El gobierno de Ruanda exigió a la comunidad internacional que intervenga para detener las violaciones de los derechos humanos contra personas de origen étnico tutsi en la República Democrática de Congo (RDC).
"El gobierno de Ruanda protesta contra el acoso y las matanzas llevadas a cabo por el presidente Laurent Desire Kabila contra ruandeses que viven en RDC y congoleños como los banyamulengues que no respaldan las matanzas u otra forma de segregación", dijo el canciller ruandés Anastase Gasana.
Gasana emitió un comunicado en la noche del miércoles pasado, en el que responsabilizó de las violaciones de los derechos humanos al presidente Kabila y los grupos militares y civiles que lo respaldan.
"El presidente Kabila, su ejército y sus simpatizantes persiguen ahora a los ruandeses, y a otras personas tomadas por tales, maltratándolos y humillándolos, encarcelándolos arbitrariamente, saqueando sus propiedades y matándolos", sostuvo el ministro.
En una exhortación urgente a la comunidad internacional, Ruanda urgió a organizaciones internacionales como el Comité Internacional de Cruz Roja y los altos comisionados de las Naciones Unidas para los Refugiados y los Derechos Humanos para que intervengan y rescaten a los ruandeses y congoleños acosados.
"El gobierno de Ruanda invoca a la comunidad internacional a condenar al gobierno del presidente Kabila", dijo Gasana.
La Unión Europea (UE) también manifestó su preocupación sobre el deterioro de la situación de los derechos humanos en RDC. En una declaración emitida en su oficina en Kigali el miércoles, la UE urgió a todas las partes en el conflicto a respetar los derechos humanos y la ley humanitaria.
Además, la UE hizo un llamado a los beligerantes a "no perseguir a la población civil sobre la base de la nacionalidad y el origen étnico".
Desde el inicio hace casi dos semanas del movimiento insurgente en RDC liderado por fuerzas políticas y militares que buscan desplazar al presidente Kabila, se desató en Kinshasa una caza de brujas contra los tutsis, ciudadanos ruandeses que viven en RDC y congoleños conocidos como banyamulengues.
El miércoles, la organización de derechos humanos con sede en Londres, Amnistía Internacional (AI), declaró que desde el día 2 recibe "informes sobre cientos de detenciones arbitrarias en Kishasa".
AI afirma que estas detenciones son contra personas de origen ruandés, congoleños casados con ruandeses y otros considerados simpatizantes de la insurgencia contra Kabila.
"Los operativos de allanamiento en la capital continúan y muchas personas han huido o se han ocultado", denunció AI.
La televisión y radios estatales en RDC emiten discursos exaltados urgiendo a los civiles a tomar las armas para poner fin a lo que el gobierno llama "la aventura sin sentido de los ruandeses en Congo".
En un mensaje repetido una y otra vez en la televisión estatal, Kabila advierte a la nación que "los líderes ruandeses consideran a Congo como una colonia" y que "ahora piensan conquistar este país para subyugar su independencia como pueblo soberano".
El diario de Uganda "The New Vision" informó el jueves que ugandeses que viven en Kinshasa también han sido víctimas de la caza de brujas. El presidente Kabila acusó en más de una ocasión a Uganda y Ruanda de colaborar con los rebeldes y enviar fuerzas a derrocar su gobierno.
Ruanda y Uganda negaron su participación y destacaron que la creciente impopularidad de Kabila es la causa de la insurgencia interna. (FIN/IPS/tra-en/jbk/pm/lp/ip hd/98