La vida de la dramaturga Manjula Padmanabhan comenzó a cambiar gracias a su obra "Harvest", que conquistó un importante premio internacional, es presentada en varias ciudades de India y ya dio los primeros pasos hacia escenarios de otros países.
"Harvest" (Cosecha) fue considerada la mejor entre 1.470 obras que compitieron por el Premio Cultural Internacional Onassis 1997. La decisión del jurado integrado por 60 personas le permitió a Padmanabhan obtener un premio de 250.000 dólares y proyectarse hacia la escena teatral mundial.
"Hacia el final del proceso de selección del jurado, lo único que se escuchaba era 'Harvest, Harvest' ", relató uno de los organizadores de la competencia.
La obra utiliza la venta de órganos entre naciones pobres y ricas como una metáfora para otras transacciones entre esposa y esposo, madre e hijo, amante y amada. Y logró una pieza acabada, lo cual se refleja en el premio y en los buenos comentarios generados tras sus primeros montajes teatrales.
En Nueva Delhi, el grupo Yatrik montó la obra en inglés y consiguió colmar las salas. Y ya hay otras representaciones de esta pieza futurista, ambientada en el 2010, en hindi y tamil.
Cuando la obra fue publicada por una editorial, Padmanabhan comentó que editarla era importante, pero advirtió que la verdadera prueba iba a producirse en el escenario. Hasta ahora, sin embargo, no está satisfecha con la dirección de los montajes.
Entre tanto, ya comenzaron a producirse nuevas oportunidades de montajes, lecturas y versiones para radio en Grecia, Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña. En Australia ya se realizó una lectura a comienzos de este año.
"Estoy contenta con todos estos proyectos y espero que al menos una de esas producciones pueda convertirse en el montaje emblemático, aquel que haga más conocida la obra", dijo la escritora.
"Cada producción dependerá del estado de ánimo del director, hasta que uno de ellos logre explotar sus características más importantes, y entonces ése será el montaje definitivo".
Hasta ahora, Padmanabhan no se identifica con los montajes en India, pero sí le pareció bien la lectura realizada en Australia por un grupo de actores profesionales que abordaron la obra tal y como ella la había concebido.
"Ahora deseo liberarme de esta obra que en cierta forma cambió mi vida. Prefiero que mi trabajo viva su vida y me deje vivir la mía", dijo. Para ella, "Harvest" ya pertenece al pasado, mientras el presente está poblado por nuevos proyectos.
Sin embargo, el reconocimiento alcanzado dificulta la ruptura de ese vínculo, y con frecuencia le preguntan su opinión sobre los montajes. "En ese caso me obligan a ser franca. En Delhi, por ejemplo, digo que no me pareció una buena interpretación".
Antes de "Harvest", Padmanabhan publicó un libro de cuentos. Esta es su primera obra de teatro editada, y la quinta que escribió.
En la actualidad, trabaja en un proyecto que la hace retroceder 20 años en su vida. "Mientras escribo, no logro separar los hechos de la ficción. Así que podríamos calificarlo como semificción".
La fortaleza de los textos de Padmanabhan tiene mucho que ver con un estilo irónico y una visión macabra del mundo, elementos que también están presentes en una tira cómica que produce todos los días para un diario de circulación nacional. (FIN/IPS/tra-en/ub/an/mk/lc-ml/cr/98