Irán inició hoy tres días de maniobras militares en la frontera con Afganistán, en lo que analistas políticos interpretan como una clara advertencia de Teherán al régimen de las milicias de Talibán en Kabul.
Las maniobras, denominadas Ashura-3, son las mayores realizadas en el nordeste iraní desde la revolución islámica en 1979, y en ellas participan de decenas de miles de fuerzas de elite en la localidad de Torbat e Jam, a 40 kilómetros de la frontera afgana.
Con las maniobras, Irán se convierte en el primero de los vecinos de Afganistán en brindar una reacción militar a los avances que Talibán obtuvo en las últimas semanas en territorio afgano y que le granjearon el control de 28 de las 32 provincias del país.
El comandante general de la Guardia Revolucionaria Islámica, Yahya Rahim Safavi, a cargo del operativo, dijo a Radio Teherán que Irán no toleraría inseguridad en sus fronteras con Afganistán.
Los ejercicios militares están protagonizados por la Guardia Revolucionaria Islámica iraní, cuerpo reconocido por su compromiso ideológico, y no por el ejército regular.
Más de 70.000 soldados de la Guardia Revolucionaria Islámica iniciaron el operativo probando armas terrestres y antiaéreas, y modernos aparatos electrónicos recientemente adquiridos por las fuerzas armadas iraníes.
Un portavoz de la cancillería iraní dijo a la cadena informativa británica BBC que los ejercicios están relacionados con la desaparición de 11 iraníes en el norte de Afganistán. Irán afirma que los 11 fueron capturados por Talibán.
El 8 de agosto, Talibán capturó la importante capital regional de Mazar-e Sharif, a la que le sucedió la desaparición de 10 diplomáticos y un periodista iraníes del consulado de Irán en esa ciudad.
La BBC dijo que el dirigente de Talibán, Mullah Mohaamad Omar, sostuvo que los 11 iraníes supuestamente capturados por Talibán habrían sido asesinados por las milicias actuando sin conocimiento de sus jefes.
El portavoz de la cancillería dijo a la BBC que Irán restó importancia a la declaración de Mohaamad Omar, y subrayó que responsabiliza a Talibán por la seguridad de los 11. Además, dijo que Teherán tiene el derecho de rescatarlos si las milicias no los liberan de inmediato.
Teherán asegura que los iraníes eran rehenes de Talibán en Kandahar, sede del movimiento fundamentalista, a las órdenes de Mohaamad Omar.
Autoridades de Talibán dijeron que los 30 iraníes que están en su poder proporcionaron armas y municiones a la Alianza del Norte, que lucha contra el movimiento fundamentalista.
El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas condenó el viernes 28 la captura del consulado iraní y pidió a las partes en conflicto, especialmente a Talibán, que garanticen la seguridad de los diplomáticos y ciudadanos iraníes.
Es poco probable que el régimen de Talibán, que carece de reconocimiento internacional, preste atención a las resoluciones del Consejo de Seguridad, pero sí que tome en cuenta a Pakistán, Arabia Saudita y Emiratos Arabes Unidos, que sí lo reconocieron y le brindaron ayuda diplomática, militar y financiera.
Pakistán, que comparte fronteras con Irán, intentó solucionar la disputa entre Teherán y Talibán, pero sin éxito.
En mayo, luego de que la ONU y la Organización de la Conferencia Islámica no lograron acordar el cese del fuego en Afganistán, Teherán e Islamabad accedieron a trabajar juntos para lograr la paz en el país en conflicto.
Pero Islamabad, que reconoció al régimen de Talibán en septiembre de 1996, hizo lo contrario. Ayudó a Kabul en varias ofensivas para capturar el resto de Afganistán.
En su sermón del viernes 15 de agosto, el ex presidente iraní Alí Akbar Hashemi Rafsanjani y actual líder del poderoso Consejo de Conveniencia, que concilia las diferencias entre el presidente y el parlamento, se refirió a la actitud de Pakistán.
"Habíamos acordado con Pakistán que el problema afgano no sería resuelto por las armas. Eso es lo que ocurrió ahora y sencillamente no lo podemos aceptar", declaró Rafsanjani.
Según el comandante Rahim Safavi, Talibán "es un pequeño grupo creado por los extranjeros para servir sus intereses", pero existen profundas diferencias ideológicas entre Talibán e Irán.
Teherán criticó muchas de las acciones de Talibán, incluso la prohibición de la enseñanza y el empleo de las mujeres, por ser antiislámicas. "Nos oponemos a la visión que tiene Talibán de la religión islámica. Nos oponemos a su ideología y su belicismo", dijo Rafsanjani en su sermón.
Las razones de la oposición iraní al Talibán son en parte sectarias y étnicas. Talibán es un movimiento sunita ortodoxo, y la mayoría de sus integrantes pertenecen a la escuela islámica hanafi. Los iraníes son en su mayoría chiítas, una secta minoritaria dentro de la religión islámica.
Incluso en la mejor de las épocas existe tensión entre sunitas y chiítas ortodoxos. Los chiítas consideran que los sunitas no son musulmanes plenos.
En Afganistán, el chiísmo es popular entre la minoría étnica de los hazaras, de origen mongol. Pero los seguidores de Talibán son en su gran mayoría pushtuns, el principal grupo étnico del país, que representan a 40 por ciento de los afganos.
La mayoría de los hazaras vive en la provincia de Bamiyan y respaldan al Partido de la Unión Islámica, que se cree recibe apoyo militar y financiero de Teherán.
A pesar del éxito de sus ofensivas en los últimos dos meses, cuando capturaron cinco provincias, las fuerzas de Talibán no lograron controlar a Bamiyan.
El objetivo de los próximos ejercicios militares de Irán parece ser el de disuadir a Talibán de lanzar una ofensiva contra la provincia de los hazaras.
Pero no es probable que Irán invada Afganistán si Talibán ignora la advertencia y toma la región.
Teherán sabe que si ataca a Talibán, se empantanaría en una lucha sectaria y étnica, de la que sería difícil salir.
Fuentes iraníes advirtieron que Talibán concentró miles de efectivos, equipados con armas pesadas, en su frontera, según informó el lunes el diario árabe Al Hayat, de Londres.
El propósito de la medida es, según la fuente iraní, "provocar refriegas con los iraníes para causar un enfrentamiento militar".
Rahim Safavi subrayó que Irán no busca el enfrentamiento militar con Talibán. "Condenamos toda intervención militar en Afganistán. Con respecto al grupo Talibán, no lo reconocemos ni lo consideramos nuestro adversario", aseguró. (FIN/IPS/tra-en/dho/rj/aq-lp/ip/98