El número de niños de la calle crece en los países más ricos del mundo, reveló hoy un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Aunque en los últimos 15 años la riqueza aumentó en los países industrializados, y en 12 de ellos el producto interno bruto (PIB) se incrementó más del doble, cada vez son más las personas que viven en la calle.
Los más afectados son los niños y los jóvenes. Unicef estima que en Gran Bretaña 250.000 jóvenes entre 16 y 24 años se convirtieron en gente sin vivienda sólo en 1995.
En Estados Unidos, 5,5 millones de niños vivían en la pobreza en 1996, "y es razonable asumir que un buen número de ellos estaban relegados en las calles", indica el informe.
Carol Bellamy, directora ejecutiva de Unicef, dijo a IPS que el organismo pretende "crear una conciencia pública sobre la gente sin hogar, y recordar al mundo que los desafíos de la infancia no se detienen en la frontera del mundo en desarrollo".
La vida en la calle, según el informe, es el resultado predecible de políticas públicas y privadas que "excluyen a los pobres de la participación en la revolución económica, mientras las redes de la seguridad social se deshacen en el nombre de la 'competitividad mundial"'.
Además, la situación se perpetúa debido a un profundo rechazo a encarar las raíces del problema.
Al desmantelamiento de los sistemas de respaldo social se suma la decreciente inversión en viviendas, gasto público y organismos de gobierno local, especialmente pronunciada en países como Australia, Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña y Nueva Zelanda, dijo Catharine Way, editora del informe.
El gobierno de Gran Bretaña anunció el martes un nuevo programa para hacer frente al problema de la gente de la calle. El primer ministro Tony Blair dijo en el lanzamiento que la meta es reducir dos tercios el número de personas que duerme en las calles, en un plazo de tres años.
"No hay mayor evidencia de que algo está mal en nuestra sociedad que el creciente número de personas que duerme en las calles de nuestra ciudad. Ellas son símbolo de nuestra sociedad dividida, del fracaso de las políticas destinadas a los pocos privilegiados", dijo Blair.
Según cifras del gobierno, 2.000 o más personas duermen sin techo cada noche.
El gobierno propone una estrategia de seis principios. Uno es reducir el número de las personas que quedan sin vivienda capacitando a las personas que dejan la atención de las autoridades locales, las fuerzas armadas o la prisión para que puedan sobrevivir por sí mismas.
También tiene en cuenta más fondos para que el gobierno de Londres construya vivienda y ayude a los sin techo a "reconectarse con la sociedad" a través de un esquema de supervisión.
El anuncio fue bien recibido por organizaciones de caridad británicas que trabajan con la gente sin hogar, las que destacaron que continuarán presionando por acciones y no sólo palabras.
"Hay un serio problema social de gente joven sin vivienda en este país, y quienes duermen en las calles sólo son la punta del iceberg", dijo Caroline Abrahams, de NCH-Acción para los Niños, una de las mayores organizaciones de caridad de Gran Bretaña.
Uno de los motivos para el alto números de niños sin hogar, según Shelter, otra organización de caridad que trabaja con la gente de la calle, es que casi un cuarto de las familias con niños en Gran Bretaña están bajo jefatura de padres solteros, en general mujeres.
La mayoría de las mujeres que trabajan no ganan suficiente dinero para pagar el alquiler de una vivienda de un único ambiente, y la mayoría terminan en las calles.
La principal causa de la existencia de niños callejeros, afirma Shelter, es la desarticulación de las familias.
Según Unicef, la gente joven de la calle tiene dos veces más posibilidades de sufrir enfermedades crónicas como infecciones respiratorias o de oído, desórdenes gastrointestinales y enfermedades de transmisión sexual, inlcuyendo sida.
Los niños de la calle sufren los efectos acumulativos de la pobreza, el hambre, la ruptura de las familias, el aislamiento social y la violencia.
Además, son muy vulnerables a la prostitución, el uso de drogas y la actividad criminal.
Lo que más se necesita, según Unicef, es la determinación para crear condiciones que promueven las oportunidades de vivienda. Esto significa eliminar obstáculos como la brecha entre el salario mínimo y el costo de la vivienda.
Carol Bellamy comentó que el anuncio de Tony Blair es "un llamado de atención a los países ricos. Si el líder de uno de los principales países industrializados reconoce el tema, es una señal a todos los otros de que los gobiernos tienen una responsabilidad para con la gente de la calle. (FIN/IPS/tra-en/lp/hd pr/98