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Un funcionario del gobierno de Zambia acusado de acoso sexual fue suspendido y se convirtió en el primer hombre sancionado por ese tipo de conducta en este país de Africa austral.

En una medida sin precedentes, la Autoridad de Recaudación de Zambia (ARZ) suspendió este mes por tiempo indeterminado a un alto funcionario luego de que una empleada lo denunciara a las autoridades por haberle solicitado favores sexuales.

Las leyes de Zambia protegen a las mujeres del acoso sexual, pero las víctimas rara vez denuncian el delito por temor a perder sus empleos. El caso de ARZ podría ser el primero de muchos, destacan las activistas.

La Asociación Cristiana Femenina, luego de realizar extensas investigaciones, halló pruebas de hombres en altos cargos que abusan de sus subalternas, aseguró la directora Dorcas Mbozi.

"El acoso sexual es real en los lugares de trabajo. Es un delito oculto y existe la necesidad imperiosa de crear grupos de apoyo para exponer estos casos. De otra manera, seguirán ocultos", advirtió.

El portavoz de la policía, Beenwell Chimfwembe, comparte esta opinión. "Por lo general, los casos de acoso sexual y conducta indecente son ignorados en este país y es muy difícil saber la cantidad exacta de mujeres que los padecen, ya que la mayoría no se denuncian", explicó.

El caso de ARZ deja abierta la puerta para que más mujeres cuenten sus experiencias. "Esa empleada debería recibir una medalla al valor. Conozco muy pocas que se atreven a denunciar a sus jefes por varias razones, entre ellas la posibilidad de perder su empleo", manifestó Jane Mulenga, vendedora de Lusaka.

"Pero la empleada de ARZ lo hizo y alentará a otras a denunciar a los hombres que no respetan los sentimientos de las mujeres", agregó.

El acoso de las mujeres en el lugar de trabajo tardará mucho en desaparecer a menos que aumente el nivel de empleo, opinó una profesora de enseñanza secundaria. "Es difícil encontrar un buen empleo en la actualidad, aun cuando se está capacitado", dijo.

Pero un periodista señaló que los casos de acoso sexual no siempre son fáciles de determinar, y teme que los hombres puedan ser acusados por razones equivocadas.

"Creo que el caso de ARZ se debe analizar en profundidad, ya que existen varias lagunas al respecto. La dirección debe investigar antes de autorizar una sanción contra el funcionario. Quizá sea el caso de una relación amorosa que no funcionó. Esa posibilidad no se debe descartar", sugirió Jowie Mwiinga.

A pesar de la diferencia de opiniones sobre el caso de ARZ, el hecho de que las mujeres empiecen a hablar es una buena señal, aseguró la investigadora y activista por los derechos humanos Sara Longwe.

El acoso sexual es una violación de los derechos humanos de la mujer descriptos en la Convención sobre la Eliminación de Toda Forma de Discriminación Contra la Mujer, explicó. Zambia ratificó la convención en 1985.

La Asociación Cristiana Femenina y la policía crearon sistemas para fomentar las denuncias de las mujeres. La Asociación tiene un centro donde las mujeres pueden hablar con sus pares, y la policía cuenta con una unidad de apoyo a las víctimas que maneja específicamente todo tipo de abuso sexual. (FIN/IPS/tra-en/am/pm/aq-ml/hd/98

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