Los presidentes Jamil Mahuad, de Ecuador, y Alberto Fujimori, de Perú, relanzaron hoy en la capital de Paraguay el diálogo por el conflicto limítrofe pendiente, que causó tres guerras, la última en 1995.
Mahuad y Fujimori asistieron, junto con sus pares de tres países garantes del tratado limítrofe en discusión (Argentina, Brasil y Chile), a la asunción de Raúl Cubas como presidente de Paraguay.
Las comisiones de negociación de la línea demarcatoria en la cordillera del Cóndor y la navegación del río Amazonas y sus afluentes en la zona serán convocadas en breve, pero sin fecha aún, pues se dio tiempo al nuevo gobierno ecuatoriano, que asumió el lunes, para conformar su equipo.
La reunión de hora y media entre los dos mandatarios en Asunción, a la que Mahuad calificó de "muy franca, abierta y cordial", fue considerada por Fujimori "un nuevo hito de acercamiento" donde "el diálogo va a llevar a un encuentro".
Ambos acordaron continuar "y reforzar las conversaciones para un acuerdo definitivo en la forma más rápida posible", pero el novel mandatario ecuatoriano aclaró que no se trató de una reunión "para tomar decisiones".
Ambos "nos ratificamos en la consolidación de la paz" tras reconocer que hubo "un momento de tensión" superado por la intervención de los países garantes, dijo Fujimori.
La Misión de Observadores Militares en la zona en disputa integrada por representantes de Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos, convino la separación de ambos ejércitos en el Alto Cenepa.
En esta área amazónica en disputa produjo en 1995 la tercera guerra por un diferendo limítrofe que data de más de medio siglo. Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos son garantes del Protocolo de Río de Janeiro, referido a ese conflicto y firmado en 1942.
Pero Ecuador asegura que el Protocolo tiene errores que lo hacen inviable, al tiempo que sostiene que el tratado les fue impuesto por tropas que ocupaban en aquel momento su territorio.
Lima denunció la infiltración de tropas ecuatorianas en la última semana, pero Quito contestó que los límites no trazados hacen que la acusación sea insustentable.
Fujimori aseguró al llegar a Asunción que "no hay conflicto sino una crisis", por la versión de que 300 soldados ecuatorianos fueron rodeados por sus tropas, en el marco de intervenciones en la cordillera del Cóndor.
Una zona extra desmilitarizada, de 50 kilómetros de largo por tres de ancho, empezó a abrirse el viernes y su concreción podría insumir hasta el viernes siguiente.
Fujimori agregó ante Mahuad que "no sólo las comisiones van a seguir trabajando, sino que habrá una comunicación fluida entre ambos presidentes". Mahuad quiere empezar "cuanto antes", pero se negó a dar fechas que operen "como camisa de fuerza".
La asunción en Paraguay de Cubas permitió concertar la reunión, tras una invitación telefónica de Menem a Mahuad para que se diera "un abrazo" con Fujimori.
El mandatario peruano confirmó, al llegar a Asunción, que esperaba tener luego de la asunción de Cubas "oportunidad de encuentros con algunos presidentes".
Ante la insistencia de los periodistas que se agolpaban alrededor de su limusina en el aeropuerto, Fujimori admitió que mantendría la entrevista con Mahuad.
El avión del presidente peruano arribó a Asunción procedente de Buenos Aires, donde dialogó el viernes con Menem y con el canciller Guido Di Tella, impulsor del acercamiento del lunes y martes en Quito y Lima.
Fujimori había estado el jueves cuatro horas en Brasilia con el presidente Fernando Henrique Cardoso y a la noche siguiente departió sobre el asunto con Julio María Sanguinetti, de Uruguay. Mahuad se reunió el sábado de mañana con Menem en casa del embajador argentino.
El presidente ecuatoriano concluyó que su primera reunión bilateral tuvo como consecuencia "alejar de manera total y definitiva un conflicto armado", y añadió que el diálogo comenzará "sin amenazas, pues con tensiones no es como mejor se piensa".
En la mesa de negociaciones "es donde todos los problemas deben resolverse", había planteado Mahuad antes de llegar a Paraguay, en busca de "una fórmula satisfactoria" para los dos países. Ecuador lanzó la versión de que hubo movilización de tropas de las dos partes.
Ahora los mandatarios lamentaron los heridos que resultaron de la explosión de minas antipersonales y los ecuatorianos garantizaron que su Congreso ratificará el tratado internacional que prohibe el uso de estas armas aun en caso de guerra. (FIN/IPS/cm/mj/ip/98