CHILE: Japón arrastra al cobre en su caída

El impacto de la crisis asiática en el precio del cobre redujo la participación del metal en las exportaciones de Chile, el primer productor mundial, y las perspectivas se complican con la persistencia de la recesión japonesa.

El cobre tuvo este miércoles en la Bolsa de Metales de Londres (BML) una cotización de 73,119 centavos de dólar por libra, una leve recuperación respecto del bajo precio de 72,575 centavos provocado en la víspera por el nuevo "martes negro" bursátil.

Japón, uno de los mayores consumidores de cobre en el mundo, fue el epicentro del último terremoto bursátil, que repercutió en las principales materias primas, con fuertes bajas de precios también en el petróleo.

La persistencia de la crisis japonesa y las expectativas de una devaluación en China, otro gran comprador de metal, mantienen un escenario difícil para los precios, señalaron este miércoles fuentes de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).

Con la cotización de 73,119 centavos de dólar de este miércoles en la BML, el precio promedio del cobre para lo que va de agosto se situó en 73,601 centavos y en 77,153 centavos de dólar la libra en el transcurso del año.

El precio promedio de la libra de cobre fue de 86,7 centavos de dólar en 1993, para subir a 104,9 en 1994, aumentar de forma espectacular a 133,2 el año 1995, y mantenerse en altos rangos de 103,9 y 103,2 centavos de dólar en 1996 y 1997.

ProChile, entidad gubernamental de promoción de las exportaciones, informó a su vez que en el primer semestre de este año el cobre representó 32,5 por ciento de los ingresos de exportaciones del país.

En el mismo período de 1997, las ventas de cobre representaron 37,9 por ciento de los dólares ingresados a la balanza comercial, por lo cual la baja de este año es del orden de 5,4 por ciento, inferior al ritmo de disminución del precio.

Esta situación se explica porque, a pesar de las dificultades del mercado, Chile aumentó su producción al materializarse proyectos de inversión en nuevos yacimientos de comienzos de la década, estimulados por los altos precios de entonces.

En el primer semestre de este año, las exportaciones del país ascendieron a 7.710 millones de dólares y las importaciones a 8.916,7 millones, según el estudio de ProChile, en base a cifras del Banco Central.

A pesar de las dificultades, el cobre sigue siendo la carta fuerte dentro de la diversificada oferta exportadora de Chile, donde 20 productos representaron 38 por ciento de las ventas externas en el período enero-junio de este año.

Los otros productos de vanguardia en las exportaciones tienen una incidencia muy inferior a la del cobre, lo cual representa un flanco para el país en las actuales condiciones de crisis, pese a la diversificación de sus ventas.

Las uvas frescas representaron 5,3 por ciento de las exportaciones en el primer semestre y la celulosa 3,4 por ciento, seguidas por la harina de pescado (2,7) y los vinos con denominación de origen, con 2,2 por ciento.

Pese a que el déficit en la balanza comercial, de 1.294 millones de dólares en 1997, aumentará este año, el país está obteniendo también algunos beneficios del impacto de la crisis asiática en los precios de las materias primas.

Se estima que en 1998 el gasto en importaciones de petróleo será inferior en unos 400 millones de dólares como consecuencia de la caída de las cotizaciones del crudo, agravadas también por los últimos sismos bursátiles.

Chile tiene una producción propia de petróleo inferior a siete por ciento de su demanda y la estatal Empresa Nacional del Petróleo logra cubrir hasta 15 por ciento gracias a yacimientos que explota en Colombia, Ecuador y Argentina.

Siempre de acuerdo con el estudio de ProChile, las compras de petróleo crudo fueron el principal rubro de las importaciones en el primer semestre, pero solo representaron 4,9 por ciento del gasto total, con cerca de 440 millones de dólares.

La minería chilena extraerá este año alrededor de tres millones de toneladas de cobre, consolidándose como la primera productora a nivel mundial, y su principal desafío es contar con mercados alternativos a los de Asia.

Los productores confiaban hasta comienzos de año en que la crisis del sudeste asiático no se extendería a Japón, principal comprador de cobre chileno, ni a China, el mercado de mayor expansión por el crecimiento de la economía de ese país.

Hoy por hoy, ambos resguardos son inciertos y se buscan mercados más seguros, sobre todo a través de la recuperación de los mercados en la Unión Europea. (FIN/IPS/ggr/mj/if/98

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