Hace 100 años, tropas de Estados Unidos desembarcaron en las costas de la ciudad de Guanica, en el sur de Puerto Rico. La invasión puso fin a 400 años de colonialismo español y marcó el comienzo de la ocupación estadounidense de esta isla caribeña.
Para el gobernante Partido Nuevo Progresista (PNP), el 25 de julio fue un día para celebrar 100 años de democracia, pero para el minoritario movimiento independentista, la fecha marcó un siglo de régimen colonial estadounidense.
Mientras, el principal partido opositor, el Partido Popular Democrático, celebró el aniversario del estatuto de Puerto Rico como estado libre asociado de Estados Unidos, que cumplió 46 años.
Tanto el PNP como el Nuevo Movimiento Independentista organizaron sus propias manifestaciones en Guanica, una tranquila ciudad costera que recibió decenas de miles de visitantes el fin de semana.
Las rutas que conducen a la ciudad estaban tan congestionadas que miles de automóviles quedaron paralizados en un embotellamiento que se extendió hasta la vecina localidad de Yauco.
Mientras, las actividades del movimiento por la independencia, organizadas por el Partido Independentista Puertorriqueño, contaron con la participación de diversos grupos como el Partido Nacionalista, el Frente Socialista, el Nuevo Movimiento Independentista y el Congreso Nacional Hostosiano.
Los participantes vivieron la jornada con optimismo, dado que el movimiento por la independencia siempre estuvo dividido en facciones rivales y este aniversario fue la primera ocasión en que actuó unido, aunque sea por un día.
"Este es un acontecimiento extraordinario. La solidaridad y el entusiasmo son sorprendentes. Es maravilloso que los grupos independentistas estén unidos pese a sus diferencias", manifestó Laura Castro, una maestra de la ciudad de San Sebastián que participó de la demostración.
"Nunca debemos perder de vista que el movimiento independentista consiste en una pluralidad de fuerzas", señaló Rafael Bernabé, profesor universitario y portavoz del Frente Socialista. "Esta actividad es un buen augurio para el futuro del movimiento", agregó.
La campaña para la liberación de 16 presos políticos que permanecen en cárceles de Estados Unidos fue parte esencial de la manifestación independentista.
Los presos cumplen sentencias de décadas de prisión por pertenecer a organizaciones revolucionarias clandestinas como las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) y los Macheteros, que reivindican el uso de la lucha armada para lograr la independencia política.
"Es hora de que sean liberados. Su libertad es una precondición indispensable para la descolonización de nuestro país", dijo el abogado defensor de los derechos civiles José Juan Nazario, experto en espionaje político y represión en Puerto Rico.
Otro tema destacado en las manifestaciones del fin de semana fue la oposición a las privatizaciones.
Estas protestas tuvieron lugar poco después de una huelga general sin precedentes realizada el 7 y 8 de julio en contra de la política de privatizaciones del actual gobierno, en particular contra el pasaje a manos privadas de la Puerto Rico Telephone Company.
El movimiento independentista es una de las principales fuerzas opositoras de las privatizaciones. Su posición sobre el tema se resume en la consigna "Puerto Rico no está a la venta".
"Hay una interesante integración del movimiento obrero con la lucha por la liberación nacional que nunca se había visto antes", dijo Jesús Delgado, vicepresidente de la Federación de Maestros de Puerto Rico.
"Una gran cantidad de líderes sindicales y trabajadores llegaron para manifestar su repudio a 100 años de ocupación estadounidense. Se está haciendo evidente que la liberación nacional y las aspiraciones de la clase trabajadora son inseparables", agregó.
Legisladores del PNP afirmaron reiteradamente que la oposición a las privatizaciones en Puerto Rico es parte de un complot izquierdista independentista orquestado por el gobierno de Cuba.
Líderes del movimiento antiprivatización encontraron graciosas estas afirmaciones.
El Partido Independentista también celebró el sábado la conclusión de su Congreso Internacional de Solidaridad con la Independencia de Puerto Rico, del cual fue anfitrión, junto con la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (COPAL) y la Internacional Socialista.
En el congreso participaron representantes de partidos políticos de Aruba, Curazao, Haití, México, Nicaragua, España y Suecia, entre otros países.
Los participantes aprobaron una declaración de exhortación a la desocupación e independencia de Puerto Rico, la implementación inmediata de la resolución de las Naciones Unidas sobre descolonización, y la libertad de los presos políticos puertorriqueños.
El comandante sandinista Tomás Borge, quien participó en el congreso, instó a la COPAL y a la Internacional Socialista a fijar reuniones "para discutir específicamente el caso de Puerto Rico".
Pero no fue sólo en Guanica donde hubo manifestaciones el fin de semana.
En Washington, D.C., unos 3.000 puertorriqueños marcharon por Lafayette Park, frente a la Casa Blanca. Los manifestantes escucharon discursos grabados de varios prisioneros políticos y reafirmaron su compromiso con la independencia de Puerto Rico.
Entre los oradores estuvieron Josefina Rodríguez, madre de dos prisioneras políticas. Sus dos hijas, Ida y Alicia Luz, eran integrantes de FALN, un grupo formado en Nueva York en 1974 por puertorriqueños expatriados, que se extendió a otras ciudades, como Chicago.
FALN afirma haber protagonizado no menos de 120 acciones revolucionarias violentas en Estados Unidos.
También hubo manifestaciones independentistas durante el fin de semana en otras ciudades de Estados Unidos, entre ellas Nueva York. (FIN/IPS/tra-en/cr/ml-di/ip/98