía que hace el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Flacso (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales)", afirmó Molina.
Juan Pablo Pérez, de Flacso, recordó una crítica definición del proceso de integración regional según la cual no se trataría más que de un esquema de cooperación comercial acompañado de un proceso imperfecto de negociaciones comerciales con terceros e indicó que hasta hoy no abordó la dimensión social.
Tres de cada 10 adultos centroamericanos no saben leer ni escribir, la educación promedio es menor a cinco años, el gasto público en educación es inferior a cuatro por ciento del producto interno bruto (PIB) y hay sólo 0,3 científicos por cada mil habitantes, expresó el investigador.
En materia de acceso a servicios básicos de salud y agua potable, América Central sigue siendo la misma, aseguró. El gasto público en estos sectores es menor a tres por ciento, cuatro de cada 10 personas no tiene acceso al agua potable y tres de cada 10 no recibe atención en salud.
Por cada 100.000 habitantes hay 90 médicos, dos de cada 10 niños menores de cinco años tiene peso insuficiente y entre 40 y 60 de cada mil niños mueren antes de cumplir cinco años.
Por otra parte, destacó que el nivel de pobreza sigue siendo muy alto en América Central. Seis de cada 10 personas son pobres y el ingreso del 20 por ciento más rico es 30 veces mayor que el del 20 por ciento más pobre.
Jorge Nowalski, consultor del PNUD, dijo que el último informe sobre desarrollo humano de esa agencia confirma que América Central no ha mostrado una mejoría significativa en ese campo.
Costa Rica es, según ese informe, uno de los mejor situados entre los países en desarrollo, y ocupa el puesto número cinco, con un valor de 6,6 en el índice de pobreza humana, seguido por Panamá, con 11,1.
El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua tienen problemas de pobreza humana mucho mayores, con de 27,8, 29,3, 21,8 y 26,2, respectivamente.
Esta situación la confirman las tasas de esperanza de vida. En Belice y Panamá, según el informe, el seis por ciento de la población probablemente no llegue a los 40 años, y en Costa Rica el cuatro por ciento.
Se estima que en El Salvador, Honduras y Nicaragua el 12 por ciento de la población no logrará llegar a los 40 años, en tanto en Guatemala, este segmento sube a 14 por ciento.
En El Salvador y Guatemala contribuyen a este fenómeno la violencia política y la delincuencia.
Guatemala fue el último país centroamericano en concluir la guerra civil, en diciembre de 1996, y aún se vive un clima de inestabilidad, como revela el asesinato en abril del obispo auxiliar Juan Gerardi.
En El Salvador concluyó un acerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla en 1992, pero el país vive una ola de violencia delictiva y, según cálculos policiales, entre 10 y 14 personas son asesinadas cada día.
Frente a la insuficiencia del proceso de integración en el área social, las tres principales centrales sindicales de la región se disponen este año a impulsar en forma coordinada proyectos como la homologación de los códigos de trabajo.
La Confederación de Trabajadores Centroamericanos, la Coordinadora Centroamericana de Trabajadores y la Confederación Centroamericana de Trabajadores pretenden, además, promover leyes de seguridad social y la libre sindicalización. (FIN/IPS/mso/ag/if- dv/98