La aprobación popular al gobierno de Eduardo Frei se mantiene estable, a pesar de que la población de Chile resiente el impacto de la crisis económica asiática y el aumento de la delincuencia, según las últimas encuestas encuestas.
El pesimismo sobre el futuro de la economía aumentó en este país de 14 millones de habitantes, ratificó la encuesta realizada a comienzos de julio por el Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC), cuyos resultados se difundieron este miércoles.
El sondeo del CERC coincidió en ese aspecto con otro sondeo, del Centro de Estudios Públicos (CEP), divulgado hace una semana, que también recogió la creciente preocupación en el país por la inseguridad ciudadana ante un incremento de la delincuencia.
No obstante estas señales, los grados de aprobación a la labor del gobierno de Frei se mantienen, según las alternativas de preguntas, entre 40 y 55 por ciento de la población, con un resultado similar al de la anterior encuesta del CERC, en marzo.
La desaprobación al gobierno se mantuvo igualmente desde marzo entre 33 y 34 por ciento, lo cual indica que el universo de los descontentos frente a la gestión de Frei no crece entre el 10 por ciento de la población que habitualmente no se pronuncia.
La visión mayoritariamente positiva que los chilenos tienen del Poder Ejecutivo es relevante en un escenario donde se deteriora progresivamente la percepción del país frente a la situación política.
En diciembre de 1997, el CERC constató una evaluación política positiva con un índice (porcentaje de opiniones negativas restadas al de las positivas) de 12 puntos, que disminuyó en marzo a una percepción negativa de uno, para seguir devaluándose en julio, con un saldo negativo de cinco puntos.
El índice sobre la situación económica, de acuerdo con los sondeos del CERC, fue de 26 puntos en diciembre, para disminuir a 14 en marzo y a solo dos en julio.
Los efectos de la crisis asiática, con encarecimiento de los créditos y amenazas de aumento del desempleo, llevaron la percepción sobre la economía a su grado más bajo desde el restablecimiento de la democracia en 1990, según las encuestas.
En 1995, cuando en la mayoría de los países de América Latina se hacían sentir los efectos "tequila" y "tango", de las crisis de México y Argentina, los chilenos evaluaron la economía del país con índices positivos entre 32 y 23 puntos.
El CERC es considerado relativamente cercano a la oficialista Concertación por la Democracia, en tanto que el CEP, el otro centro que hace habituales sondeos de opinión, se identifica más con la oposición derechista.
En la perspectiva de las elecciones presidenciales de diciembre de 1999, ambos sondeos confirmaron el liderazgo entre los precandidatos del socialista Ricardo Lagos, actual ministro de Obras Públicas.
Las diversas preguntas y escenarios sobre la carrera presidencial dieron a Lagos una clara ventaja sobre el precandidato derechista, el alcalde Joaquín Lavín, y su contendor en el oficialismo, el senador democristiano Andrés Zaldívar.
En la hipótesis de que compitan los cinco actuales precandidatos en la elección presidencial, Lagos triunfaría con 37 por ciento, seguido por Lavín (22), Zaldívar (14), la comunista Gladys Marín (cinco) y el derechista liberal Sebastián Piñera, con tres por ciento.
La constitución chilena establece una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados si ningún postulante logra mayoría absoluta en la primera elección presidencial, pero este mecanismo no se ha aplicado desde el restablecimiento de la democracia en 1990.
Patricio Aylwin y Frei, ambos demócratacristianos, triunfaron en las elecciones de diciembre de 1989 y diciembre de 1993 respectivamente con más de 50 por ciento de los sufragios, como candidatos únicos de la centroizquierdista Concertación por la Democracia.
Se espera que en los próximos comicios presidenciales tanto el oficialismo como la derecha vayan una vez más alineados bajo un candidato único, con Marín como tercera candidata en pugna, representando a la oposición marxista.
En un escenario de esa naturaleza, Lagos ganaría con 46 por ciento de los votos, mientras Lavín obtendría 26 por ciento y Marín seis por ciento.
En cambio, si Zaldívar fuera el candidato único oficialista, obtendría 29 por ciento, superando apenas a Lavín que llegaría a 28 por ciento, en tanto la candidata comunista aumentaría su adhesión a 11 por ciento.
El director del CERC, Carlos Huneeus, advirtió que aún es prematuro sacar cálculos definitivos, ya que Zaldívar y Marín recién aparecen en las encuestas y todavía queda un amplio porcentaje de indecisos, entre 20 y 30 por ciento.
En un análisis preliminar se advierte que la buena imagen del gobierno de Frei es capitalizada por Lagos y no por Zaldívar, correligionario del actual presidente, y que el ministro socialista impide en mayor medida que el voto de la izquierda vaya hacia Marín. (FIN/IPS/ggr/mj/ip if/98