Un proyecto de ley constitucional que habría otorgado derecho a voto a cinco millones de ciudadanos de Italia que residen en el extranjero naufragó hoy, después de una lucha que se remonta a medio siglo atrás.
Aunque los principales partidos, tanto de derecha como de izquierda, estaban de acuerdo con esta iniciativa, las ausencias impidieron alcanzar la mayoría absoluta de parlamentarios necesaria para aprobar una reforma constitucional.
Cuando todo hacía prever que la iniciativa legal sería aprobada por la Cámara de Diputados, faltó quórum por la ausencia, sobre todo, de los parlamentarios del movimiento derechista Forza Italia, que dirige el magnate de la televisión privada Silvio Berlusconi.
Al no aprobarse este miércoles, el trámite parlamentario que comenzó el 4 de junio de 1997 vuelve a fojas cero. El proyecto era una síntesis de varias iniciativas previas presentadas por parlamentarios de distintos partidos.
El proyecto debía ser objeto de dos votaciones afirmativas en cada una de las dos cámaras. El proyecto fue aprobado dos veces por el Senado y una vez por la Cámara de Diputados. Este miércoles no hubo quórum para el segundo y definitivo visto bueno de la cámara baja.
De acuerdo con la normas del parlamento italiano, debe pasar un año antes que se pueda presentar una iniciativa similar. Berlusconi expresó su pesar y atribuyó el fracaso del proyecto a circunstancias tales como el cambio de hora de la votación.
La iniciativa establecía una cuota de 12 diputados a ser elegidos por los italianos en el extranjero, así como la posibilidad del voto por correspondencia.
Los votos a favor del proyecto fueron 148 (se requerían 163), los contrarios, 42, y las abstenciones, 62.
El ex comunista Partido Democrático de Izquierda, principal fuerza del gobierno, la derechista Alianza Nacional y los diputados de Forza Italia que asistieron a la sesión de la Cámara de Diputados levantaron su mano a favor del proyecto.
Refundación Comunista (ortodoxa) y la secesionista Liga Norte votaron en contra.
El principal patrocinante del proyecto, Mirko Tremaglia, de Alianza Nacional, usó gruesos insultos contra los legisladores de Forza Italia que no asistieron a la sesión. Ambas fuerzas constituyen el grueso del Polo de la Libertad, coalición opositora al gobierno de centroizquierda.
"Bandidos, desleales, gentuza que hace política solo por el poder", gritó.
Tremaglia anunció la anulación de su viaje el 1 de agosto a Argentina, previsto para celebrar con los italianos que viven en este país la recuperación del derecho al voto.
El presidente de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, dijo que lo ocurrido es "políticamente grave, porque provocará una gran desilusión a los millones de italianos que viven en el extranjero y que desde hace decenios esperan la posibilidad de ejercer el derecho al voto".
Otro dirigente de Alianza Nacional, Ignazio La Russa, dijo que "no es posible que Forza Italia, cuando no se trata de temas como la justicia, se desinterese totalmente".
La Russa aludió a los repetidos ataques de Berlusconi, propietario del segundo imperio económico italiano después de la empresa Fiat, contra los jueces que lo están procesando por corrupción.
Cincuenta diputados de Forza Italia, 45 por ciento de los 111 representantes del movimiento derechista, no participaron en la votación.
En el momento decisivo para su aprobación definitiva, fracasó la aprobación de la ley que habría permitido a los italianos votar en el extranjero.
Se trata de una antigua lucha. El primer proyecto de ley en esta materia se remonta a 1955, pero en los años 90 se intensificaron las gestiones para su aprobación.
El ministro de Relaciones Exteriores, Lamberto Dini, expresó su pesar por el naufragio del proyecto. El presidente de Italia, Oscar Luigi Scalfaro, se había pronunciado a favor del derecho al voto de los italianos en el extranjero en su mensaje de fin de año correspondiente a 1996.
Los emigrantes que cuentan con pasaporte italiano, y por lo tanto con derecho a voto, son cerca de cinco millones, de los cuales poco más de dos millones residen en América del Sur y otros dos millones en Europa, según el Ministerio de Relaciones Exteriores. Italia tiene 57,5 millones de habitantes.
Los descendientes de italianos en el exterior son 58,5 millones, de los cuales 40 millones viven en América del Sur y 16 millones en América del Norte. (FIN/IPS/jp/mj/ip pr/98