Organizaciones ambientalistas reclaman medidas urgentes contra la sobrepesca en la conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) que se celebrará en Roma la semana próxima.
"La reunión de la FAO es una oportunidad única para combatir los efectos dañinos que causa la sobrepesca a la biodiversidad y controlar el crecimiento desmedido de las flotas pesqueras", dijo el director de conservación marina de la Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), Scott Burns.
Pero Burns advirtió que si en en la conferencia que transcurrirá en Roma entre este lunes y viernes no se logra un acuerdo que llame a los países a realizar acciones concretas para enfrentar estos problemas, "estaremos en serios problemas".
Aunque un acuerdo de este tipo no sería vinculante, tendría la virtud de ser el primer plan de acción internacional en incluir requerimientos específicos para que los países actúen contra la depredación de especies marinas.
Otros acuerdos sobre el asunto, como el Código de Conducta para Pesqueras Responsables, no fueron específicos en demandar estrategias precisas o mecanismos de vigilancia.
La FAO estimó que 70 por ciento de las especies marinas más valiosas ya fueron depredadas o están muy afectadas por la sobrepesca. En la próxima década, la demanda de mariscos será superior a la oferta, dijo este organismo.
Los ambientalistas concuerdan con FAO en que la gran capacidad de captura de las flotas pesqueras es la principal amenaza para el futuro de la industria. Hay un exceso de embarcaciones, y algunas de ellas usan redes inmensas, con 35.000 anzuelos que cubren hasta 100 kilómetros.
"Casi todas las regiones del planeta están afectadas por la sobrepesca", dijo Gareth Porter, quien elaboró un informe sobre el asunto para el WWF. En su opinión, los países deberían impulsar la reducción de al menos las dos terceras partes de las flotas.
Porter, quien se basó en algunas estadísticas nacionales y en investigaciones de la FAO, estimó que la sobrepesca implica capturas 2,5 veces superior a lo necesario para cubrir las necesidades mundiales.
De las 14 naciones estudiadas por Porter, incluyendo algunas de la Unión Europea, Estados Unidos, Chile, Tailandia y China, solo Indonesia tenía sobrepesca inferior a 100 por ciento. Nueve de ellas capturaban con un exceso de más de 150 por ciento.
Esta realidad afecta tanto a las especies marinas como a las comunidades que sobreviven de la pesca, impactadas por la actividad de las grandes flotas, dijo Porter.
El WWF considera que un plan internacional debería ser complementado con estrategias regionales y nacionales que hagan a los países responsables de aplicar políticas contra la sobrepesca.
Porter consideró que el compromiso debería cumplirse en tres años, "y deberían hacerlo sin exportar los sobrantes de sus flotas a otros países o pesqueras de altamar que ya están sobrexplotados".
El plan de acción también debería incluir una moratoria de nuevas pesqueras, hasta que haya acuerdo para reducir capturas en altamar. Y debería existir un mecanismo para lidiar con embarcaciones de países no signatarios del acuerdo, precisó Porter.
Uno de los problemas que también debería abordarse, según el WWF, es el de países en desarrollo con poca capacidad de aplicar regulaciones cuando se enfrentan a los grandes pesqueros del mundo industrializado.
"Estos grandes pesqueros causan problemas muy concretos para comunidades costeras que son afectadas por la depredación de la pesca, sus sustento tradicional. Lo justo sería que pagaran para ayudar a costear los planes de conservación", dijo Burns.
Otro aspecto importante de un plan de acción contra la sobrepesca sería lograr que se involucre más el Banco Mundial, e identificar y erradicar los subsidios que pudieran estar contribuyendo con la sobrepesca.
"Los subsidios han sido devastadores para la pesca porque estmulan la sobrepesca, y ahora llegó el momento de desactivarlos", afirmó Porter.
Se estima que esos subsidios oscilan entre 14.000 y 20.500 millones de dólares en todo el mundo, lo cual aumenta las ganancias de las empresas pesqueras y contribuye a que no quieran abandonar este negocio.
Por otra parte se espera que la reunión de Roma considere los efectos de la sobrepesca de tiburones, cuya captura no está sometida a ningún tipo de control, dijo Andy Oliver, del programa marino del WWF.
La captura incidental de especies marinas y aves cuando se realizan grandes operaciones de pesca es otra de las cuestiones en la agenda de la WWF y otras organizaciones.
"Lo importante será mantener una sensación de urgencia durante estas negociaciones. En este momento se requiere una acción dramática", dijo Oliver. (FIN/IPS/tra-en/dk/lc-mj/en/98