Un muerto, 180 detenidos, 53 lesionados, apagones, saqueos y vehículos incendiados fue el saldo de la violenta jornada que Chile vivió este viernes, en el aniversario 25 del cruento golpe de estado del 11 de septiembre de 1973.
Los disturbios, que ocurrieron en horas del día sobre todo en el centro de Santiago, continuaron durante la noche en varias ciudades y particularmente en barriadas periféricas de esta capital, con apagones provocados por sabotajes.
Cristián Varela, de 47 años, dirigente del Partido Comunista (PC) en un municipio santiaguino, falleció en la noche del viernes en la Posta Central, al parecer a raíz de un alza de presión durante las manifestaciones que le causó un accidente vascular.
Familiares de Varela sostuvieron, sin embargo, que el dirigente fue impactado por una bomba lacrimógena de la policía de Carabineros cuando marchaba hacia el Cementerio General y que murió a consecuencia de las heridas.
Por instrucciones del gobierno del presidente Eduardo Frei, la policía reprimió a militantes del PC que intentaron desfilar frente al palacio presidencial de La Moneda para rendir homenaje al presidente Salvador Allende, muerto allí el día del golpe.
Los disturbios se concentraron en las primeras horas de la tarde en la Estación Mapocho y en el Cementerio General, donde se encuentran el mausoleo de Allende y el memorial de las víctimas de la represión de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973- 1990).
En el transcurso del desfile por las áreas centricas de la capital fueron apedreados varios edificios, incluyendo la embajada de Brasil, registrándose también la destrucción de señales de tránsito y el saqueo de varias tiendas.
El viceministro del Interior, Belisario Velasco, sostuvo, sin embargo, que la situación estaba controlada, y rechazó las críticas de parlamentarios socialistas por la "militarización" de Santiago en este vigésimo quinto aniversario del golpe.
Pero en horas de la noche recrudeció la violencia y el propio Velasco informó que hubo 22 puntos de conflicto en la capital, con 180 detenidos, en su mayoría menores de 18 años, y 53 lesionados, 31 de ellos civiles y 22 carabineros.
En Coquimbo, durante la noche, fueron dinamitadas torres de alta tensión, lo cual causó interrupciones parciales del suministro de energía eléctrica en la Cuarta Región, unos 450 kilómetros al norte de Santiago.
También hubo cortes del suministro eléctrico en cuatro comunas (municipios) de la Región Metropolitana, como consecuencia de sabotajes en líneas de transmisión.
En barriadas periféricas del oeste y sur de Santiago la policía se enfrentó con manifestantes que levantaron barricadas y encendieron fogatas en las calles, registrándose los incidentes más graves en la comuna de San Ramón, donde fueron quemados algunos vehículos.
Al "día después" del 25 aniversario del golpe persistía la polémica entre funcionarios de gobierno y dirigentes del oficialista Partido Socialista por la prohibición de marchar por el palacio de La Moneda que dispusieron las autoridades.
El PC, principal fuerza de la oposición de izquierda, calificó de "provocación" el hecho de que una vez más se hubiera impedido a los manifestantes rendir homenaje a Allende en el lugar donde resistió a los golpistas antes de suicidarse.
El gobierno insistió en su versión de que el paso por La Moneda era inconveniente por la infiltración en los desfiles de "elementos subversivos", a los cuales ni el propio PC podía controlar, según indicó Velasco. (FIN/IPS/ggr/mj/ip hd/98
