SALUD: El sida condena a los enfermos de países pobres

Una conferencia mundial sobre sida debatirá la semana próxima el fenómeno de la creciente desigualdad entre los países industrializados y el mundo en desarrollo respecto del acceso al tratamiento y de la mortalidad que causa el mal.

El último informe de las agencias internacionales especializadas en la enfermedad, divulgado este martes, constató que la epidemia de sida atormenta con mucha más brutalidad a los países pobres que a los ricos.

En la mayor parte de los países industrializados y en un puñado de países en desarrollo la propagación del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) se estabiliza o se reduce gracias a los programas de prevención.

En cambio, en la mayoría del mundo en desarrollo las tasas de infección alcanzan máximos alarmantes, ejemplificó Peter Piot, director ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH y Sida (ONUSIDA).

La Conferencia Mundial sobre el Sida, que sesionará en Ginebra del 28 de junio al 3 de julio bajo el lema "Reducir las desigualdades", se ocupará de la brecha Norte-Sur, pero también conocerá trabajos sobre los nuevos tratamientos, los efectos secundarios de la terapia y los avances de la investigación.

El informe conjunto del ONUSIDA y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) preparado para la conferencia ofrece los últimos datos sobre la expansión de la enfermedad. "Seamos realistas y conscientes: ha llegado para quedarse por un tiempo muy largo", advirtió Piot.

Desde el comienzo de la epidemia, más de 42 millones de personas han sido contagiadas por el VIH. Más de 11 millones murieron por el mal y la gran mayoría de los infectados actualmente (30 millones) no vivirán dentro de 10 años.

Al suministrar esas cifras en rueda de prensa, Piot recomendó no olvidar que 6.000 personas contraen cada día la infección.

La originalidad del informe de ONUSIDA/OMS reside en que representa el primer análisis país por país de la epidemia.

No se limita a dar el número de personas infectadas o fallecidas, sino que brinda también por primera vez datos sobre el comportamiento sexual, sobre el índice de contagio de poblaciones específicas y sobre el estado de la prevención.

La investigación, que contiene un nuevo enfoque del control epidemiológico, presenta también "alguna buena noticia", aclaró Piot.

La conclusión del informe muestra que la tasa de decesos atribuibles al sida se estabiliza y aun disminuye en ciertos países, los más prósperos, gracias en gran parte a los tratamientos disponibles desde hace dos años.

Los efectos secundarios y los problemas vinculados a esas terapias son bien conocidos, dijo Piot. En las regiones del mundo donde el acceso a los medicamentos ha sido posible, el impacto es muy significativo. Ese fenómeno comprende a Europa occidental.

En ciertos países la tasa de contagio del VIH parece finalmente disminuir, pero eso ocurre solo en aquellos que han adoptado con firmeza la estrategia de prevención.

Las buenas noticias han sido eclipsadas por la información trágica de que el sida gana terreno casi en todas partes, advirtió Piot.

El sida es actualmemnte uno de las principales brotes infecciosos en el mundo. En 1997, 2,3 millones de personas murieron por el sida, casi tanto como los fallecidos por paludismo, otro gran flagelo mundial.

Durante los últimos tres años, 27 países han visto duplicada la tasa de contagio de VIH.

Algunas cifras no muy conocidas indican que en Sudáfrica, un pais sin problemas hasta hace algunos años, viven hoy con sida tres millones de personas, de las cuales 700.000 se contagiaron en 1997.

"En síntesis, hay una explosión terrible de la infección por VIH en ese país", corroboró Piot.

Hay dos países, Botswana y Zimbabwe, donde una cada cuatro personas adultas está infectada, lo que es una marca histórica que sobrepasa con creces la perspectiva más pesimista trazada hace 10 años.

El sida duplica o aun triplica la tasa de decesos de adultos en Zambia y en otros países de Africa austral.

En Asia el VIH se propaga rápidamente. Debido a la dimensión poblacional de Asia, el futuro de la epidemia se juega en India y en China, los grandes países orientales, estimó el jefe del ONUSIDA.

Piot pronosticó que con probabilidad, esos indicadores crecerán en los próximos años de forma exponencial.

En el informe, nuevos datos país por país de los problemas del VIH, de los factores de riesgo, del impacto y de las tendencias ofrecen un cuadro muy claro de las crecientes desigualdades del sida que diferencias a los países en el mundo.

Esa es la clase de información necesaria para convencer a la gente que decide de que el sida es en efecto un grave problema y se convierte en uno de los mayores obstáculos al desarrollo humano y socioeconómico, dijo Piot.

La mayor de las diferencias entre países pobres y ricos, precisó, es el acceso desigual a la terapia de combinación con antirretrovíricos, los medicamentos que combaten el VIH en el organismo y previenen el desarrollo de las infecciones (tuberculosis y diarrea) y los cánceres relacionados con el sida.

El uso de los antirretrovíricos de combinación se ha generalizado en el mundo desarrollado durante los dos últimos años.

En cambio, el alto precio de esos medicamentos y sus dificultades para administrarlos determinan que sigan siendo inaccesibles para las personas con VIH en países en desarrollo y en países con economías en transición. (FIN/IPS/pc/mj/he/98

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