Los líderes paramilitares de Colombia se comprometieron a participar en un proceso de paz con el gobierno que asumirá el día 7, en una mesa de negociación paralela a la que operará con la guerrilla.
Los líderes de las llamadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) firmaron con los representantes del no gubernamental Consejo Nacional de Paz (CNP) un documento en el que acatan las normas del derecho internacional humanitario.
Los jefes paramilitares se comprometieron el lunes pasado a impartir las órdenes necesarias a todos sus subalternos para que no involucren a la población civil en el enfrentamiento y a no propiciar nuevos desplazamientos de campesinos en las zonas de combate.
Las AUC manifestaron su voluntad de permitir el suministro y tránsito de alimentos y bienes indispensables para la población atrapada en zonas en conflicto, respetar los centros médicos, no almacenar armas en zonas de refugio y a no utilizar civiles como escudos humanos.
Además, las AUC se comprometieron a no involucrar a partir de la fecha a menores de 18 años en el conflicto armado.
La comisión que se entrevistó con los líderes de las AUC en un lugar secreto del norte de Colombia estuvo integrada por el defensor del pueblo (ombudsman), José Castro, el representante de los comerciantes, Sabas Pretelt, el ex canciller Augusto Ramírez y los dirigentes sindicales Hernando Hernández y Luis Garzón.
El CNP, organismo creado por ley como facilitador del proceso de paz integrado por representantes del gobierno y de la sociedad civil, fue el encargado de iniciar los contactos que concluyeron el 15 de julio con la apertura del diálogo con el rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Alemania.
El defensor del pueblo afirmó que los delegados no llevaban ningún mensaje de los gobiernos entrante o saliante, y que la entrevista se cumplió como parte de las funciones que debe cumplir el CNP para la búsqueda de la paz.
Antes de conocer la firma del documento, el presidente electo, Andrés Pastrana, manifestó el domingo pasado en Venezuela que si los paramilitares están dispuestos a dialogar por la paz, su gobierno está dispuesto "a buscar un mecanismo" que les permita llegar a una negociación.
Para el inicio del diálogo los más de 5.000 paramilitares se reclamó el retiro del ejército de un municipio del norte colombiano y que se les conceda personería política.
Pero los grupos paramilitares han sido vinculados por el ELN a narcotraficantes en algunas regiones como el municipio de Amalfi, en el noroeste, y como autores de 80 por ciento de las masacres ocurridas en 1997, lo que según algunos analistas dificultará el otorgamiento del tratamiento político que piden. (FIN/IPS/yf/mj/ip hd/98