EEUU: Clinton defiende globalización frente a crisis mundial

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, defendió hoy la economía globalizada y las instituciones financieras multilaterales y lanzó un llamado en defensa de las economías de América Latina.

Clinton prometió ante el Consejo de Relaciones Exteriores, en un momento en que su credibilidad está menoscabada, que Estados Unidos ayudará a estimular el crecimiento de otras naciones y a superar la "paralizante carga de la deuda" de Asia.

El punto central del discurso fue la promesa de presionar al Congreso para que pague la cuota de Estados Unidos como miembro del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que permita a esa institución multilateral utilizar 15.000 millones de dólares en fondos de emergencia para paliar la crisis financiera mundial.

"Si este Congreso no paga nuestra deuda con el FMI pondrá en riesgo nuestra propia prosperidad", advirtió Clinton.

Sin el dinero, el FMI tendrá dificultades para ayudar a Rusia y a las economías de América Latina, que se enfrentan a la nueva ola de ataques especulativos e inestabilidad monetaria provocada por la crisis financiera, agregó.

También dijo que los países "deben estar preparados para reaccionar inmediatamente y con fuerza financiera, si es necesario, ante la crisis monetaria, si se extiende, y especialmente si amenaza las economías de América Latina".

El presidente se concentró en el contenido de su discurso y no dio señales de distracción ante la delicada situación en que lo ha colocado la revelación de sus encuentros sexuales con la ex becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky, relatados en medios de comunicación de todo el mundo.

Es preciso "activar los 15.000 millones de dólares del fondo de emergencia del FMI, para asegurar que continúe el apoyo del FMI a las reformas y el combate contra el contagio económico" de la crisis, señaló.

La posición de Clinton, que incluye el férreo apoyo al monetarismo fiscal y las políticas de libre mercado en todo el mundo, fue bienvenida en Wall Street, tras el colapso general de mercados bursátiles registrado la semana pasada.

Clinton pronunció su discurso en un momento en que tanto él, perjudicado por el escándalo, como el FMI, se encuentran asediados por críticas.

"La posición de Clinton es débil", señaló Tony Avirgan, coordinador del centro de investigación The Development Gap (La Brecha del Desarrollo), de Washington. Parte de esa debilidad corresponde al fracaso de los "programas del FMI y el Banco Mundial en todo el mundo", explicó.

"Toda persona razonable se pregunta por qué tenemos que seguir pagando al Banco Mundial y al FMI para que recomienden estas políticas que fracasaron", manifestó Avirgan.

Varios países renunciaron a la ortodoxia monetaria que el FMI exige como condición para sus préstamos.

Malasia prohibió transferencias al exterior en ringgit, su moneda, para impedir que ésta se cotice en mercados externos, y Hong Kong aplica controles de precios para proteger la economía.

El parlamento y el presidente de Rusia confirmaron la semana pasada al nuevo primer ministro, Yevgeny Primakov, cuyos asesores, antiguos funcionarios del régimen soviético, consideran el aumento del control estatal sobre la economía, tras años de liberalización. (SIGUE

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