Los habitantes de Bhután aguardan desanimados el fin del Campeonato Mundial de Fútbol. La mayoría tuvo con el torneo la primera, y quizá última, experiencia con la televisión, prohibida en este reino del Himalaya.
La presentación de los partidos en televisión fue autorizada únicamente en ocasión del Campeonato Mundial, y muchos bhutaneses que han pasado pegados a las pantallas desde el comienzo del torneo temen una vida vacía una vez que llegue a su fin el día 12.
El gobierno monárquico permitió, por primera vez, que organizaciones locales, en general asociadas con el deporte, instalaran pantallas públicas para el período del torneo de fútbol, iniciado el 10 de junio.
Además, embajadas extranjeras y agencias internacionales, a las que se permite tener antenas parabólicas, utilizaron la oportunidad para invitar a figuras locales a mirar los partidos.
La empresa India Border Roads, que construyó la mayoría de los caminos en Bhután, emitió una invitación general a todos los bhutaneses.
"Cientos de personas se agolparon para ver los partidos, algunas caminaron varios kilómetros. Fue una experiencia inusual en Bhután, donde pocas personas permanecen fuera de sus hogares después de la caída del sol", dijo D.K. Chetri, secretario del Comité Olímpico de Bhután.
El Comité instaló dos pantallas gigantes y cobra 10 ngultrums (25 centavos de dólar) por ver cada partido.
"Tenemos que recuperar el costo de la antena y los aparatos de televisión, de modo que hemos cobrado a los entusiastas del fútbol", explicó Chetri. "Además, sin costo, no seríamos capaces de controlar el alud de personas".
Pero la semana próxima las antenas parabólicas y los aparatos de televisión comprados para el festival de fútbol de un mes de duración volverán a sus cajas de empaque, una perspectiva dolorosa para los espectadores picados por el insecto electrónico.
"La televisión debe quedarse. Sin ella, tenemos muy poco que hacer después de la oficina", se lamentó Pema Tenzin, gerente de un hotel en esta capital.
"Los partidos trajeron algo de excitación a nuestras vidas, y estamos contentos", dijo Karma Phuntshok, un graduado sin empleo que dice estar muy orgulloso de la distintiva cultura budista mahaiana de su país y de venerar al rey Jigme Singye Wangchuk.
La teletransmisión de los partidos del Campeonato Mundial reabrió el debate que plantea si Bhután deber permitir la televisión por cable.
El funcionario de la cancillería Ugyen Chosom dijo que "en primer lugar, debemos tener nuestra propia televisión. Es muy importante. No estoy contra la exposición al mundo a través del cable, pero una emisión nacional es crucial".
Pero Sonam Tshong, director ejecutivo del Servicio de Radiodifusión de Bhután, dijo que si el país lanza una red de televisión sin preparación ni fondos adecuados, "tendremos programas de mala calidad y nadie nos mirará". De todos modos, dijo, el Servicio conceptualiza programas para posible emisión.
Muchas autoridades bhutanesas se manifiestan preocupadas por "los aspectos culturalmente inaceptables" de la televisión por cable, lo cual apoya el argumento para mantener los canales extranjeros fuera de este reino.
Sin embargo, hay otros que protestan porque, quienes tienen dinero, de todos modos miran en sus aparatos de vídeo películas de Hollywood y Bollywood (hechas en India).
"Este argumento cultural no parece genuino. La mayoría de los bhutaneses ricos tienen aparatos de vídeo e incluso miran películas pornográficas. Así que la televisión por cable no puede ser peor que eso", dijo Sonam Dhendhup, quien estudia en India.
Son muchos los bhutaneses que respaldarían a Dhendhup y verían televisión regularmente, incluso después del fin del Campeonato Mundial.
Muchas personas han estado comprando grabaciones de los partidos de fútbol a precios exhorbitantes, a la venta en librerías y tiendas.
La forma en que las autoridades harán frente a esta nueva pasión por la televisión es cuestión de conjeturas.
Tras haber permitido la recepción de redes de televisión extranjeras a este país, aunque sólo fuera durante las semanas del Campeonato Mundial de Fútbol, Bhután puede haberse abierto para siempre a los medios electrónicos. (FIN/IPS/tra-en/sb/an/lp/cr/98