La tregua indefinida y unilateral que abrirá en España la organización independentista ilegal ETA a partir de la cero hora de este viernes generó una corriente de optimismo dentro y fuera del País Vasco.
Esta es la primera vez desde que comenzó sus acciones armadas tres décadas atrás, bajo la dictadura del general Francisco Franco (1939-1975), que ETA (Euskadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en euskera) dispone una tregua unilateral, sin condiciones y por tiempo indefinido.
La declaración de cuatro carillas fue anunciada en la edición de este jueves del diario Euskadi Información, del País Vasco.
Las reacciones distan de ser unánimes. El presidente del gobierno de España, José María Aznar, dijo este jueves, cauteloso, que nada le "agradaría más" que "ese anuncio se correspondiera con la realidad", pero que ETA debe demostrarlo "con hechos y no con declaraciones".
Aznar alertó, en una declaración leída frente a la prensa en Perú, donde realiza una visita oficial, que la ciudadanía de España y del País Vasco se vería dominada por la "frustración" si la actitud de ETA fuera sólo un "movimiento táctico" o si la organización pretendiera cobrar "un precio por la paz".
"No podemos conceder a ETA el beneficio de la duda", pues esa organización "no ha escuchado el clamor de los ciudadanos por la paz", agregó.
El Ministerio del Interior de España estimó que las acciones de ETA causaron, en 30 años, la muerte de 769 personas.
El primer atentado fue el asesinato en agosto de 1968 de un inspector de policía, José Pardines, en el País Vasco. El último fue el secuestro y asesinato del concejal Miguel Angel Blanco, el 12 de junio.
El 20 de diciembre de 1973, ETA asesinó al almirante Luis Carrero Blanco, presidente del gobierno y designado por Franco para sucederle al frente del Estado.
El 19 de junio de 1987, un coche bomba de ETA en un centro comercial de Barcelona causó la muerte de 21 personas y heridas a otras 45, en lo que fue el atentado más sangriento de la organización.
El consejero (ministro) del Interior del Gobierno Autónomo Vasco, Juan María Atutxa, miembro del Partido Nacionalista Vasco (PNV), nacionalista moderado y mayoritario en la región, se declaró "desbordante de satisfacción" tras la declaración de este jueves.
En el otro extremo, el ministro del Interior del gobierno español, Jaime Mayor Oreja, miembro del centroderechista Partido Popular (PP), dijo que "el tiempo será el juez que determine la sinceridad" de la declaración etarra.
Mayor Oreja añadió que el gobierno del PP reanudará los contactos con los demás partidos democráticos (entre los que no incluye a los partidarios de ETA) para reforzar su cohesión.
El secretario general del opositor Partido Socialista Obrero, Joaquín Almunia, subrayó que "ETA no abandona las armas", por lo que consideró que hay que recibir su anuncio "con cautela y prudencia", aunque dijo compartir el "alivio" que suscitó en los españoles.
"No nos contentamos con la tregua, queremos la paz", añadió, al tiempo que urgió al gobierno de Aznar a conducir la acción de los demócratas "para protagonizar el futuro del País Vasco y de España".
La central sindical Comisiones Obreras, afín al Partido Comunista, consideró que esta tregua marcará "el camino de la paz y el cese definitivo de la violencia".
Varios elementos explican la decisión de ETA que, en el comunicado que anuncia la tregua, se define como "la organización socialista y revolucionaria para la liberación nacional vasca".
Un factor externo es el acuerdo de paz en Irlanda del Norte, un ejemplo de la posibilidad de conciliar el independentismo con la pertenencia a un estado multinacional e, incluso, a una unión de Estados, como es la Unión Europea.
También influyó la expulsión de etarras hacia España desde México y Francia, dos países que tradicionalmente sirvieron de asilo a los independentistas vascos.
En lo interno influyó la eficacia policial en el desmantelamiento de comandos etarras, manifestada también en la liberación de un secuestrado y la intervención y puesta a disposición de la justicia del entramado legal de apoyo financiero a ETA.
Por otro lado, como señala en un editorial el matutino El Mundo, la falta de respuesta del pueblo vasco a las últimas convocatorias del entorno etarra "no ha pasado desapercibida para nadie y tampoco" para la organización ilegal.
ETA mantiene en el comunicado sus reivindicaciones de unificación e independencia de las tres provincias que conforman el País Vasco, la Comunidad Autónoma de Navarra en España y las tres provincias vascas francesas.
No obstante, expresa su deseo de "que sea la sociedad vasca la que asuma por completo la responsabilidad para lograr la independencia".
El vicepresidente vasco y con toda probabilidad próximo presidente tras las elecciones del día 25, Juan José Ibarretxe, destacó que ese deseo expresado por primera vez por ETA, de dejar la discusión en manos de los partidos, abre las puertas para que todos los asuntos sean encarados por la vía política.
"El diálogo con todos y la voluntad de pactar es la clave del futuro del País Vasco", dijo este jueves a IPS Ibarretxe, a quien todas las encuestas señalan como favorito en las elecciones autonómicas que renovarán el parlamento y el ejecutivo vasco.
La decisión de la tregua fue precedida también por una ampliación de la base política de ETA, que incluyó a partidarios del fin de la violencia y por negociaciones con el PNV, Eusko Alkartasuna (EA, escisión del PNV) e Izquierda Unida (coalición en la que el Partido Comunista es mayoritario).
Además, la coalición Herri Batasuna (HB, base política de ETA) y el PNV sostuvieron conversaciones en los últimos meses. Unos contactos criticados y rechazados por el PP y el PSOE, pero que recibieron el apoyo expreso de 19 organizaciones sindicales, pacifistas y de derechos humanos del País Vasco.
En su comunicado, ETA dice que espera las reacciones del otro lado para ver si transforma su tregua indefinida en definitiva, lo que significaría el abandono de las armas y la violencia.
El diputado navarro Patxi Zabaleta, integrante de HB y partidario del abandono de la violencia, reclamó gestos de distensión "bilateral".
Un paso que podría dar el gobierno, dijo, sería terminar con la dispersión de los presos etarras, distribuidos en las cárceles de toda Españam y concentrarlos en prisiones ubicadas en el País Vasco.
El presidente de Navarra, Miguel Sánz, afirmó que su gobierno seguirá apoyando el actual marco político e institucional. Navarra es autónoma por decisión adoptada por sus ciudadanos, que se negaron en referéndum a incorporarse al País Vasco tras la promulgación de la Constitución española, en 1978.
La tregua significará el comienzo de pronunciamientos y reuniones de todos los partidos políticos. Las fuerzas nacionalistas vascas democráticas (PNV y EA), así como Izquierda Unida, apuestan por incorporar a ese diálogo también a Herri Batasuna y la coalición que la reemplaza, Eusko Herretariak. (FIN/IPS/td/mj/ip/98