El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, predijo hoy en esta capital tiempos duros para los rusos, pero no ofreció ayuda financiera.
Los problemas de Rusia eran "tan previsibles como la salida diaria del sol. Todo país (ex comunista) debe pasar por este proceso", dijo Clinton ante estudiantes de Relaciones Internacionales de la Universidad de Moscú.
La crisis rusa se agravó dramáticamente el 17 de agosto, cuando el gobierno anunció una devaluación de hecho del rublo y una mora en sus pagos de bonos del tesoro, lo cual lanzó a la moneda nacional en caída libre.
Clinton puso énfasis en que Rusia no debe volver a las "fracasadas políticas del pasado" ni "detener las reformas". Según Clinton, es fundamental devolver la confianza de los inversionistas extranjeros, combatir la corrupción y no emitir dinero, pese a las presiones internas.
El presidente estadounidense urgió a la acción para el pago de los tributos en Rusia y advirtió que "invertir dinero para rescatar bancos no da resultados".
Previamente, Clinton se reunió con el presidente ruso Boris Yeltsin en la primera sesión de una cumbre de dos días. "Las relaciones ruso-estadounidenses se desarrollan exitosamente", dijo Yeltsin antes de recibir a su par fuera del Kremlin.
Ambos mandatarios mantuvieron una reunión con altos funcionarios que se centró en las perspectivas económicas de Rusia, según el subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, Lawrence Summers.
"Hablaron del apoyo incondicional de Estados Unidos a Rusia, pero no de números específicos ni de formas concretas de ayuda financiera o económica", informó el portavoz del Kremlin, Sergei Yastrzhembsky, a la televisión rusa.
Summers señaló que los funcionarios rusos enumeraron "varias áreas en las que consideran apropiada una participación más activa del Estado sin regresar al comunismo".
Yeltsin ya prometió seguir en el camino de las reformas económicas, aunque su capacidad para hacerlo está en duda, ya que el parlamento rechazó el lunes la nominación de Viktor Chernomyrdin como primer ministro. Yeltsin lo volvió a proponer y el próximo lunes se realizará una nueva votación.
"Trabajaré para tener un gobierno formado dentro de una semana", declaró el mandatario ruso el lunes, y confirmó que insistirá en la candidatura de Chernomyrdin pese al rotundo rechazo de la Duma (cámara baja del parlamento).
"Cada día que pasa sin un gobierno confirmado representa pérdidas millonarias para el país y su gente", advirtió Yeltsin, a quien el Partido Comunista, mayoritario en el parlamento, pidió la renuncia.
Los comunistas creen que el objetivo real de la visita de Clinton no es que Rusia supere la crisis, sino que continúe hundiéndose para que así se confirme la hegemonía mundial de Estados Unidos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) podría suspender los desembolsos parciales de su paquete de rescate de 22.600 millones de dólares para Moscú si ésta no se apega a las reformas económicas acordadas.
Los líderes comunistas exigen cambios en las condiciones de reembolso de los préstamos del FMI y más representación en el gobierno, pero éstas y otras demandas fueron rechazadas por Yeltsin.
"El paquete del FMI fracasó, mientras a Occidente y al Fondo se les acabaron las ideas", advirtió el analista Martin McCauley, de la Universidad de Londres.
"El FMI podría decidir suspender el próximo préstamo por considerar que es un desperdicio de dinero", previno McCauley.
Además de la crisis económica, Clinton y Yeltsin trataron temas internacionales de interés común y conversaron acerca de dos acuerdos sobre armas que firmarán este miércoles, al final de la cumbre.
Uno de los acuerdos se refiere al intercambio de información sobre lanzamientos de misiles desde terceros países, y el otro comprometerá a ambos gobiernos a un recorte de 50 toneladas en sus reservas de plutonio para armas.
Rusia reiteró su desaprobación hacia los ataques aéreos de Estados Unidos contra objetivos terroristas en Sudán y Afganistán, el mes pasado, en represalia por los atentados contra sus embajadas en Kenia y Tanzania.
Un portavoz del Kremlin anunció que ambos mandatarios discutirán también sobre el conflicto en la provincia serbia de Kosovo, la lucha contra el terrorismo y las relaciones con Irán e Iraq. (FIN/IPS/tra-en/sb/rj/ml/ip-if/98