Apenas seis entidades estatales de Panamá están preparadas para hacerle frente a la llamada "bomba del 2000" que afectará a las computadoras cuando llegue ese año.
Rafael Carles, directivo de la Comisión de Libre Competencia y Asuntos del Consumidor (Clicac), sostuvo que la mayoría de las empresas y entidades públicas y del sector privado mantienen una actitud "poco seria" al respecto.
Solo la Alcaldía de la capital, el Ministerio de Hacienda y Tesoro, la Lotería Nacional de Beneficencia, el Banco Nacional y la Comisión Bancaria Nacional informaron a la Contraloría General de Panamá que están preparadas para la contingencia.
Otras 52 instituciones estatales todavía no han tomado medidas para evitar el colapso de sus sistemas informáticos el 1 de enero del 2000 cuando, advirtieron expertos, se alterarán los programas fechados con los dos últimos dígitos de los años del presente siglo.
De acuerdo con expertos, los programas y sistemas operativos de las computadoras que usan como referencia solo los dos últimos números del año podrían confundir al llegar al 2000 las fechas y alterar o borrar de forma definitiva todos los datos almacenados.
Carles advirtió que el sector público y el privado deberán invertir en conjunto unos 100 millones de dólares para sustituir los equipos, programas y aplicaciones basados en el antiguo sistema.
"Este es un problema muy serio que la gente no está tomando en serio", afirmó Carles el martes al advertir que la función de la Clicac es proteger al consumidor de los comerciantes que vendan actualmente equipos y programas de computadoras que no esten protegidos contra la "bomba del 2000".
Desde simples botones de elevadores hasta las operaciones del Canal de Panamá, el abastecimiento de agua potable y electricidad y el sistema de semáforos que dirigen el tránsito "podrían verse afectados seriamente en el 2000 si no se toman previsiones desde ahora", dijo Carles.
"A lo mejor es una gran alharaca, a lo mejor no, pero tenemos que tener nuestro plan de contingencia listo", declaró el gerente general del Banco Ganadero, Abel Mercado, al suplemento económico Martes Financiero del diario La Prensa.
La estatal Comisión Bancaria Nacional tomó medidas para proteger sus sistemas de cómputos y pidió a los 120 bancos que operan en Panamá que informen lo más pronto posible sobre las medidas que piensan adoptar al respecto.
Las subsidiarias locales de grandes bancos internacionales, como el Citicorp y Chase Manhattan Bank, que han invertido millones de dólares en la protección de sus sistemas de cómputos en todo el mundo, serian por ahora los únicos a salvo de la "bomba del 2000".
Citicorp, con 600 millones de dólares, Bank of América, con 380 millones, y el Chase Manhattan Bank, con 300 millones de dólares, son los grandes bancos internacionales que más han invertido en la protección de sus sistemas, según el diario estadounidense USA Today.
El presidente del grupo Sonitel de Panamá, Julio Spiegel, afirmó que al parecer hay resistencia a realizar una inversión que en lo inmediato no va a generar ganancia alguna.
"No es que esos millones se van a invertir en fábricas o en carreteras. Aquí se invertirá todo eso solo para arreglar un problema", subrayó Spiegel, cuya empresa se dedica a la venta de computadoras y equipos y sistemas de comunicaciones.
El mayor costo corresponde a la modificación del "software" (programas) de las computadoras. Spiegel explicó que un software de aplicación puede tener entre 100.000 y un millón o más de líneas de programación. El costo del arreglo a los actuales precios de mercado es de alrededor de 1,50 dólares por línea.
El arreglo de programas como los que maneja la estatal Caja de Ahorros, que poseen 1.250.000 lineas de programación, "requiere entonces dos millones de dólares", apunto Spiegel.
Carles insistió que la única opción posible cuando solo faltan 18 meses para que se presente el problema es que el gobierno "declare una emergencia nacional" y nombre una comisión de "alto nivel para preparar el país para el virus del milenio".
"De lo contrario, las consecuencias serían lamentables para toda la población", advirtió.
Un poco más sereno, el ex banquero y actual gestor de inversiones Mario de Diego advirtió que no debe cundir el pánico por algo que posiblemente tenga una solución mucho más sencilla que la esperada.
De Diego sostuvo que hoy se está pensando en las áreas donde se realizan grandes operaciones, como el sistema bancario, pero el problema "va mucho más allá de los programas y equipos de computación".
Equipos programables, como sistemas de alarma, equipos contra incendio, electrodomésticos, teléfonos celulares "y una larga lista que día a día va agrandándose más en la medida en que se estudian con mayor profundidad los efectos posibles, tambien van a ser afectados", acotó De Diego. (FIN/IPS/sh/mj/if cr sc/98