El derecho consuetudinario indígena tendrá rango constitucional en Guatemala, tras un acuerdo entre la principal organización aborigen del país y el partido de gobierno que, sin embargo, no establece su jurisdicción ni leyes que lo coordinen con el derecho ordinario.
El artículo 203 de la Constitución, que impide que otra autoridad fuera de los tribunales ordinarios intervenga en la administración de justicia, debió ceder paso, tras un prolongado debate que amenazaba con convertirse en enfrentamiento, al derecho indígena.
De ese modo, se da cumplimiento a algunos de los acuerdos de paz que pusieron fin en diciembre de 1996 a 36 años de cruenta guerra interna en la que murieron 150.000 personas.
"El Estado reconoce el derecho consuetudinario, (…) las normas, valores, principios, procedimientos, tradiciones y costumbres de los pueblos indígenas para la regulación de su convivencia interna", según el acuerdo alcanzado el jueves.
El pacto fue firmado entre el Partido de Avanzada Nacional (PAN), en el gobierno, y la Coordinadora de Pueblos Mayas de Guatemala.
El acuerdo reconoce también "la validez de las decisiones" de los organismos judiciales indígenas, "siempre que la sujeción (al derecho consuetudinario) sea voluntaria".
La jurisdicción indígena también debe respetar "los derechos fundamentales definidos por el sistema jurídico nacional, los tratados y convenios internacionales en materia de derechos humanos, ni los intereses de terceros".
El presidente del Congreso, Rafael Barrios, manifestó su satisfacción porque la propuesta " mantiene la unidad nacional y evita antagonismos".
Nineth Montenegro, diputada del izquierdista Frente Democrático Nueva Guatemala (FDNG), manifestó que el acuerdo rebaja mucho la propuesta inicial de Copmagua.
La congresista aseguró que su partido comprometió su apoyo en el Congreso a lo que las organizaciones indígenas aceptaran, por lo que "respeta la decisión", pero cree que existirán problemas en la aplicación del acuerdo, que no especifica la creación de una ley de coordinación con las autoridades judiciales.
Para la dirigente indígena y también diputada del FDNG Rosalina Tuyuc, "no hay total conformidad" en el espacio alcanzado para el derecho indígena, que "al menos queda constitucionalmente reconocido y eso es un paso importante".
Tuyuc dijo a IPS que lo ideal hubiese sido que el derecho consuetudinario "no quedara sujeto a las leyes". La legisladora explicó que "las leyes de Guatemala no están hechas tomando en cuenta la participación de los pueblos indígenas".
Mientras se producía el debate se produjo una serie de linchamientos que, según algunos diarios, respondieron a un "juicio comunitario".
Según Tuyuc, este tipo de informaciones, así como los linchamientos, tenían como objetivo impedir el reconocimiento del derecho consuetudinario.
"Los linchamientos tienen el objeto de dañar la imagen de los pueblos indígenas. Nos quieren dejar como salvajes", aseguró.
Juan León, de la Defensoría Indígena, sostuvo que el derecho consuetudinario se remite a las formas que tienen los indígenas de resolver sus problemas. "Nosotros resolvemos problemas de distinto tipo, desde robos y hurtos hasta disputas de tierras", dijo a IPS.
En casos de robos, por ejemplo, el resultado final es casi siempre la reparación del daño causado, ya sea con dinero, animales o trabajo. Por lo general se produce un perdón y la decisión del culpable de arrepentirse ante la víctima, explicó.
"No se aplican penas de cárcel porque no es un sistema castigador" explicó, aunque sí se le asignan trabajos comunitarios al transgresor.
El derecho consuetudinario siempre se aplicó en las comunidades indígenas y se seguirá aplicando con o sin su reconocimiento constitucional. "Sólo queremos que exista de manera formal y legal", aclaró León.
Las reformas a la Constitución son parte fundamental en el cumplimiento de los acuerdos de paz, y aún no se produjo un acuerdo total al respecto, dijo Raquel Zelaya, de la gubernamental Secretaría de la Paz.
Los acuerdos de paz establecen que la Constitución deberá "definir y caracterizar a la nación guatemalteca como de unidad nacional, multiétnica, pluricultural y multilingüe".
Esto incluye la oficialización de los idiomas indígenas y el reconocimiento y respeto de las distintas formas de espiritualidad practicadas por los pueblos maya, garífuna y xinca.
Más de la mitad de la población guatemalteca es indígena. Ese sector es el que sufre los mayores índices de analfabetismo, pobreza y exclusión. (FIN/IPS/cz/mj/hd ip/98