La Organización de las Naciones Unidas (ONU) predijo hoy que los habitantes del planeta superarán los 6.000 millones para mediados del año próximo.
Ninguna época tuvo un crecimiento de la población tan rápido y a la vez mejoras en la salud y la nutrición de la mayoría de la gente, y en ese sentido se trata de "un logro extraordinario para la humanidad", destacó Nafis Sadik, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP).
Sadik subrayó que, aunque el crecimiento es rápido, "se ha enlentecido y se enlentecerá aún más", y eso es "algo para celebrar".
El FNUAP anunció que el 16 de junio de 1999 se celebrará "El día de los 6.000 millones" como marca simbólica del momento en que la población mundial supere esa cantidad.
Joseph Chamie, director de la División de Población de la ONU, explicó que el 16 de junio no será la fecha exacta, sino que fue elegida en forma aproximada para marcar la ocasión.
"Aunque es imposible determinar con precisión el momento en que la población mundial superará ese umbral, proyectamos que ello ocurrirá a mediados de 1999", señaló.
Este sábado se celebrará el "Día Mundial de la Población", instituido en 1987 cuando los habitantes del planeta alcanzaron los 5.000 millones.
Actualmente, la población mundial se estima en 5.900 millones y, según proyecciones de la ONU, se le agregan tres habitantes cada segundo, 220.000 por día u 81 millones cada año.
La humanidad demoró hasta el año 1800 para llegar a los 1.000 millones, pero en sólo 130 años más se multiplicó por dos.
Entre 1930 y 1960 la población mundial pasó de 2.000 a 3.000 millones, y en 1974 llegó a 4.000 millones. Trece años después alcanzó los 5.000 millones.
La cantidad futura de habitantes del mundo dependerá de las elecciones que la gente haga en los próximos 10 años, advirtió Sadik.
"Aunque el rápido crecimiento constituye una gran preocupación mundial, nuestra primera preocupación debería ser la vida de millones de personas empobrecidas material y espiritualmente porque no pueden ejercer sus derechos reproductivos", señaló.
"Si satisfacemos las necesidades individuales en materia de salud reproductiva, la necesidad de que el crecimiento demográfico mundial sea más lento y equilibrado en gran medida se resolverá por sí sola", agregó Sadik.
Si las mujeres tienen la opción, concebirán menos hijos que sus madres, las familias serán más pequeñas y su crecimiento demográfico más lento, señaló. "Esa es la lección extraída de los últimos 30 años".
En la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, celebrada en El Cairo en 1994, los delegados acordaron por unanimidad que la salud reproductiva es un derecho humano básico. La Conferencia concluyó que todos tienen el derecho de elegir el tamaño de su familia.
Si los habitantes del mundo pueden ejercer en libertad su derecho a elegir, entonces el planeta se dirigirá hacia un crecimiento demográfico más lento y equilibrado.
Proyecciones de largo plazo divulgadas este año por la ONU indican que la población seguirá creciendo en todo el mundo, a excepción de Europa.
Chamie advirtió sobre algunos "mitos" referidos a la población. Uno de los más habituales es el que relaciona la elevada fertilidad con los católicos, debido a la oposición de la Iglesia Católica al aborto y los métodos anticonceptivos.
Chamie indicó que las tasas de fertilidad más bajas del mundo se encuentran en Italia y España, dos países de población mayoritariamente católica.
El crecimiento demográfico en esos países, de 1,2 y 1,3 hijos por mujer respectivamente, hace pensar a los demógrafos que la población continuará disminuyendo.
Otro mito es que los países musulmanes no pueden tener bajas tasas de fertilidad. Sin embargo, la fertilidad está disminuyendo en países mayoritariamente islámicos como Bangladesh y Turquía, informó Chamie. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/ml-aq/pr/98