En Panamá se celebran alrededor de 700 ferias y fiestas patronales al año, pero Corpus Christi, que se organiza en las centrales ciudades de Chitré y Los Santos se convierte cada mes de junio en un gran escenario de folclore regional.
La fiesta de Corpus Christi fue introducido en Panamá por la Iglesia Católica en los primeros años de la colonización española, señaló el profesor Francisco Delgado.
Inicialmente, la danza de diablos buenos (limpios) y malos (sucios) y las representaciones teatrales se realizaban dentro de los templos, pero poco a poco, la celebración fue escapando de ese ámbito para transformarse en una fiesta popular en Chitré y Los Santos, dijo Delgado.
Las tradicionales procesiones religiosas de Corpus Christi, encabezadas por la cruz y realizadas en silencio, fueron sustituidas en esas dos localidades por diablos sucios y limpios que danzan al son de la campana o de castañuelas, por el desfile de mojigangas en los que hombres disfrazados de toro persiguen al público por las calles.
Las cuadrillas de diablos sucios, que encarnan la maldad, están formadas por unos 15 hombres ataviados con trajes de rayas de color rojo y negro, una horrible máscara con cuernos y pintada de vivos colores, que es coronada con unas 40 plumas de la cola del guacamayo.
En Chitré y Los Santos existen varios grupos de diablos sucios y diablos limpios (ángeles), así como millares de personas que se disfrazan de mojigangas, cabezonas y toritos durante las dos semanas de celebración de Corpus Christi.
Los diablos sucios, así como los diablos limpios, cuya máscara y vestimenta carecen de adornos, junto con las mojigangas (hombres disfrazados de mujer), desfilan y danzan todos los días en Corpus Christi por las calles, plazas y parques de Chitré y Los Santos.
En el último día de la fiesta, el 21 de junio, todos se reúnen en una colorida y animada procesión que culmina por separado en las respectivas catedrales de Chitré y Los Santos con una misa final.
El maestro de los diablos sucios es el Gran Diablo, que durante la misa de Corpus Christi entra a la Iglesia vestido de negro, con máscara del mismo color y grandes cuernos, para desafiar con una danza grotesta al sacerdote que ofrece la eucaristía.
El Gran Diablo siempre es derrotado por los diablos limpios, que lo obligan a abandonar el templo y también danzan durante la celebración de la eucaristía, con lo cual se establece el triunfo del bien sobre el mal que encarna Corpus Christi.
En virtud del enorme atractivo local que tienen actualmente la fiesta de Corpus Christi, el Instituto Panameño de Turismo (Ipat) decidió este año patrocinar la fiesta, como parte de la oferta turistica del país.
La subdirectora del Ipat, Cecilia Pérez Balladares, indicó que el propósito del gobierno es respaldar una fiesta tradicional que puede atraer en el futuro millares de turistas extranjeros, como ocurre con el carnaval de la ciudad de Las Tablas, en Los Santos.
"Vamos a promover (Corpus Christi) en los hoteles de Panamá para que los visiten más turistas y ellos también puedan disfrutar de este espectáculo y conocer más nuestras tradiciones", dijo Pérez Balladares.
El folclorista Arístides Burgos, presidente de la Asociación Rescate de Danzas Miguel Leguizamo, explicó que esa organización no gubernamental surgió en 1988 con el propósito de "salvaguardar el patrimonio cultural" de Los Santos.
Desde esa época, la asociación concentra sus esfuerzos en la celebración de Corpus Christi en Los Santos.
Burgos destacó la necesidad de una "resiembra" del folclore panameño, para atraer a los niños y jóvenes a esta celebración "con la enseñanza de los secretos de la danza" de los diablos limpios y sucios.
La Asociación Rescate de Danzas Miguel Leguizamo editó un disco compacto con las danzas tradicionales de Corpus Christi, como la de los Diablicos Sucios, Montezuma Española, Cabezona y Zaracundé.
Burgos advirtió que eso debe ser complementado con un esfuerzo sostenido en las escuelas de Los Santos y Chitré para convertir el culto al folclore regional en algo cotidiano. (FIN/IPS/sh/ff/cr/98