La Iglesia Católica, uno de los más fuertes opositores en el mundo al uso del condón para la prevención del contagio del VIH, fue atacada por delegados a la 12 Conferencia Mundial sobre Sida por su negativa al sexo sin riesgos.
La Iglesia Católica, que promueve la abstinencia para personas no casadas y la fidelidad para los casados, alega que la promoción de los condones lleva a la inmoralidad.
"El condón sigue siendo la única vacuna contra la infección de VIH (virus de inmunodeficiencia humana)", dijo Catherine Taylor, de la empresa británica Durex, fabricante de preservativos.
La posición de la iglesia ha sido objeto de la ironía de grupos de presión y varios fabricantes presentes en la conferencia mundial, en curso en esta ciudad.
"La iglesia sólo actúa en la ignorancia. Es tiempo de que cambie sus políticas de línea dura", dijo Janey Woodworth, de una empresa australiana.
La portavoz de la sociedad SIDA Internacional Christel Lindgren dijo que "todos necesitamos dejar a un lado el dogma religioso y hacer lo mejor que podamos para luchar contra la enfermedad".
Gideon Byamugisha, religioso anglicano de Uganda, dijo que los líderes de la iglesia deberían reconocer su influencia en la gente e intentar dar consejos que salven vidas.
"Ejercemos mucha influencia en la gente que lideramos, en muchas áreas, pero, lamentablemente, muchos líderes no entregan información exacta sobre lo que las personas pueden hacer para evitar el contagio del VIH", causante del sida, dijo Byamugisha.
Byamugisha, quien confesó estar enfermo de sida, afirma que la iglesia debe aceptar la opción del condón para las personas que escogen no abstenerse, y para aquellos vulnerables a las infecciones de sus parejas.
"La realidad es que la mayoría de las personas en Africa tiene sexo premarital y extramarital", dijo el religioso.
En Uganda, alrededor de dos millones de personas están infectadas con VIH. Estudios revelan que 90 por ciento de los 20 millones de habitantes del país del este de Africa tienen una vida sexual activa, y sólo 10 por ciento se abstiene. "La iglesia tiene la responsabilidad del 90 por ciento", agregó.
Según el último informe del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA (ONUSIDA), en Africa subsahariana viven 21 millones de los 30 milones de infectados con VIH en el mundo.
Para reducir la expansión de la infección, ONUSIDA, con sede en Ginebra, hizo un llamado al consenso entre gobiernos, industrias farmacéuticas, organizaciones no gubernamentales (ONG) e iglesias para la lucha conjunta.
"No existe una solución mágica. Dejemos de esperar por las decisiones políticas esenciales", dijo el director general de ONUSIDA, Peter Piot.
"Sea educación sexual para los jóvenes, o agujas para los consumidores de drogas, comprometámonos entre nosotros para tener el coraje de nuestras convicciones y ponernos a favor de los datos y contra las políticas divisivas cuando las vidas de nuestra gente están en juego", exhortó.
Según Piot, un nuevo complejo de más de 36 drogas que permitió convertir el sida de enfermedad mortal en enfermedad crónica, y prolongar las vidas de los infectados, no llegó a Africa debido a los costos prohibitivos.
Una dosis anual del cóctel de drogas oscila entre 15.000 y 20.000 dólares, una cifra muy por encima de las posibilidades de los pobres de Africa.
El religioso católico Robert Vitillo dijo que las críticas contra la iglesia no tienen en cuenta sus contribuciones. "Hemos jugado un papel importante fuera del debate del condón. Instalamos programas educativos en todo el mundo en desarrollo, en salud y atención espiritual".
Los comentarios de Vitillo, sin embargo, fueron minimizados por delegados como una defensa innecesaria. "No es momento de que la Iglesia se defienda, es tiempo de que cambie", dijo un delegado de Brasil. (FIN/IPS/tra-en/mn/pm/lp/he cr/98