ZIMBABWE: "Herencia de la esposa" también transmite el sida

Una vieja costumbre de Zimbabwe vigente en algunas zonas rurales consiste en "heredar la esposa" del hermano muerto, pero ahora esa tradición es objeto de severos cuestionamientos porque contribuye a propagar el sida.

Impactados por la elevada cantidad de muertes por sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), algunos residentes de Mt. Darwin, en la provincia de Mashonaland, pidieron que esta tradición sea abolida. En idioma shona se la conoce como "Nhaka".

Esta costumbre, que en su origen estaba destinada a asegurar el futuro de la viuda, es un importante medio de transmisión del virus del sida, según revelaron autoridades sanitarias.

Más de 10 por ciento de los 12 millones de habitantes de Zimbabwe son portadores del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), y estimaciones oficiales indican que 700 personas mueren cada semana como consecuencia del sida.

Un residente del área de Chief Nembire en Mt. Darwin, Aylwin Gonzo, relató que la comunidad quedó impactada cuando un hombre polígamo murió de sida, legando dos esposas y tres niños a su hermano, quien falleció poco después, al igual que una de las mujeres.

Otro hermano se hizo cargo de la mujer restante y también falleció, mientras que ella está muy grave. Este tipo de casos se han producido en varias oportunidades, dijo Gonzo.

"Esta tradición es un caldo de cultivo para el sida y otras enfermedades de transmisión sexual, y está aumentando el número de huérfanos", destacó el maestro de preescolares en esta zona, Netsai Shambare.

La representante de la organización no gubernamental Mujeres y la Red de Apoyo contra el Sida (WASN), Zorodzai Machekanyanga, dijo que siempre criticaron esta costumbre, pero destacó que ahora se trata de algo "muy peligroso".

La "herencia de la esposa" crea un círculo vicioso que perpetúa la enfermedad, alertó una vocera del Servicio de Difusión de Información sobre Sida del Sur de Africa, Fungai Nhara, y destacó que el problema se agrava por la discreción con la que se aborda este problema.

"La mayor parte de las veces nos limitamos a suponer que una persona murió de sida, porque no está indicado en los certificados de defunción. Es posible que ni siquiera la esposa lo sepa, porque nadie se molesta en decirlo", comentó Nhara.

Machekanyanga destacó que es necesario un cambio de actitud para combatir la epidemia. "Muchas personas en esta sociedad se resisten a creer que otro como ellos ha muerto de una enfermedad, y entonces lo atribuyen a la brujería".

Los activistas que trabajan en el combate al sida también lamentaron la falta de un compromiso político contra el sida, evidenciado por la carencia de estrategias claras para enfrentar la enfermedad.

"Nuestra mayor debilidad quedó expresada cuando tratamos de ocultar el sida", admitió el vicepresidente de Zimbabwe, Simon Muzenda. El gobierno ahora parece más dispuesto a hablar del tema.

"El sida hizo que mucha gente volviera a la realidad. Las personas ahora están más dispuestas a conversar sobre sexo y otros temas conflictivos", dijo Machekanyanga, quien considera necesaria una ley para detener la costumbre de "heredar la esposa".

"Sería un paso en la dirección correcta y permitiría incorporar a dirigentes comunales y religiosos a la difusión de campañas" contra el sida, añadió.

Pero otra representante del Servicio de Difusión de Información sobre el Sida, Diane Lindsey, consideró que la ley no es suficiente para acabar con una tradición ligada a la vulnerabilidad económica de las mujeres. (FIN/IPS/tra-en/mn/ak/lc-ml/he-cr/98

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