Alcaldes y representantes de 22 ciudades de América Latina y el Caribe se comprometieron en México a promover la descentralización y la participación ciudadana en la toma de decisiones, pues consideran que esa es la única forma de resolver los acuciantes problemas urbanos.
Bajo el auspicio del Fondo de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco), los delegados reivindicaron en un seminario a los municipios "como espacios privilegiados para la participación ciudadana" y llave para construir la "gobernabilidad democrática".
Para enriquecer su gestión, intercambiaron experiencias sobre políticas urbanas, participación de los habitantes en la vida publica, seguridad ciudadana, explosión demográfica y generación de empleos. También escucharon las reflexiones de Unesco, que estuvo representada por su director general Federico Mayor.
Los debates, bajo el título "Participación Ciudadana, Gobernabilidad Democrática y Cultura de Paz", tuvieron a la globalización como punto de partida.
Este proceso, si bien por un lado representa para América Latina modernización económica y cambio democrático, por el otro genera marginación, pobreza extrema y exclusión en base a la raza y el género, según asistentes.
La Declaración de la Ciudad de México, que se rubricó al finalizar la cita, definió al municipio como un espacio desde donde debería alentarse una reforma del Estado y cambios de actitud en la ciudadanía.
"Al cambiar formas de gobierno y prácticas sociales, la participación construye la gobernabilidad democrática local y nacional, hace más eficaces las gestiones del gobierno y facilita la resolución de problemas", señala la declaración.
La experiencia de la capital mexicana salió a relucir en el seminario. El jefe del gobierno del Distrito Federal, Cuauhtémoc Cárdenas, sus 16 delegaciones comenzaron a organizar audiencias públicas y a crear instrumentos para lograr la participación de los pobladores.
Desde la asunción de Cárdenas en diciembre de 1997, se creó en la capital el Consejo Consultivo en Procuración de Justicia y Seguridad Pública y se puso en marcha un programa integral de participación para prevenir el delito en 15 barrios considerados conflictivas.
En la ciudad de Porto Alegre, Brasil, el método de participación ciudadana en la elaboración del presupuesto público y en el control financiero del municipio "tuvo un resultado favorable en la cultura y el clima político", aseguró el ex alcalde de esa ciudad, Tarso Genro.
En el seminario emergieron otras iniciativas adoptadas por gobiernos locales como la creación en Caracas, Venezuela, de comités y policías de barrio, y la decisión de la alcaldía de Rosario, Argentina, de destinar 51 por ciento de su presupuesto a programas sociales.
Los participantes coincidieron en que el reto de América Latina profundizar la democracia, pero que este proceso sólo será posible si hay una descentralización política que acerque el poder a la gente y una descentralización económica que genere oportunidades para todos.
Para alcaldes como Cila María Calderón, de San Juan, Puerto Rico, no existe gobernabilidad democrática sin participación ciudadana, pues "ambas son importantes para una cultura de la paz".
Los gobernantes indicaron que la participación de los pobladores es esencial para enfrentar la violencia y la inseguridad, enemigos comunes a las urbes de la región.
En Caracas, por ejemplo, se habilitaron buzones especiales para recibir quejas de la ciudadanía contra actos de corrupción y violencia, mientras en San Juan se crearon las llamadas Alianzas contra el Crimen, integradas por vecinos de la comunidad.
Los alcaldes latinoamericanos se comprometieron a afrontar los problemas derivados de la globalización, como la concentración demográfica y el abandono por parte de los Estados nacionales de las políticas de bienestar social, con la profundización de las democracia.
El alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, recomendó a sus sus pares no ver en la descentralización, ni tampoco en la centralización, la panacea para resolver los problemas. La flexibilidad y la participación son las verdaderas claves, expresó.
Ante el rosario de experiencias y puntos de vista escuchados en el seminario de México, Mayor propuso construir una nueva red de ciudades latinoamericanas capaz de dar seguimiento a las ponencias y alentar la solución de problemas comunes como la globalización, la concentración demográfica y la inseguridad.
La idea fue respaldada por Cárdenas, quien dijo que la acción conjunta puede abrir espacios para establecer una colaboración que logre revertir el concepto de supeditar el desarrollo económico al sacrificio de la población mayoritaria de las ciudades.
En ese sentido, Mayor expuso que los "modelos dominantes han dejado claro que no se puede entender el desarrollo solamente como crecimiento económico, porque hoy los asuntos éticos deben ocupar un espacio de mayor relevancia entre las preocupaciones de los gobiernos de las grandes ciudades".
Al insistir en la necesidad de que la gente hable de sus expectativas y participe en la vida pública, el funcionario reformuló el axioma cartesiano "opienso, luego existo" y señaló que en la sociedad moderna debería decirse "participo, luego existo".
Los asistentes al seminario reconocieron que sus proyectos para alentar la democractización en la ciudades llevará un tiempo más o menos largo, pues se arrastran años de una cultura política que considera al gobierno como único actor y tiende a despreciar los esfuerzos participativos. (FIN/IPS/rr/mj/ip dv/98