Los derechos de los voluntarios que se presten a ensayos de vacunas contra el sida recibirán protección especial, de acuerdo con directivas éticas preparadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La portavoz del Programa Conjunto de la ONU sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), Anne Winter anunció este lunes que las directivas fueron preparadas en un proceso de consultas a 200 personalidades de 30 países.
Las normas establecen que, una vez probada su eficacia y también su inocuidad, la vacuna quedará ampliamente a disposición del público, bajo responsabilidad conjunta de las agencias involucradas en el auspicio de los ensayos.
Uno de los problemas más delicados de la consulta se refirió a los casos probables de que algunos de los voluntarios inoculados con la vacuna resulten contagiados.
El informe de la agencia de la ONU coincidió con la noticia de que un laboratorio californiano se dispone a incorporar 5.000 personas, entre miembros de la comunidad gay y de parejas serodiscordantes, para ensayar sus vacunas bivalentes gp 120.
El boletín IAVI Report, órgano de la Iniciativa Internacional de Vacuna del SIDA (IAVI), informó sobre los planes de la compañia biotecnológica VaxGen, con sede en California, de que realizará la tercera etapa de ensayos de sus vacunas bivalentes (basadas en dos cepas de VIH).
Winter indicó que las directivas hasta ahora vigentes no habían previsto los problemas específicos que surgen con el comienzo de los primeros ensayos de la tercera fase, con la participación de miles de voluntarios.
El director de ONUSIDA, Peter Piot, estimó que el desarrollo de una vacuna contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) constituye una prioridad para la comunidad mundial, debido a que este flagelo contagia cada día a 16.000 nuevas personas en todo el mundo.
La circunstancia de que las poblaciones más necesitadas de la vacuna se concentran en el mundo en desarrollo y que, en cambio, los países industrializados dispongan de los recursos para financiar la investigación y la producción de la vacuna merece consideraciones éticas especiales, dijo Piot.
Las nuevas directivas éticas, anticipó Piot, anuncian una nueva era de relaciones entre los países basadas en la cooperación y el fortalecimientos de sus potencialidades.
El ONUSIDA admitió que uno de los aspectos éticos más difíciles de resolver se refirió al nivel de tratamiento médico que debería ser accesible a los participantes del ensayo que contraigan el VIH.
La agencia de la ONU se preguntó si correspondía una obligación ética de suministrar los costosos fármacos antirretrovíricos que no están a disposición del resto de la población.
Las personalidades consultadas coincidieron en que los países participantes en los ensayos deben determinar normas de atención médica conforme a los niveles más altos de acuerdo con el contexto de su propia realidad.
Piot estimó que los voluntarios que participan en los ensayos deben ser los primeros en beneficiarse de una eventual vacuna.
Al mismo tiempo, las poblaciones en el mundo que hayan participado en la investigación de las vacunas deben tener alguna forma de acceso preferencial, dijo.
La compañia VaxGen recibió autorización del gobierno de Estados Unidos para lanzar la nueva etapa de experimentación de su vacuna entre ciudadanos voluntarios.
El informe de IAVI Report dijo que las inoculaciones debían comenzar en el presente mes en las ciudades de Denver, Los Angeles, Filadelfia, Chicago y Saint Louis.
El laboratorio californiano aguarda también la aprobación del gobierno de Tailandia para realizar experimentos con inoculaciones de las muestras de vacunas a unos 2.500 consumidores de narcóticos inyectables. (FIN/IPS/pc/mj/he/98