La única mujer, y una de los favoritos, en la carrera presidencial de Venezuela, Irene Sáez, restó hoy importancia a su caída en las encuestas y aseguró que el panorama político cambiará luego de las elecciones locales y legislativas de noviembre.
El 8 de noviembre se efectuarán comicios para gobernadores regionales y miembros del parlamento, en tanto los presidenciales se celebrará el 6 de diciembre.
Para las elecciones de gobernadores se tejen las más disímiles alianzas, pero los partidos mayoritarios, el socialdemócrata Acción Democrática y el socialcristiano Copei, apuestan a la acumulación de victorias como trampolín para las presidenciales.
Sáez, independiente aunque apoyada por esos partidos cuando se la eligió alcaldesa del municipio caraqueño de Chacao en 1992 y 1995, descartó que hubiese cometido un error cuando aceptó ser candidata de Copei, en diálogo este martes con corresponsales extranjeros.
Copei, segunda fuerza política del país, que ha gobernado durante algunos períodos de los cuatro decenios de democracia sin interrupciones que lleva Venezuela, la eligió candidata justo cuando Sáez comenzó a caer en las encuestas, hace dos meses.
Sáez, quien entre sus conquistas tiene la corona de Miss Universo 1981, defendió su entendimiento con Copei, "un partido que cambió hasta sus estatutos para elegir a una candidata primero mujer y luego independiente".
Las encuestas de intención de voto, en las que reinó Sáez durante 1996 y 1997, sostienen desde marzo en el primer lugar al ex comandante golpista Hugo Chávez.
"La única encuesta a la que no podemos acceder con financimiento los aspirantes, la de la empresa Datos, me coloca primera en las preferencias", aseguró Sáez.
El último informe público de Datos (junio) ubicó primero a Chávez, con 40 por ciento de las intenciones de voto, seguido por el empresario Henrique Salas, con 20 por ciento, y Sáez, con 16 por ciento.
Más atrás marchan el candidato presidencial de Acción Democrática en 1993, Claudio Fermín, con seis por ciento, y su reemplazo como candidato de esa corriente cinco años después, Luis Alfaro, con cinco.
Sáez admitió que, según informes que se le dieron informalmente, una encuesta de organismos de inteligencia de las fuerzas armadas ubica a Chávez primero, con 34 por ciento, seguido por la ex alcaldesa, con 25, y Salas con 12.
Otros sondeos publicados en Venezuela también favorecen a Chávez, pero Sáez, como otros aspirantes, insistió en que "el panorama político cambiará con las elecciones de noviembre".
Se verá entonces "una demostración de liderazgo regional, que va a generar un ambiente democrático", con lo que en diciembre "el triunfo de la democracia será contundente".
Sáez ha insistido, y lo reiteró este martes, en presentarse como "la candidata que quiere los cambios en paz". "Yo garantizo, además, que el pueblo venezolano, que siempre se ha comportado de forma madura, quiere la paz", agregó.
Las elecciones regionales son consideradas "primarias" para ubicar mejor una u otra candidatura de los rivales de Chávez, pero también evocan una confrontación entre cambios violentos o pacíficos e incluso entre democracia y dictadura.
Eso obedece a un manojo de razones, según los analistas, y en primer lugar a la figura de Chávez, líder en 1992 de una cruenta sublevación de unidades del ejército, que fracasó en su intento de derrocar al entonces presidente Carlos Andrés Pérez.
En segundo término, porque Chávez ha advertido que no se dejará "arrebatar el triunfo electoral", lo que unido a su organización de grupos de vigilancia, que incluyen ex militares, despierta aprensión acerca de un enfrentamiento si llamase a desconocer el escrutinio.
Abona la aprensión el hecho de que en los últimos 10 años Venezuela ha debido repetir constantemente elecciones regionales y locales por fraudes u otras deficiencias amparadas en el desorden en ciertas fases del proceso y el control de los principales partidos en las mesas de votación.
En tercer lugar, la confrontación democracia-dictadura estaría dada por rasgos autoritarios en las propuestas y en el estilo de conducción política de Chávez.
Otro candidato tambi]en lanzó propuestas ajenas al marco establecido. "Yo haría lo que hizo Alberto Fujimori", advirtió recientemente Salas, en alusión a la disolución de los poderes legislativo y judicial que, con apoyo de las fuerzas armadas, hizo en abril de 1992 el presidente de Perú. (FIN/IPS/jz/mj/ip/98