AMERICA: Lavado de dinero aún amenaza la estabilidad regional

El lavado de dinero en América aún amenaza la estabilidad estatal y financiera pese a la lucha constante para detenerlo, indicaron funcionarios, expertos y banqueros durante un congreso regional que concluye este viernes en Panamá.

Desde el miércoles se encuentran reunidos en esta capital más de 400 banqueros, fiscales, investigadores y expertos en el uso de la banca y otras entidades financieras para el "lavado" de dinero procedente del tráfico de drogas y otros negocios ilicitos.

El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad), Michael Sullivan, afirmó que además de los aspectos morales y éticos que trae aparejado el lavado de dinero, esta actividad "compromete la seguridad del hemisferio".

El funcionario dijo que en los últimos cinco años se avanzó en materia de control del lavado de dinero "hacia una realidad en la que el delincuente no encuentra un camino fácil para cometer el delito". Pero "eso no nos conforma ni satisface", acotó.

A su juicio, es necesario reforzar aún más el trabajo de control de las organizaciones criminales, la investigación, la prevención y la cooperación entre los estados.

Sullivan indicó que la Cicad, agencia de la Organización de Estados Americanos (OEA), está diseñando un sistema de evaluación del cumplimiento de las normas en materia de prevención del lavado de dinero en los países del área.

Sin embargo, el sistema de evaluación, que estaría listo sólo en el 2000, no supone que el Cicad vaya a entrometerse en la soberanía de los estados, sino que éstos se autoevaluarán a sí mismos a través de un cuestionario, subrayó Sullivan.

El holandés Harald Koppe, funcionario del intergubernamental Grupo Egmont, indicó que se necesitan cambios en las leyes para contar con instrumentos que cubran otros crímenes relacionados con el lavado de dinero para que la represión de ese delito sea más eficaz.

El Grupo Edmont, fundado en Bruselas en 1995 por 12 países europeos, a los cuales luego se sumaron 16 naciones de Europa y América, se ocupa del análisis financiero, entrenamiento de expertos, estudios e intercambio de información sobre operaciones de lavado de dinero en todo el mundo.

Koppe subrayó que en algunos países el lavado de dinero ajeno al narcotráfico, como el procedente de la evasión fiscal, robos, prostitución, corrupción y tráfico de armas, abarca alrededor de 50 por ciento de los activos blanqueados en el sistema financiero, el comercio y otras modalidades.

No obstante, aclaró que el lavado de dinero del narcotráfico constituye la parte más importante del negocio, con alrededor de 500.000 millones de dólares anuales en todo el mundo.

Los banqueros participantes en el II Congreso Hemisférico sobre Prevención del Lavado de Dinero también alertaron sobre los riesgos de esta actividad delictiva para la propia sobrevivencia de la banca.

El estadounidense Stephen Harvey, ejecutivo del Bank of America, senaló que "hay que martillar y ser constante en la vigilancia para detectar las transacciones procedentes del narcotráfico", así como cooperar con las autoridades en la detección de operaciones sospechosas en los bancos.

Tras indiciar que la banca se ha constituido en un negocio "de alto riesgo" a causa del lavado, Harvey recomendó que se realice un entrenamiento constante del personal de los bancos y otras entidades que manejan transacciones de dinero.

La panameña Marisol Sierra, gerente del Atlantic Securuty Bank de Panamá, advirtió que el lavado de dinero se está convirtiendo cada día más "en una amenaza para la estabilidad de los sistemas financieros y comerciales" a nivel mundial.

Sierra previno además contra "transacciones fantasmas" que se están realizando actualmente, como las que promueve la Fundación Amadeus que solicita un aporte de dos millones de dólares para una franquicia a cambio de una ganancia de 10 millones de dólares, la cual "es una transacción engañosa".

Añadió que esa situación "se ha dado en la banca panameña", pero no dio detalles al respecto.

La banquera recomendó la cooperación entre entidades bancarias y financieras y de éstas con las instituciones encargadas de reprimir esos delitos "para poner fin a esas malas prácticas y lograr que los narcotraficantes abandonen el mercado".

El presidente de la Asociación Panameña de Bancos, Juan Antonio Niño, afirmó por su parte que además de las leyes e instrumentos para castigar ese delito se necesita "mantener el más alto nivel de ética" y establecer "una cooperación sincera" en lugar de imposiciones y cuestionamientos.

El tráfico de drogas y el lavado de dinero "no se pueden combatir sobre la base de señalamientos", advirtió Niño al referirse a las certificaciones que expide Estados Unidos todos los años en favor de los países que cooperan en la lucha contra el narcotráfico. (FIN/IPS/sh/mj/ip/98

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