AMERICA LATINA-EUROPA: Viaje de Oporto a Río pasa por Pörtschach

La decisión de América Latina, España y Portugal de actuar de modo coordinado ante la crisis financiera mundial y de buscar el apoyo de la Unión Europea (UE) y el Caribe es el hecho más destacado de la VIII Cumbre Iberoamericana, que se celebró el fin de semana.

Dos hitos importantes en ese empeño anunciado en Oporto, Portugal, serán la ciudad austríaca de Pörtschach, el próximo fin de semana, y la brasileña de Río de Janeiro, en junio de 1999.

En la primera se reunirá el Consejo Europeo y la segunda será escenario de la conferencia de los jefes de Estado y de gobierno de la UE y de América Latina y el Caribe.

Los 23 mandatarios reunidos en Oporto en representación de 19 países de América Latina y de los dos de Europa de habla castellana y portuguesa exhortaron a Estados Unidos, Japón y la UE a enfrentar la amenaza de recesión mundial con varias medidas, entre ellas la reducción de las tasas de interés.

El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, alertó sobre la posibilidad de que la crisis iniciada en Asia se extienda a todo el mundo.

Cardoso criticó al Grupo de los Siete países más industrializados (G7) porque siguen actuando "como si esto fuese una crisis en Asia y no como algo que los puede afectar a ellos en cualquier momento".

Mientras se celebraba la reunión de Oporto, el presidente del gobierno español, José María Aznar, y el de Portugal, Antonio Guterres, se pusieron en contacto con sus pares de la UE, con los que se reunirán en Pörtschach, y lograron de ellos el compromiso de analizar entonces la crisis y acordar medidas para afrontarla.

Aznar dijo que el momento actual no está para debates sobre las instituciones financieras internacionales, pues es el momento "de adoptar medidas concretas, ahora, ya, para enfrentar la crisis".

Si hay un incendio, ejemplificó, no se pueden estudiar medidas para aplicar a los seis meses, sino que hay que apagar el fuego.

Los mandatarios iberoamericanos exhortaron a Japón, Estados Unidos y la UE a participar en el Fondo de Contingencia del Fondo Monetario Internacional.

Ese fondo tendrá el objetivo de "disminuir el riesgo de un contagio indiscriminado de la crisis a las economías que han realizado reformas estructurales y cuentan, por ello, con fundamentos económicos sólidos", según reza la declaración final.

En la reunión del Consejo Europeo, Guterres y Aznar plantearán la necesidad de que todos los países de la UE contribuyan con sumas importantes al Fondo de Contingencia. España ya comprometió 5.700 millones de dólares y Argentina, 1.000 millones.

Si los países de la UE acogen positivamente la iniciativa ibérica y producen hechos al respecto, será un paso importante para pavimentar el camino hacia la Cumbre de la UE y América Latina y el Caribe, propuesta por Aznar en 1996 en Chile y convocada para junio próximo en Río de Janeiro.

La Cumbre de Río deberá marcar un hito en el desarrollo de las relaciones entre ambos grupos regionales, señalaron los mandatarios iberoamericanos al finalizar su reunión en Oporto.

Los dos bloques regionales han progresado sustantivamente en la cooperación política, apoyando procesos de democratización y apertura, así como condicionando los programas de colaboración al respeto de la legalidad constitucional en los países.

En el plano económico, y sobre todo en el comercial y en el financiero, es en el que se notan más carencias. Los países europeos realizaron fuertes inversiones en América Latina y el Caribe, pero todavía se nota la carencia de acciones activas para lograr estabilidad en los flujos financieros.

Y, más que nada, se espera que avancen las negociaciones para dinamizar la liberalización de los mercados para los productos agropecuarios de América Latina.

Por eso, los mandatarios expresaron en Oporto su confianza en que la Cumbre de Río otorgue nuevo ímpetu a esas negociaciones para que haya resultados a corto plazo.

Río de Janeiro constituirá una ocasión propicia para reforzar la colaboración en educación, cultura, ciencia y tecnología, dijo el director general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza.

Uno de los aspectos en discusión es la liberalización de mercados para los libros, de manera que puedan circular por las dos regiones sin trabas aduaneras ni de otro tipo.

En suma, el camino iniciado en Oporto y que tendrá una primera etapa en Pörtschach estará marcado por las negociaciones previas en varios ámbitos. Pero si las comerciales y culturales pueden esperar hasta junio, para las financieras se deberá encontrar un atajo que permita arbitrarlas antes de que la crisis sea mundial. (FIN/IPS/td/ff-mj/ip if/98

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