Todos pensaban que el swing estaba confinado al baúl de los recuerdos cuando de repente las parejas de baile abandonaron la "Macarena" para desenterrar pasos inventados hace casi 50 años en Estados Unidos.
Salas especializadas en swing abren en todo Estados Unidos, los profesores de baile reportan un aumento de su matrícula y el "Midsummer Night's Swing", realizado este año frente al Lincoln Center de Nueva York, convoca a una multitud que hace poco tiempo nadie hubiera esperado.
Y la música de las grandes orquestas vuelve a escucharse. La mejor muestra fue la aparición de una de considerables dimensiones que acompañó al melódico cantante Brian Setzer en la entrega de los premios a los videos musicales de la cadena MTV, realizada en Los Angeles el mes pasado.
Setzer, que procede del grupo de rockabilly Stray Cats, no está solo en la cruzada musical: detrás de él aparecen muchas agrupaciones de jóvenes, algunos con un pasado teñido por el ska o el punk, quienes ahora son devotos de Frank Sinatra o del sonido de las orquestas de Duke Ellington o Count Basie.
Es como si se estuviera produciendo el renacimiento de todo aquello que dejó de estar de moda cuando llegaron los años 60. Pero, ¿por qué motivo los jóvenes estadounidenses de fin de siglo volvieron a mirar hacia el swing?
Algunos observadores de las modas musicales aseguran que todo empezó con la publicidad de una empresa de ropa juvenil. A comienzos de año, la conocida compañía The Gap trató de captar adolescentes para sus pantalones caqui con un anuncio que mostraba adolescentes bailando al ritmo de conocidas canciones de swing.
La publicidad conocida como "el swing de los caquis" llegó a ser tan popular que The Gap decidió mantenerla en el aire.
En cierta forma, los fabricantes de pantalones habían aprovechado el éxito alcanzado en este país por una comedia llamada "Swingers", que contaba la historia de dos solteros que frecuentan clubes de swing en Las Vegas, amenizada con una serie de lugares comunes importados desde la década de los 50.
Pero más allá de las especulaciones, lo cierto es que los jóvenes que buscaban una nueva moda descubrieron el mundo glamoroso del swing, y entre sus favoritos figuran Sinatra, que murió en mayo, y sus amigos del denominado "Rat Pack": Sammy Davis Junior y Dean Martin.
Y precisamente acaba de estrenarse en la televisión por cable "The Rat Pack" una película que contribuye a alimentar la leyenda de los 'swingers'. Los tres astros aparecen retratados como personas sinceras y serias.
Después de la muerte de Sinatra y de éxitos como el de la canción "Hell" de Sqirrel Nut Zipper, el éxito del swing era inevitable. Pero algunos especialistas se preguntan cuánto tiempo va a durar, en especial porque este estilo generalmente asociado a grandes bandas de negros renace ahora entre los blancos.
Otras modas fueron fugaces. Así ocurrió con la lambada procedente de Brasil, impulsada por un comercial de Orangina, que al final no logró echar raíces en Estados Unidos aunque incluso se hicieron películas para promover ese baile.
La diferencia, por supuesto, es que Sinatra, los sombreros Panamá y Duke Ellington ya dieron pruebas suficientes de su resistencia al tiempo y a las modas.
Y ahora con la reaparición del swing ocurrirá, por algún tiempo al menos, que los jóvenes bailarán lo mismo que sus abuelos, mientras los padres se preguntarán de qué diablos se trata. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/lc-ml/cr/98
