Las mujeres de todos los países del mundo sufren violaciones a una docena de derechos fundamentales a pesar de los tratados internacionales que garantizan su cumplimiento, de acuerdo con una película documental estrenada hoy, Día Mundial de la Población, en la capital de Gran Bretaña.
Las violaciones fueron documentadas en la película "Lifelines" ("Líneas de la Vida"), estrenada en Londres con motivo de la conmemoración, que se basa en situaciones de la vida real en todo el mundo para ilustrar el caso de 12 derechos humanos negados a las mujeres.
"Puedes detectar 12 tipos de violaciones a los derechos humanos de las mujeres en casi todos los países del mundo. Lo que esperamos probar con esta película es que los abusos son cometidos en todas partes", dijo Karen Newman de la Federación Internacional de Maternidad Planificada (IPPF).
La IPPF, la organización voluntaria dedicada a la salud reproductiva más grande del mundo, produjo la película en conjunto con Televisión para el Ambiente (TVE).
Las violaciones ilustradas en "Lifelines" incluyen el derecho a la vida, a la libertad y la seguridad, a la igualdad y la no discriminación, a la intimidad, a la salud, a la libertad de pensamiento, a la información y la educación, a elegir con quien casarse y planificar una familia.
También se planteó el derecho a elegir cuándo tener hijos, a compartir los beneficios del progreso científico, a la libertad de reunión y de participación política, a no ser torturadas ni maltratadas.
En la película se recuerda que cada minuto muere una mujer por complicaciones de parto, cada año dos millones de niñas corren peligro de mutilación genital, en Africa y Asia una de cada cuatro menores de 16 años son casadas sin su consentimiento, y más de un millón de niñas son obligadas a prostituirse cada año.
"Lifelines" se estrena cuatro años después de que 179 países suscribieron el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, realizada en El Cairo en 1994.
"La Conferencia de El Cairo fue trascendental porque por primera vez fueron considerados los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres como derechos humanos", recordó el profesor Fred Sai, quien presidió el comité principal en esa reunión internacional.
Sai añadió que "por primera vez se logró que las mujeres no fueran tratadas como objetos para el control de la población, y que se diera prioridad a sus necesidades".
El Programa de Acción compromete a los gobiernos a cooperar para que las mujeres conozcan sus derechos, incluyendo aquellos relacionados con la salud reproductiva y sexual. Además los obliga a eliminar practicas discriminatorias.
En ese documento se advierte que los estados deben promover "una participación igualitaria de las mujeres y hombres en todos lo relacionado con las familias y las responsabilidades hogareñas, incluyendo la conducta sexual y reproductiva".
Las metas trazadas allí para el 2015 incluyen acceso universal a atención en salud reproductiva y planificación familiar, educación primaria, y reducción de la mortalidad infantil y materna.
Además queda explícito que los hombres son esenciales para conseguir esos logros, pues "desempeñan un papel clave para lograr la igualdad de género ya que en la mayor parte de las sociedades ejercen un poder preponderante".
Pero activistas en materia de población consideran que el Plan de Acción no es suficiente pues no establece ninguna obligación legal de cumplirlo.
"En El Cairo se produjo un plan político, con normas que pueden ser interpretadas en forma diferente por diferentes gobiernos. En IPFF consideramos indispensable promover instrumentos legales que puedan ser exigidos internacionalmente, incluso mediante sanciones", dijo Nell Rasmussen.
Rasmussen es coautor de una documento de IPFF que hace propuestas sobre el tema e interpreta las leyes internacionales sobre derechos humanos y su relación con los derechos reproductivos de las mujeres.
"Los gobiernos firmaron una serie una serie de convenciones sobre derechos humanos prometiendo homologarlas con legislación nacional, pero los habitantes de esos países no conocen esas convenciones y por lo tanto no luchan por sus derechos", comentó Karen Newman, que también participó en el documento.
"Es necesario que las organizaciones no gubernamentales actúen para cubrir ese vacío de información", dijo a IPS la representante de IPPF.
La película y el documento de IPPF serán distribuidos mundialmente entre grupos defensores de derechos humanos y de la igualdad de género, asociaciones legales y de planificación familiar, con el objeto de informarlos y respaldarlos en sus demandas de un cambio en legislaciones nacionales.
El IPPF delineó un plan de acción de cuatro puntos.
En primer lugar los grupos nacionales deben examinar la legislación sobre salud reproductiva y sexual, con el fin de confirmar si restringe o promueve los derechos explicados en el documento de IPPF.
En segundo lugar, deben documentar las violaciones a los derechos.
En tercer lugar se propone buscar una manera de responsabilizar a los gobiernos a través de la prensa, los parlamentos, organizaciones gremiales y mediante la acción de organismos internacionales.
Por último, los grupos nacionales deberían mantener un seguimiento a los acuerdos internacionales, con el fin de demandar la aplicación de sus recomendaciones. (FIN/IPS/tra- en/aw/dds/rj/lc-n¡mj/hd pr/98