Los gobiernos de Brasil y Canadá se enzarzaron hoy formalmente ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en una disputa que refleja las desventajas que afrontan los países en desarrollo cuando pretenden producir bienes de alta tecnología.
Los dos países se acusaron de estimular sus respectivas industrias aeronáuticas civiles con subvenciones estatales que violan los acuerdos de libre comercio de la.
El Organo de Solución de Diferencias (OSD) de la OMC resolvió este jueves establecer por separado dos grupos especiales (paneles) para que determinen la compatibilidad de los subsidios denunciados con los acuerdos que rigen el sistema multilateral de comercio.
El conflicto, que llegó este año a endurecer las relaciones diplomáticas entre Ottawa y Brasilia, surgió por la irrupción en los mercados de líneas aéreas regionales, en especial en Estados Unidos, del EMB 145, un aparato de mediana capacidad para transporte de pasajeros.
El gobierno de Canadá requirió al OSD que un grupo especial examine el uso del Programa de Financiamiento de Exportaciones (PROEX) que hace la empresa privada brasileña EMBRAER, fabricante del exitoso EMB 145.
Una visita programada del primer ministro canadiense Jean Chrétien a Brasil fue intempestivamente cancelada debido a los roces causados por el pleito aeronáutico.
Brasil declaró este jueves que su programa PROEX se ajusta totalmente a las obligaciones establecidas por los acuerdos de la OMC.
La solicitud canadiense de establecimiento de un grupo especial "se debe a que EMBRAER ha probado su capacidad de competir limpiamente en el mercado mundial de alta tecnología", aseguró el negociador comercial brasileño Carlos da Rocha Paranhos, en la sesión del OSD.
El productor canadiense "se encuentra aparentemente preocupado por la entrada en escena de un competidor eficaz de un país en desarrollo", dijo Paranhos.
Mientras el competidor del país en desarrollo solo recibe el apoyo autorizado por la OMC para la financiación de sus ventas al exterior, los numerosos subsidios de Canadá exceden los créditos a las exportaciones e incluyen miles de millones de dólares en subsidios a la producción, afirmó.
El gobierno de Canadá otorgó a la industria aeronáutica subsidios por 87 millones de dólares en obtubre de 1996, por 57 millones en diciembre de 1996 y por 147 millones en enero de 1997, dijo el representante de Brasilia.
Paranhos mencionó estimaciones de economistas, que no identificó, según las cuales el monto de los subsidios concedidos en los últimos años por autoridades canadienses al productor de aviones civiles superó los 5.000 millones de dólares.
El jefe de la misión de Canadá ante la OMC, embajador John Weeks, replicó que los costos ocasionados por el programa brasileño al mercado aeronáutico internacional y regional han ido en aumento desde hace dos anos, cuando se iniciaron las consultas entre los dos países para zanjar el diferendo.
Las tasas de financiación inferiores a las del mercado que benefician a la industria aeronáutica de Brasil reducen el costo financiero en más de dos millones de dólares por aparato, sostuvo Weeks.
El presupuesto del programa brasileño aumentó más de 50 por ciento desde 1996 y se eleva actualmente a más de 10.000 millones de dólares, insistió.
El representante brasileño alegó que para las compañias de los países en desarrollo resulta muy difícil triunfar "cuando deben enfrentarse a subsidios de esa magnitud", pues no tienen posibilidades reales de obtener "apoyos semejantes".
Paranhos aseguró que la política del gobierno de Canadá se propone colocar en el 2000 a la industria aeronáutica del país en la cuarta posición en el mundo, por encima de Japón y Alemania.
Canadá ha decidido, aparentemente, alcanzar ese objetivo por medio de "subsidios masivos y no siempre transparentes" y también a través de"intentos de sofocar la competencia de un país en desarrollo", afirmó.
Los dos grupos especiales establecidos para examinar las denuncias de Brasil y Canadá tienen un plazo de tres meses para expedir su veredicto. (FIN/IPS/pc/mj/if/98