/BOLETIN-DD HH/ AFGANISTAN: ONU limita ayuda a salvar vidas

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), frustrada por el ambiente político hostil y la guerra civil aparentemente interminable en Afganistán, amenazó con abandonar ese país, uno de los más devastados por la guerra.

El panorama en Afganistán es tan desalentador que, desde ahora, el foro mundial sólo ofrecerá "ayuda para salvar vidas", que incluirá alimentos, agua potable y suministros de emergencia.

"Es el lugar del planeta más difícil para trabajar", declaró el miércoles pasado a la prensa el subsecretario general Sergio Vieira de Mello.

La oficina coordinadora de la ayuda de emergencia de la ONU, informó, podría considerar recortes adicionales en la ayuda a Afganistán si no se registran progresos dentro de un plazo razonable en la política del régimen de Talibán, un grupo fundamentalista islámico que tomó el poder en septiembre de 1996.

Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), que tiene en el país un programa de 12 millones de dólares de costo anual, ya suspendió su proyecto de asistencia a la educación debido a la discriminación de las niñas, que tienen prohibido asistir a la escuela.

Asimismo, la Comisión Europea suspendió la semana pasada toda ayuda humanitaria -entre ocho y nueve millones de dólares al año- y decidió retirarse de Kabul, la capital.

"Esto tendrá graves repercusiones, porque cerca de 25 por ciento del millón de personas residentes en Kabul dependen casi por completo de la ayuda internacional", señaló Vieira de Mello.

El subsecretario general explicó que la ONU no decidió el retiro absoluto del país debido a las consecuencias que la medida tendría sobre los segmentos más vulnerables de la sociedad, sobre todo de las mujeres y los niños, cuya supervivencia depende de la asistencia internacional.

Afganistán es un país "plagado por la pobreza crónica, constantes desastres naturales y un conflicto bélico que parece no tener solución", dijo Viera de Mello.

Además de los "interminables obstáculos" que enfrenta en el país, la ONU expresó su irritación por la discriminación existente contra las mujeres y las flagrantes violaciones de los derechos humanos.

La semana pasada, dos trabajadores de agencias humanitarias fueron ahorcados y varias organizaciones no gubernamentales (ONG) fueron expulsadas de Kabul.

En junio, Talibán ordenó a las ONG que brindan ayuda humanitaria a trasladar su personal a un ruinoso edificio de la capital. Las organizaciones que no cumplen la orden son obligadas a abandonar el país.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, manifestó "conmoción" al enterarse de la muerte de los dos trabajadores y se declaró "profundamente molesto" por la expulsión de las ONG y otros obstáculos que dificultan la labor humanitaria en Afganistán, informó el miércoles el portavoz de la ONU, Fred Eckhard.

Annan instó a las autoridades de Afganistán, entre ellas la opositora Alianza del Norte, a tomar enérgicas medidas para asegurar la adecuada seguridad de los trabajadores humanitarios. También apeló al gobierno de Talibán para que reconsidere su decisión de reubicar a todas las ONG en un solo lugar de Kabul.

Los bandos de la guerra civil afgana son los talibanes y la Alianza del Norte, compuesta por cinco partidos. Talibán sigue en control de la mayor parte de Kabul, las provincias del sur, sudoeste y sudeste del país, y las ciudades de Kandahar, Herat y Jalalabad.

La Alianza del Norte, que opera desde las capitales provinciales de Mazar-i-Sharif, Bamyan, Talogan y Maimana, controla las provincias del norte y centro del país. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/ml-aq/ip-hd/98

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