INDONESIA: Población reduce su alimentación, aunque hay reservas

La población de Indonesia reduce la cantidad de arroz en su alimentación diaria, tras perder el poder adquisitivo con la crisis financiera, aunque en este país asiático existan reservas del cereal.

La gran mayoría de los indonesios se autoimpusieron una dieta reducida antes que el presidente B.J Habibie urgiera a los indonesios musulmanes a realizar ayunos más frecuentes para conservar el arroz.

El ministro de Alimentación, A.M. Syaefuddin, lo planteó de la siguente manera: "Si se ve gente en la calle desahuciada a causa del hambre, no es porque no haya alimentos, sino porque no pueden pagarlos".

El ministro admitió que la producción nacional de arroz disminuye, pero anunció que un embarque de 500.000 toneladas desde Japón y una cantidad similar desde China aumentará las provisiones locales.

En Indramayu, en la costa sur de Java Occidental, la gente redujo su consumo de arroz. Una pequeña familia que solía consumir un promedio de 1,5 kilogramos de arroz al día sólo se alimenta ahora con un kilogramo.

Los residentes de esta localidad aún hacen tres comidas al día, pero una la toman sin arroz. Nadie en Indramayu ha muerto de hambre, pero la desnutrición entre los niños es obvia.

Aunque hay abundantes reservas de arroz en el mercado, la gente carece de dinero para comprarlo. "El arroz está ahí, pero no lo podemos costear", dijo Hamidin, un agricultor.

Antes de la crisis financiera, relató Hamidin, no tenía problemas con el precio del arroz, porque él y los otros agricultores tenían su propia cosecha. Pero la sequía y la peste arruinaron casi todo su predio, de un cuarto de hectárea.

Mujan, otro granjero, logró muy poco arroz de su predio. Ahora no tiene más opción que comprarlo en el mercado, donde el precio no deja de subir.

Con el precio del arroz a unos 16 centavos de dólar el kilogramo, sólo podía comprar unos 10 kilogramos. "Esta cantidad es suficiente para una semana. Como no sabemos de dónde sacaremos dinero para la semana próxima, ahorramos el arroz reduciendo nuestro consumo diario", explicó.

Indramayu es uno de los centros arroceros de Indonesia, con una producción anual de 630.000 toneladas. En épocas de mala cosecha, se abastece de áreas vecinas como Majalengka, Sumedang, Pamanukan y Subang.

Pero esta vez, el arroz que viene de fuera de Indramayu también es caro, como resultado de la caída de la producción nacional debido a los efectos de la sequía y las plagas.

El viceregente de Indramayu, Ridono Aidad, dijo que "lo que realmente sucede no es una crisis alimentaria, sino una crisis de poder adquisitivo".

En Indramayu, y en otras áreas en Java Central y Java Occidental, la gente ha sustituido la mandioca seca por arroz. Un producto que escasea es el aceite comestible.

Durante los motines masivos, el saqueo y el desorden populares de mayo, en protesta por la crisis económica, muchos indonesios de origen chino fueron blanco de la violencia, lo cual destruyó las redes de distribución que controlaban los comerciantes chinos.

Para compensar la situación, el gobierno intenta crear cooperativas en los poblados, a través de las cuales se canalizan arroz, harina, azúcar y otros productos subsidiados.

Los resultados no son estimulantes. Las cooperativas no tienen una buena administración y son propensas a la corrupción, por lo cual los productos no llegan a manos de quienes los necesitan.

"Estoy aliviada porque el gobierno creó cooperativas de abastecimiento. Pero me desilusiono cada vez que llego a la cooperativa y me dicen que ya no queda nada", dijo una residente.

Indonesia es el cuarto país más poblado del mundo, y en 1994 tenía unos 190 millones de habitantes. (FIN/IPS/tra-en/ky/ral/lp/dv if/98

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