El legislador Lim Guan Eng, del opositor Partido de Acción Democrática de Malasia, se encuentra en prisión condenado por "sedición" y "publicación de noticias falsas", en una medida denunciada por organizaciones de derechos humanos.
Lim fue el candidato más votado esta semana para ocupar un cargo en el comité ejecutivo central de su partido, el principal grupo opositor de este país.
Pero la condena de dos períodos de 18 meses de cárcel le hará perder su banca en el parlamento y no podrá presentarse como candidato a elecciones hasta cinco años después de su liberación.
Lim, que representa en el parlamento a la capital del estado de Malaca, fue enviado a prisión el martes pasado luego de que el tribunal supremo confirmara dos condenas concurrentes de 18 meses de prisión por "sedición" y "publicar noticias falsas" en un panfleto de 1995.
En el panfleto, Lim, de 38 años, cuestionó la decisión del fiscal de la nación de no acusar de violación contra una menor de edad al ex ministro principal de Malaca, Abdul Rahim Tamby Chik, por falta de pruebas.
Por esa acción, Lim, subsecretario general del Partido de Acción Democrática, fue acusado de sedición, una medida criticada en este país y el exterior por organizaciones de derechos humanos.
Lim había denunciado que la supuesta víctima de violación fue encarcelada mientras el sospechoso, perteneciente al partido gobernante, permanecía libre. El gobierno rechazó la versión y argumentó que la menor de edad fue colocada bajo custodia protectoria.
Las afirmaciones de Lim de que la víctima había sido "encarcelada" constituyen "noticias falsas", decidió el sistema judicial, pero Lim sostuvo que a la joven se le negó la libertad.
"No hay palabras para describir la sensación de indignación que sentí cuando supe que la joven había sido violada y luego detenida sólo porque el violador era una persona poderosa", expresó Lim en una entrevista el mes último con la radio de la BBC (British Broadcasting Corp.).
Representantes de Amnistía Internacional, la Comisión Internacional de Juristas y el Colegio de Abogados de Malasia presenciaron el juicio contra Lim en el tribunal federal, lo que refleja el interés en el caso.
Algunos consideran la decisión judicial una nueva advertencia a los opositores del gobierno.
Aunque la supuesta violación ocurrió hace cuatro años, la decisión judicial definitiva ocurre en un momento en que el gobierno se muestra especialmente sensible a las críticas debido a la crisis económica, y mientras se habla de elecciones generales anticipadas.
Unas 40 organizaciones no gubernamentales (ONG) solicitaron al juez principal de la corte federal, Eusoff Chin, que convocara a un tribunal de nueve jueces para revisar la decisión de la corte de apelaciones. Pero sólo tres magistrados, entre ellos Chin, analizaron el caso de Lim.
Lim apeló la decisión de la corte de apelaciones que el 1 de abril sustituyó una multa de 2.360 dólares impuesta por un tribunal inferior con la sentencia de prisión.
Si Lim cumple los meses en prisión a los que fue condenado, perderá su banca en el parlamento y no podrá presentarse como candidato en los comicios hasta cinco años después de su liberación.
La ley estipula que los legisladores perderán sus bancas en caso de ser condenados a más de 12 meses de prisión o multados en más de 476 dólares.
La decisión de la corte federal convierte a Lim en un prisionero de conciencia, opinó un representante de Amnistía Internacional.
"Portaré las esposas que me pondrán… con orgullo y honor porque no creo que haya dañado al país sino que ayudé a una pobre, desamparada e indefensa joven malaya que no tenía a quién recurrir", declaró Lim después de conocer la decisión de la corte.
"Lo que hizo Lim por la víctima de violación y su familia es lo que esperamos de todo legislador electo", dijo Elizabeth Wong, de la organización de derechos humanos Suaram.
"El veredicto es un golpe terrible para la libertad de expresión, un derecho humano fundamental en una sociedad civil. Ahora la gente tendrá miedo a hablar", agregó P. Ramakrishnan, presidente de la ONG Aliran, con sede en Penang.
Aliran solicitó al rey de Malasia que otorgue su perdón a Lim este lunes 31 de agosto, día de la independencia de este país.
El veredicto contra Lim representa un gran retroceso para la oposición, encabezada por su padre, el dirigente parlamentario Lim Kit Siang.
Lim en ocasiones opacó a su padre en su intento por irritar a la elite gobernante en cuestiones relacionadas con los derechos democráticos y la responsabilidad pública.
En 1987, los Lim fueron detenidos por el gobierno, junto con 104 personas más, de acuerdo con la Ley de Seguridad Interna que permite la detención sin juicio.
Ahora, a pesar de estar de nuevo en la cárcel, Lim podría ser una pesadilla para el primer ministro Mahathir Mohamad. Como prisionero, el legislador podría convertirse en mártir político y en un factor de unión para el Partido de Acción Democrática en las próximas elecciones generales previstas para el 2000. (FIN/IPS/tra- en/an/js/aq/ip/98