/BOLETIN-INTEGRACION/ AMERICA LATINA: Cepal anuncia enfriamiento económico

La economía de América Latina crecerá en 1998 sólo tres por ciento, según la Cepal, que consideró en su pronóstico un impacto en la región de la crisis financiera mundial mayor al previsto a comienzos del año.

La Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), una agencia regional de Naciones Unidas con sede en Santiago de Chile, adelantó una síntesis del informe económico que dará a publicidad a fines de septiembre.

El estudio anunciado muestra los efectos más marcados en la región de las turbulencias en los mercados bursátiles y financieros internacionales.

El crecimiento del producto interno bruto (PIB) de América Latina, de 5,3 por ciento en 1997, se reduciría este año a tres por ciento, aunque es muy probable una nueva revisión a la baja que lo sitúe en 2,8 por ciento, según expertos de Cepal.

El informe recuerda que se preveía un "enfriamiento" de la expansión económica tras el exitoso año de 1997, para que los países ajustaran sus cuentas fiscales y consolidaran su avance en el control de la inflación.

De esa forma, a comienzos de 1998 se estimaba que el PIB regional crecería este año 4,3 por ciento, un punto menos que en 1997, pero estos cálculos se vieron sobrepasados por los efectos de la onda negativa con origen en Asia.

La crisis que estalló en julio de 1997 en Tailandia y que hoy extiende su influencia recesiva a Rusia, determinará una baja adicional en ese 4,3 por ciento, de por lo menos 1,3 por ciento, de acuerdo con la Cepal.

La agencia regional que dirige el economista colombiano José Antonio Ocampo señaló que la baja en el crecimiento de este año era previsible también como consecuencia del fenómeno climático de El Niño y sus golpes a la producción agrícola.

En la medida de que se prolongue el impacto de la crisis internacional y sobrevengan nuevas complicaciones climáticas, las proyecciones económicas para los últimos meses del año serán aún más críticas.

La Cepal advirtió, en ese sentido, que el fenómeno de El Niño, caracterizado por abundantes lluvias e inundaciones en algunas zonas y sequía en otras, es seguido de otra alteración climática, La Niña, que impide las precipitaciones, como ocurre ahora en Chile.

En la medida de que se neutralicen esos fenómenos y se llegue a normalizar la producción agrícola mejorarán también las perspectivas, no sólo de recuperación del PIB, sino también de caída de la inflación.

La tasa ponderada de inflación regional ascendía hasta el primer semestre de este año a 10,9 por ciento, superior a la tasa de 10,4 por ciento de 1997, pero existen esperanzas de que hacia fin de año sea de sólo un dígito, de acuerdo con el informe.

Otro de los ingredientes críticos para el desempeño económico de América Latina en este año, por efecto de la crisis, estará en el plano del empleo, no sólo con aumento de los índices de desocupación, sino también con caída de la productividad.

En ocho países de los que se dispone de datos, que incluyen a las principales economías de la región, el promedio ponderado de desempleo aumentó de 7,5 a 8,1 por ciento entre el primer semestre de 1997 y el mismo período de este año.

El informe señala que la crisis asiática se transmitió a América Latina básicamente por tres vías: el comercio y las finanzas, como factores externos, y por las políticas internas para hacerle frente.

En el plano comercial, se destacan el descenso del volumen de exportaciones a Asia, el descenso de precios de los productos primarios, la competencia de las importaciones asiáticas e impactos intrarregionales.

En el ámbito de las finanzas, la crisis se tradujo sobre todo en ataques especulativos contra las monedas latinoamericanas, en caídas bursátiles y en los mayores costos del capital externo por efecto del aumento de las tasas de interés.

Por último, el impacto de la crisis deriva de las políticas de ajuste de los gobiernos latinoamericanos, caracterizadas por medidas fiscales y monetarias más restrictivas, de acuerdo con el informe de Cepal.

El crecimiento de económico de 5,3 por ciento en 1997 fue uno de los mayores en la región desde fines de los años 70, lo cual posibilitó una expansión del producto por habitante de 3,6 por ciento.

Este año, con un crecimiento del PIB de tres por ciento, el producto por habitante sólo crecería uno por ciento, de acuerdo con el informe, lo cual tenderá a agravar problemas sociales como la pobreza y la inequidad en la distribución del ingreso. (FIN/IPS/ggr/ff/if/98

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