El consumo en la mayoría de los países de América Latina se disparó en los últimos años, aunque dista mucho del alcanzado en el mundo industrializadom, al tiempo que se profundizaron las brechas sociales internas.
Según el Informe sobre Desarrollo Humano 1998 elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el "consumo desenfrenado" constatado en todas las regiones del planeta "aumenta la diferencia entre ricos y pobres".
El informe, difundido el miércoles, prevé de manera general que el consumo general de bienes y servicios superará este año los 24 billones de dólares este año, seis veces más que en 1975.
América Latina y el Caribe es la región en desarrollo que mayor consumo presenta en la actualidad.
Según datos de 1995, los últimos disponibles, América Latina y el Caribe consume unos 1,3 billones de dólares, frente a un billón de Asia oriental (excepto China y Japón), 0,8 billones de Europa oriental, 0,5 de Asia sudoriental y el Pacífico, 0,4 de Asia meridional, 0,3 del mundo árabe y 0,2 billones de Africa subsahariana.
Sumadas todas las regiones de los países en desarrollo, no alcanzan a representar la tercera parte del consumo de las naciones industrializadas, que en 1995 alcanzó 16,5 billones de dólares.
Con el fenómeno de la globalización de los mercados hubo una explosión de artículos y servicios de lujo, incluso en los países pobres, destacó el PNUD.
Entre 1975 y 1995, la venta de televisores aumentó más de 500 por ciento en América Latina. En Brasil y Chile, al igual que en Corea del Sur, la comercialización de aparatos de televisión equivale o supera a la registrada en los países del Norte industrializado.
En América Latina y el Caribe se consumían en 1995 unos 1.144 kilogramos de equivalente de petróleo por persona, contra 969 en 1975.
Entre los países en desarrollo, la región se sitúa sólo por debajo de los países árabes, que conocieron un crecimiento espectacular en el período, de 491 a 1.215 kilos de equivalente de petróleo por persona.
En cuanto al número de automóviles cada 1.000 habitantes, América Latina y el Caribe se ubica a la cabeza del mundo en desarrollo, con 61 (40 en 1975), contra 42 en los países árabes, 18 en Asia sudoriental y el Pacífico, seis en Asia oriental y cinco en Asia meridional.
En consumo de calorías por cabeza y por día, los países árabes aventajan a los latinoamericanos y caribeños (2.903 y 2.781 respectivamente).
Respecto de la disposición de aparatos telefónicos cada 1.000 personas, los habitantes de América Latina y el Caribe son por lejos los mejor dotados entre los del mundo en desarrollo, con 34, mientras los que los siguen, los países árabes, llegan apenas a ocho.
En todos estos indicadores de consumo, las diferencias entre las naciones industrializadas y en desarrollo siguen siendo abismales.
No obstante, hay naciones latinoamericanas y caribeñas en los que el índice de desarrollo humano, que "mide el logro general de un país en términos de esperanza de vida, educación e ingreso real ajustado", es "sólo marginalmente inferior" al de algunos países industrializados, según el informe del PNUD.
Es así que Barbados y Costa Rica, al igual que Corea del Sur, se sitúan en un escalón similar en ese plano que Israel, Italia o Grecia, pese a tener un muy inferior nivel de ingreso por persona.
Trinidad y Tobago y Barbados, en el Caribe, están a su vez clasificados delante de Gran Bretaña en cuanto al "índice de potenciación de género", que refleja el nivel de oportunidades que tienen las mujeres para participar en la vida política y económica de un país.
América Latina comparte consideraciones realizadas por el informe para el mundo en desarrollado en general en cuanto a que son los países del sur los que pagan más caro desde todo punto de vista por el desmedido aumento del consumo en el Norte.
"Un niño nacido en Nueva York, París o Londres hoy consumirá, gastará y contaminará más en su vida que 50 niños de cualquier país en desarrollo", según el informe, que reconoce, no obstante, diferencias dentro de cada país que pueden llevar a relativizar esas conclusiones generales.
"Los pobres tienen menor capacidad para protegerse contra la contaminación y el agotamiento de los recursos naturales", indica el PNUD, haciendo referencia en particular a los habitantes de los países del mundo en desarrollo.
En el plano ambiental, el informe reitera, como ya afirmaron diversas agencias de las Naciones Unidasm, que si bien el mundo industrializado es el principal responsable de la contaminación verificable en el planeta, son los del Sur los que sufren las mayores consecuencias.
Aun si las emisiones de dióxido de carbono (responsables del recalentamiento de la atmósfera) de países como México y Brasil aumentaron considerablemente, a 3,9 y 1,6 toneladas métricas anuales por persona respectivamente en 1995, están lejos de alcanzar las de países industrializados.
En Estados Unidos, las emisiones de esos gases llegaron ese mismo año a 20,5 toneladas métricas anuales por persona, en Canadá a 14,8, en Alemania a 10,3 y en Japón a nueve.
Los países en desarrollo son también responsables de usos y prácticas contaminantes que acarrean serios riesgos para la salud de su población.
Es el caso de la utilización de la gasolina con plomo. En América Latina y el Caribe, señala el informe, "se estima que unos 15 millones de niños menores de dos años cooren un elevado riesgo de daño cerebral como consecuencia de las emisiones de plomo" en ese combustible.
El PNUD considera de manera global que si bien los países en desarrollo necesitan acelerar el crecimiento de consumo, están habilitados para hacerlo sin seguir el camino recorrido por las economás ricas y de elevado crecimiento.
En lo que respecta al índice de desarrollo humano por país, en América Latina y el Caribe no se produjeron grandes cambios entre el informe de 1997 y el de este año.
En la evaluación del PNUD, Barbados continúa siendo el país de esta región mejor situado en la escala, al ubicarse en el puesto 24, subiendo un peldaño respecto del año anterior.
Le siguen Chile (que retrocede del puesto 30 al 31), Costa Rica (del 33 al 34), Argentina (que se mantiene en el puesto 36) y Uruguay (que baja del escalón 37 al 38).
Panamá, estabilizado en el puesto 45, Venezuela, que aumenta del 47 al 46, México, que lo hace del 50 al 49, Granada, del 54 al 51, y Colombia, que retrocede del lugar 51 al 53, completan la lista de los 10 países mejor situados por índice de desarrollo humano en América Latina y el Caribe.
Brasil y Guatemala son los países de la región que conocieron la mayor variación de su ubicación en la escala establecida por el PNUD, al ganar seis lugares cada uno, pasando el primero del lugar 68 en 1997 al 62 este año y el segundo del 117 al 111.
El Salvador, que cae del puesto 112 al 114, Bolivia, del 113 al 116, Honduras, del 116 al 119, y Haití, del 156 al 159, continúan hundiéndose en este índice, que abarca un total de 174 naciones. (FIN/IPS/dg/mj/dv/98