INDIA: Gobierno se enfrenta con China y Sudáfrica

India se enfrentó en los últimos meses con Sudáfrica y China, dos países con los que había tejido buenas relaciones antes de que el partido de derecha religiosa hindú Bharatiya Janata tomara el control del gobierno.

El opositor Partido del Congreso, el más antiguo del país, decidió enviar sus propios representantes a Beijing y Pretoria para asegurarles que la política exterior del gobierno del partido de derecha religiosa hindú Bharatiya Janata no los representa.

Esta medida no tiene precedentes en los 51 años de vida independiente de India.

Las tensas relaciones con China se habían suavizado sustancialmente desde la guerra fronteriza que los enfrentó en 1962, mejora considerada el hito más importante en la política exterior india de los años 90.

En la última cumbre del Movimiento de Países No Alineados en Durban, Sudáfrica, la delegación india, liderada por el primer ministro Atal Bihari Vajpayee, se enfrentó públicamente con el gobierno del país anfitrión.

El presidente sudafricano, Nelson Mandela, mencionó en la reunión a Cachemira, zona fronteriza disputada por India y Pakistán.

"Todos estamos preocupados por Cachemira, y creemos que el problema debe ser resuelto mediante negociación pacífica", dijo Mandela.

El mandatario indio replicó en un banquete público que esas declaraciones eran "totalmente inaceptables".

Cuando el vicepresidente sudafricano Thabo Mbeki aclaró que los comentarios no tuvieron la intención de "lastimar a India" o de ofrecer mediación, las autoridades indias afirmaron que Mandela había "pedido disculpas", lo cual molestó a los sudafricanos.

El episodio dañó las relaciones entre India y Sudáfrica, que hasta ese momento eran estrechas. India fue un firme partidario del movimiento que lideró Mandela para acabar con el apartheid, sistema de segregación racial institucionalizada que rigió en Sudáfrica hasta 1994.

Las críticas del gobierno de Vajpayee a Mandela sorprendieron a muchos dirigentes políticos indios.

Un portavoz de Partido del Congreso dijo que el episodio trajo desprestigio a India, y lo comparó con un ataque del "pequeño David a Goliat".

El Partido del Congreso y la izquierda india tienen estrechas relaciones con el Congreso Nacional Africano, el partido de Mandela.

Antes de este episodio, funcionarios indios atacaron a China. El ministro de Defensa, George Fernándes, calificó reiteradamente a ese país de "amenaza".

En abril, Fernándes acusó a Beijing de construir una base de aterrizaje de helicópteros en Arunachal Pradesh, estado del noroeste de India reclamado por China.

China había suspendido en 1996 un programa de desarrollo de misiles de alcance medio que podían llegar a blancos en la península índica, según distintas versiones. Los misiles existentes apenas pueden alcanzar al noroeste del país.

Pero esta creciente confianza mutua, así como un aumento de 30 por ciento del intercambio comercial el año pasado fueron socavados por las pruebas de armas nucleares efectuadas por India este año.

En una carta que envió después de las deteonaciones del 11 de mayo al presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, Vajpayee calificó a China de "una manifiesta amenaza nuclear" que deteriora el "ambiente de seguridad" de India.

Vajpayee subrayó la "atmósfera de desconfianza" en las relaciones con China, país que, según el gobernante indio, ayudó a Pakistán a convertirse en una potencia nuclear.

En respuesta, Beijing acusó a India de desafiar la voluntad de la comunidad internacional y fomentar la inestabilidad y la desconfianza entre vecinos.

Para China, la carrera armamentista nuclear de Pakistán es una reacción a la de India, a la que considera injustificada.

Además de censurar a India en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, China advirtió en reiteradas oportunidades que puede cambiar su posición estratégica a menos que Nueva Delhi muestre moderación.

Muchos partidos opositores están preocupados por la "aventura nuclear" del gobierno indio y el consecuente deterioro en las relaciones con sus vecinos.

El gobierno de Vajpayee hizo algunos intentos de dialogar sobre la cuestión nuclear con China, pero concentró sus esfuerzos en las conversaciones con Estados Unidos y con Francia, que tiene una posición "blanda" hacia India.

India fue reticente a condenar las pruebas nucleares francesas en el Pacífico sur en 1995 y 1996 durante las conversaciones sobre el Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares.

Los partidos opositores también critican la negativa del gobierno a condenar los ataques estadounidenses con misiles a Sudán y Afganistán, que lo alejan del tradicional no alineamiento. (FIN/IPS/tra-en/pb/di-mj/ip/98

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